domingo, 13 de mayo de 2018

Análisis de genomas históricos.


El análisis de docenas de genomas antiguos extraídos de toda la vasta extensión entre Europa y el este de Asia está arrojando luz sobre los patrones históricos de la migración humana, así como sobre la difusión de las lenguas indoeuropeas y la domesticación de los caballos. Hasta la fecha, la cultura más antigua de la que se sabía que habían domesticado caballos es la botai, un grupo que habitó en la estepa euroasiática aproximadamente el 5150 y el 3950 a. de C.

Algunos investigadores han sugerido que los botai eran cazadores-recolectores locales que aprendieron la cría de caballos de un grupo occidental de pastores que viajaban hacia el este; sin embargo, otros sugieren que la domesticación de caballos surgió localmente en el seno de la cultura botai.

A fin de explorar este debate en mayor detalle y de obtener información adicional sobre los antiguos patrones de migración humana, Peter de Barros Damgaard et al. analizaron los genomas de 74 humanos antiguos que vivieron aproximadamente hace entre 11 000 y 500 años en Europa Oriental, Asia Central y Asia Oriental; además, los investigadores incluyeron información genética de poblaciones asiáticas modernas.

Los autores encontraron poca mezcla genética entre grupos estrechamente relacionados con los cazadores-recolectores de Europa Oriental y los botai. Esto sugiere que probablemente los pueblos migraron hacia el este a través de la estepa de Asia Central, sin asentarse hasta alcanzar las regiones más orientales, según afirman los autores, lo que significa que es poco probable que la cría de caballos llegara a los botai a través de poblaciones occidentales.

Otro tema muy debatido es el modo y el momento en que las firmas genéticas y las lenguas (específicamente las lenguas indoeuropeas) de las regiones occidentales llegaron a Asia Meridional. Basándose en sus datos, Damgaard et al. proponen que se dieron dos oleadas de mezcla genética. La primera ola probablemente sucedió muy temprano, posiblemente antes de la Edad del Bronce, y no incluyó a los hablantes indoeuropeos; la segunda se produjo durante la Edad del Bronce Final (entre aproximadamente el 2300 y el 1200 a. de C.), que llevó consigo las lenguas indoiranias al sur de Asia, según sugieren los autores. (Fuente: AAAS).

El origen de la hepatitis B.

La hepatitis B es uno de los virus más letales de la historia. No obstante, pese a su importancia, se sabe muy poco sobre sus orígenes.

Una investigación dirigida por Eske Willerslev ha detectado la huella del virus en 12 personas que vivieron entre 1.500 y 4.500 años atrás. Tras numerosas investigaciones se ha estimado que el virus tiene una antigüedad de entre 8.600 y 21.000 años.

Al mismo tiempo, un estudio dirigido por Johannes Krause ha conseguido reconstruir parcialmente el genoma del virus presente en esqueletos humanos del año 5.000 a 3.200 antes de Cristo. Esta investigación ha demostrado que el virus estuvo circulando por Europa desde hace 7.000 años.

Hasta hace poco se pensaba que el virus provenía de África. No obstante, los hallazgos de Willerslev sugieren que pudo haber nacido en Europa, Asia e incluso América.

Dormio: una plataforma para controlar los sueños.

De acuerdo con Ishaan Grover, Adam Haar Horowitz y Pedro Reynolds-Cuéllar, los tres líderes del proyecto, este sistema abre las puertas para acceder a estados de sueño semilúcidos con el propósito de extraer información, aprovecharla y aumentar la creatividad de las personas. “Dormio permite el uso activo del sueño, un estado que es vital para la memoria y el aprendizaje”, afirmaron los investigadores en la presentación del proyecto.

Los primeros experimentos demuestran que con Dormio es posible influenciar y extraer información de los microsueños monitoreados. “Descubrimos que todos nuestros sujetos soñaban con los temas elegidos por los experimentadores antes del sueño, y que esto podría aumentar la creatividad humana, entendida como flexibilidad, fluidez, elaboración y originalidad del pensamiento”.

