Según un nuevo estudio, la variación genética presente en el sistema inmunológico de los conejos les permitió desarrollar con rapidez una resistencia genética al virus del mixoma, un patógeno mortal para los conejos que devastó áreas superpobladas en Europa y Australia durante la década de 1950.
Durante los años 50 se liberó el virus del mixoma en Europa y Australia para frenar el rápido y dañino crecimiento de las poblaciones de conejos. Esto diezmó las poblaciones de conejos en toda la región, pero también estimuló una rápida evolución de la resistencia al virus. Sin embargo, se sabe poco sobre la base genética de esta resistencia.
Para abordar esta incógnita, Joel Alves y sus colegas compararon los exomas de conejos modernos con los de especímenes históricos que vivieron antes o poco después de la pandemia del virus, procedentes de los países donde surgió la resistencia genética al virus de forma independiente (Australia, Francia y Reino Unido).
Los resultados revelan un fuerte patrón de evolución paralela con selección basada en la variación genética, que favoreció a muchos de los mismos alelos en los tres países. Además, muchos de los cambios ocurrieron en genes relacionados con la inmunidad, lo que sugiere una base poligénica. La razón por la que la evolución paralela de la resistencia se produjo de manera tan similar y rápida en cada una de las poblaciones probablemente se debió a la selección natural a favor de la variación presente en una población ancestral que se conservó en los conejos que colonizaron el Reino Unido y Australia.
Fuente: Noticias de la Ciencia.
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