Dos estudios independientes con datos combinados de casi 1,8
millones de personas muestran la compleja base genética del insomnio, en el que
intervienen leves variantes en centenares de genes. Ambos trabajos señalan
además que los problemas de sueño están relacionados con otros trastornos
mentales, problemas cardíacos o diabetes.
Entre un 10% y un 20% de la población mundial tienen
problemas crónicos para iniciar el sueño, se despiertan a menudo o demasiado
pronto, aspectos que definen lo que es el insomnio. Aunque hay diversos
factores ambientales, como el estrés, el abuso del alcohol u otras sustancias
psicoactivas que propician el insomnio, estudios con gemelos han demostrado que
buena parte del problema está en los genes. Los dos estudios publicados ahora
de forma simultánea en Nature Genetics muestran hasta qué
punto.
En uno de los
trabajos, los investigadores identificaron más de 500 genes con
alguna variación que intervienen en el riesgo de padecer este problema. Las alteraciones
genéticas observadas en los insomnes no aparecen relacionadas con los
mecanismos que regulan el sueño
Encontraron que parte de estos genes intervienen en la
funcionalidad de los axones, en concreto, observaron una sobreexpresión, un
exceso o enriquecimiento del proceso que expresa la información codificada en
el ADN en las proteínas. Este exceso de expresión también lo comprobaron en
neuronas de regiones específicas del cerebro, como el córtex frontal.
El otro trabajo,
confirma la complejidad genética que está detrás del insomnio. Identificaron al
menos 236 genes relacionados con los síntomas del trastorno. Como en el otro
estudio, aquí los autores comprobaron que la base genética del insomnio tiene
poco que ver con la regulación general del sueño. De hecho, volvieron a
encontrar una sobreexpresión génica, en concreto en los genes
que median la proteolisis, o degradación programada de las proteínas de
determinadas células cerebrales.
Los problemas de sueño muestran
una correlación genética con problemas físicos, cardíacos, diabetes o depresión
Usando una novedosa técnica de investigación
denominada aleatorización mendeliana, los científicos buscaron una
conexión entre las distintas variantes genéticas y dos o más problemas de
salud. Así, como en el primer estudio, vieron que los insomnes tienen hasta el
doble de riesgo de padecer una cardiopatía coronaria o síntomas propios de la
depresión.
Fuente obtenida de : https://elpais.com/elpais/2019/02/25/ciencia/1551088029_475657.html
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