La lógica de la plataforma es simple. Se basa en las características y ventajas de la hipnagogia, un estado físico y mental de transición que se produce durante los primeros minutos del sueño, entre la vigilia y la inconciencia, en el que comenzamos a soñar antes de estar profundamente dormidos. “La hipnagogia se caracteriza por la imprevisibilidad fenomenológica, la percepción distorsionada del espacio y el tiempo, la pérdida del sentido del yo y la asociación espontánea y fluida de ideas”, escribieron los investigadores en la página web del proyecto.

La idea es que el dispositivo, diseñado en forma de guante, utilice las señales que provienen de las manos para recoger datos (pérdida del tono muscular o cambios en la frecuencia cardiaca) que demuestren que el paciente está entrando en la etapa de hipnagogia, y se active un audio con un mensaje explícito que conduzca y determine el contenido de los microsueños. Una vez terminado este proceso, se inicia una conversación sobre la experiencia y se registra todo lo vivido. “No queremos que las personas olviden sus ideas útiles”, dicen los investigadores.

Dormia ha hecho pruebas con palabras como “conejo” o “tenedor” y ha descubierto que estos significantes entraron con éxito en los sueños hipnagógicos de los usuarios. Los fines de este proyecto, según Adam Haar Horowitz, son prácticos y filosóficos. “No tengo duda de que la hypnagogia puede aumentar la memoria, el aprendizaje y la creatividad. Sin embargo, también considero que es un tipo de autoconfianza muy valioso e inspirador que antes era inaccesible para mí”.

Los creadores de Dormia esperan que en un futuro no muy lejano esta herramienta la usen las personas del común, la lleven a casa y puedan explorar sus sueños por sí mismas. Por eso, el proyecto se desarrolló con un hardware y software de código abierto personalizado de bajo costo, al que cualquier persona con conocimientos básicos de programación puede acceder. Todo esto, además, funciona con una aplicación para celulares.

Así brilla de noche el agua de estas playas de California.

Algunas playas de California (Estados Unidos) se han iluminado desde el pasado lunes debido al fenómeno de la marea roja, que se produce cuando aumenta la presencia de un tipo de algas que tiñen el agua de color rojo. Estas algas contienen dinoflagelados, unos microorganismos que por la noche brillan con el movimiento de las olas al llegar a la orilla. El fenómeno se ha podido observar a lo largo de un tramo de 30 kilómetros de la cota del oeste de EE UU y muchos curiosos han acudido allí para fotografiar o grabar este acontecimiento que no ocurría desde 2013. A pesar de que no es la primera vez que sucede, los científicos no pueden predecir cuándo ocurrirá de nuevo.

El nacimiento de un pulpo es magia en estado puro

¿Te has preguntado alguna vez cómo nace un pulpo? Te lo cuestiones o no, el nacimiento de uno de estos cefalópodos es espectacular. Con cambio de color incluido...

El nacimiento de un pulpo es magia en estado puro
En la Jungla. ¿Te has preguntado alguna vez cómo nace un pulpo? Te lo cuestiones o no, el nacimiento de uno de estos cefalópodos es espectacular. Con cambio de color incluido...

Hablar de pulpos supone trasladarse instantáneamente a la gastronomía gallega o al oráculo clave de los mundiales de fútbol, el Pulpo Paul. Pero ahora no hablaremos ni de uno ni de otro, sino de cómo nacen estos humildes cefalópodos. Quizá parezca que no merece demasiada atención, pero un vídeo reciente compartido por las redes sociales demuestra todo lo contrario.

Pongámonos en situación. El acuario de Virginia Beach, en Estados Unidos, colgaba el 7 de febrero en su cuenta de Twitter un vídeo muy curioso: un grupo de huevos de pulpo a punto de eclosionar. De hecho, asistimos al nacimiento de uno de esos pulpos mientras por la pecera nadan otros bebés de cefalópodo. El instante es mágico.

