A partir de los resultados obtenidos los investigadores estimaron los posibles efectos de las variantes identificadas y encontraron 266 genes potencialmente asociados a la depresión. Además, al evaluar las rutas moleculares en las que participan estos genes encontraron un enriquecimiento en genes relacionados con las proyecciones nerviosas, con las sinapsis y con su funcionamiento.
Por último, el equipo investigó sobre las interacciones entre los genes potencialmente relacionados con la depresión y los fármacos que se utilizan normalmente para su tratamiento. De este modo, los investigadores han podido separar las rutas genéticas que intervienen en la enfermedad respecto de aquellas que participan en la respuesta a los antidepresivos.
El análisis de interacciones entre genes y fármacos relacionados con la depresión ha permitido identificar posibles nuevas dianas terapéuticas como el receptor ErbB4 de la neuroregulina 1 o el receptor 2 de estrógenos. Sin embargo, dada la heterogeneidad de la enfermedad, los investigadores sugieren que para evaluar su eficacia debería estratificarse a los pacientes según el tipo de depresión.
https://www.nature.com/articles/s41593-018-0326-7
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