jueves, 7 de febrero de 2019

El genoma de los madrugadores los protege de la depresión.

Se sabía que la genética de cada individuo condiciona su facilidad para seguir un horario determinado. Pero las investigadores previos solo habían identificado genes relevantes al cronotipo, y aquellos estudios que han buscado un vínculo con la salud solo han hallados correlaciones.
El nuevo proyecto, ha analizado el genoma de 697.828 personas, y llega a la conclusión que existen al menos 351 genes que se predisponen a una persona a dormir de una manera u otra. Al determinar qué variantes genéticas comparten las personas que se despiertan sin problemas, los expertos han podido establecer una relación causa-efecto entre ser tempranero y gozar de una mayor salud mental.

Un conjunto de investigadores realizaron un estudio, que confirma que quienes estaban genéticamente predispuesto a ser tempraneros dormían de media 25 minutos antes en el día que los que no lo son. Obtuvieron esta medida al comparar el 5% de personas que tenían en su ADN más genes tempraneros con el 5% que tenía menos. La diferencia de horarios es significativa.
Aunque los matutinos declaran mejor bienestar, los investigadores no han encontrado que ser madrugador proteja contra otras enfermedades.



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