Los pulpos son octópodos, moluscos cefalópodos marinos que se caracterizan por sus ocho brazos o tentáculos. En el pulpo macho uno de dichos tentáculos es el órgano sexual masculino; que introduce en la cloaca de la hembra para fecundar los huevos. La hembra del pulpo pone miles de huevos en su cueva y permanece junto a ellos hasta que eclosionan. Después muere de hambre.



La otra mente

Colonias de células madre en el Instituto Johns Hopkins de Ingeniería Celular en Baltimore, Maryland.
Estamos tan obsesionados con los robots, esos amasijos de chatarra que nos ganan al ajedrez y al póker, que nos humillan y nos quitan el empleo, estamos tan absortos en su maldita superioridad de silicio que se nos está pasando la otra gran amenaza a nuestra envergadura cósmica, la que ha inspirado siempre a los ingenieros y a los científicos de la computación, la que lleva 4.000 millones de años resolviendo los problemas que nuestra tecnología apenas empieza a arañar ahora: la naturaleza misma.
Una forma de crear mentes es, qué duda cabe, partir de las unidades de información matemáticamente más simples, conectarlas en los circuitos lógicos más elementales y organizarlas en sistemas de inteligencia artificial que ya pueden aprender y extraer pautas abstractas de la experiencia. Pero hay otra forma que solemos ignorar, pese a que sus probabilidades de éxito se fundamentan en bases muy sólidas. Se trata de partir de los autómatas microscópicos más deslumbrantes que conocemos, las células madre, y usarlas para crear cualquier parte del cuerpo, que es justo lo que mejor saben hacer. Y recuerda que el cerebro es un órgano como cualquier otro, que la mente no es más que un trozo de cuerpo.
Los minicerebros cultivados a partir de células madre son una realidad. Miden unos 4 milímetros de diámetro y tienen 2 o 3 millones de células (en comparación con 86.000 millones de neuronas de un cerebro humano típico). Duran vivos un par de años. Si las células madre se obtienen de la piel de un paciente, los minicerebros tendrán su autismo, esquizofrenia o microcefalia inducida por el virus Zika. Son sistemas muy valiosos para investigar las causas últimas de esas condiciones neurológicas. También se pueden trasplantar a ratones, cosa que se ha hecho con cierto éxito.
Por el momento, los minicerebros solo pueden recibir unas señales sensoriales muy primarias, por ejemplo cuando se asocian con células de retina, y las conexiones que pueden formar con otras regiones cerebrales son limitadas. Pero solo estamos en el amanecer de esta biotecnología. La jurista Nita Farahany, directora de la iniciativa para la ciencia y la sociedad de la Universidad de Duke, el neurocientífico Christof Koch, el genetista George Church y otros 12 colegas han publicado en Nature un borrador de recomendaciones para los legisladores y el público informado, o el que desee informarse.

sábado, 12 de mayo de 2018

La ciencia explora el valor del ayuno para luchar contra el cáncer

El mayo pasado, 20 jóvenes sanos, incluidos varios científicos, llegaron a un instituto de investigación en Madrid dispuestos a pasar un día y medio sin comer. Justo antes les habían hecho un análisis de sangre y, 36 horas después, les hicieron otro para asegurarse de que no hubieran tomado algo a escondidas. El objetivo era desvelar los mecanismos moleculares detrás del ayuno y sus beneficios para la salud, especialmente como posible arma contra el cáncer.

El ayuno durante días o semanas, con solo agua o prescindiendo solo de alguna clase de alimentos, o limitando las horas del día en las que se puede comer, es una práctica casi universal entre las religiones mayoritarias. Algunas le atribuyen cualidades regeneradoras. Desde un punto de vista científico, el ayuno parece aportar longevidad y una mejor salud en estudios con animales y no requiere tantas penalidades como la restricción calórica. Y parece que algunos de los beneficios más rápidos y patentes los obtienen los animales con tumores.
Cuando alguien deja de comer uno o más días, su metabolismo cambia de marcha ante el estrés. La proliferación celular se ralentiza, se activa el proceso de autofagia en la que el organismo elimina células viejas o defectuosas y, en general, comienza a alimentarse de sus propias reservas de energía. Por el momento, se ignora cómo y por qué esta práctica parece ser beneficiosa para la salud.
Pasar varios días sin comer de forma periódica (no hay una definición unificada del ayuno en términos científicos), sería una prueba demasiado dura para muchas personas. Por eso Longo ha desarrollado una dieta baja en calorías que imita los efectos del ayuno sin dejar de comer. Cuando les da esta dieta a ratones con cáncer de mama y de piel, su sistema inmune parece despertar del letargo y comienza a reconocer y aniquilar a las células tumorales, algo que no sucede en los roedores bien alimentados. Según Longo, el ayuno tiene un efecto “rejuvenecedor” sobre el organismo, tanto en animales como en humanos. “En un estudio piloto con voluntarios sanos vimos que la dieta que imita al ayuno redujo los indicadores de riesgo cardiovascular, los niveles de glucosa [factor de riesgo de diabetes] y los de IGF-1, un potencial marcador de cáncer, además de eliminar la grasa abdominal”, explica el investigador. La dieta en cuestión tiene un 60% menos calorías que la dieta normal de cada individuo. En el ensayo, los voluntarios siguieron esta dieta durante cinco días, luego volvieron a comer normal durante otras tres semanas y después repitieron el mismo ciclo otras dos veces.El equipo de Valter Longo, en la Universidad del Sur de California, es uno de los más avanzados en la investigación del ayuno, tanto en personas sanas como enfermas. Sus experimentos han demostrado que un ayuno de uno o más días hace que los ratones con cáncer tratados con quimioterapia respondan mejor al tratamiento y se recuperen antes de los efectos secundarios.
En el Centro de Nacional de Investigaciones Oncológicas, en Madrid, el equipo de Manuel Serrano ha desvelado uno de los posibles responsables de los beneficios del ayuno en el cáncer. Hasta hace poco, la investigación en este campo se había centrado en la restricción calórica, mucho más radical y difícil de mantener. “La restricción calórica tiene efectos indeseables, se pasa hambre constantemente, la libido es casi cero y se reduce la vida social, pues muchas veces esta sucede en torno a la comida”, explica Serrano. En este sentido, el ayuno y la imitación de sus efectos con dietas bajas en calorías o con fármacos puede ser mucho más viable, especialmente en el contexto del cáncer.
“Hemos visto que los niveles de P21 aumentan con el ayuno y que vuelven a bajar en cuanto comes”, explica Pablo Fernández-Marcos, un coautor del estudio que decidió sumarse al grupo experimental y probar la falta de alimentos en sus propias carnes. “Ninguno de los participantes tuvo ningún problema, aunque en algunos casos el ayuno puede producir dolores de cabeza o estrés”, explica.En un experimento reciente, su equipo demostró que los ratones a los que se les quita toda la comida durante un día o dos les sube la expresión del gen P21, un importante supresor tumoral. En el ensayo con voluntarios con el que comenzaba esta historia, realizado en el Instituto Imdea Alimentación y cuyos resultados van a publicarse en una revista científica próximamente, según Serrano, se ha demostrado que lo mismo pasa en humanos.
El investigador razona la conexión entre el gen estudiado y los efectos beneficiosos en cáncer. “P21 detiene la proliferación celular especialmente en órganos como el pelo, el intestino, la médula ósea, que son algunos de los más afectados por la quimio”, explica. Ahora el equipo se plantea investigar si P21 es la causa de los beneficios observados y no una mera reacción colateral.
Una de las vías de investigación es buscar moléculas que activen alguna de las “vías metabólicas” que se ponen en marcha con el ayuno, como “la bajada de la insulina o la de los cuerpos cetónicos que transforman la grasa almacenada en energía para el cerebro”, señala Fernández-Marcos. En un futuro, este tipo de fármacos se podrían aplicar a la población sana, pero primero llegarán a los enfermos de cáncer porque “es más sencillo dado que los efectos observados son muy rápidos”, opina.
El equipo de Longo está realizando nuevos ensayos con personas sanas y otras con cáncer y su dieta que imita el ayuno para confirmar si realmente es beneficiosa. Muchas de sus investigaciones han sido financiadas por organismos públicos como los Institutos Nacionales de Salud. Su trabajo no está exento de polémica, porque el científico nunca desvela la composición exacta de su dieta en sus estudios. En cambio sí ha decidido comercializarla
Los expertos consultados envían un mensaje de esperanza en el potencial del ayuno, pero también una nota de cautela ante dietas milagrosas. “Todos los datos disponibles en modelos experimentales, incluyendo primates, avalan estas intervenciones nutricionales”, opina Carlos López-Otín, investigador especialista en envejecimiento de la Universidad de Oviedo. Pero añade que “los estudios en humanos son muy preliminares y en algunos casos, indirectos, lo cual invita a la prudencia máxima”, añade.El investigador advierte que nadie debe intentar el ayuno sin la supervisión de un médico, pero su dieta, Prolon, a base de barritas energéticas, zumos y otros alimentos empaquetados, se vende por internet en EE UU, Australia, Italia y, a través de este país, podría adquirirse en España, asegura el bioquímico italoamericano. El investigador puso en marcha este proyecto hace un año. Dice que, con los datos del estudio piloto, y los que tiene por publicar, es “muy razonable comercializar esta dieta”, y asegura que donará los beneficios que obtenga con su empresa L-Nutra a una ONG.
José Ordovás, experto en nutrición y genómica en el Imdea Nutrición y en la Universidad Tufts (EE UU), opina que “es probable que una dieta rica en productos derivados de plantas, frutas y vegetales, consiga efectos similares” a la de Longo. “Mi preocupación es que en ningún momento comparan su dieta con una dieta que cualquiera puede uno prepararse en casa, en lugar de comprarla prefabricada en bolsas de plástico o aluminio en forma de sopas o barritas nutricionales”, añade. Además, el investigador resalta que “ninguno de los artículos [de Longo] describe en qué consiste esta dieta y solamente habla de ingredientes "propietarios", lo que “no es consistente con el hecho de que una buena parte de esta investigación ha sido llevada a cabo con fondos públicos, y por lo tanto los descubrimientos y los beneficios deberían ser públicos”, añade.
Luigi Fontana, investigador de la Universidad de Brescia (Italia) y de la de Washington en San Luis (EE UU), es otro de los líderes en la investigación del ayuno en humanos. Hace algunos años firmó varios artículos junto a Longo describiendo el potencial del ayuno para la salud, pero ahora dice que “no quiere comentar los estudios de su colega”. Él también ha diseñado un tipo de ayuno simulado y abierto al público: durante dos o tres días, comer solo vegetales, tantos como se desee, y una cucharada de aceite de oliva por comida. En un ensayo clínico de seis meses cuyos datos se publicarán próximamente, su equipo ha observado pérdidas de peso muy significativas, de hasta “16 kilos en seis meses”, con esta dieta, asegura.
El investigador advierte de que aún no hay datos fiables en humanos que permitan respaldar algunas de las afirmaciones de Longo y sus dietas comerciales. “Aún no sabemos si el ayuno tiene efectos de adaptación metabólica, sencillamente los datos aún no están ahí y los ratones no son humanos”, comenta. Fontana tampoco cree que se puedan encontrar “dos o tres píldoras” que puedan “engañar al cuerpo” y aportar los beneficios en la longevidad y la salud observados con el ayuno. En su opinión, la única forma contrastada de lograr beneficios reales es clásica: estilo de vida saludable y ejercicio. “A la gente le gustan los atajos, pero nadie puede convertirse en cinturón negro de kárate con unos pocos trucos”, resalta.

Dormir mucho y bien, el método más sencillo frente a la neurodegeneración

La pregunta de por qué necesitamos dormir sigue sin una respuesta satisfactoria. Es indudable que el sueño es esencial para que el organismo funcione correctamente y que la privación crónica de un descanso reparador conduce al desarrollo de numerosas enfermedades, pero la causa última se desconoce. No obstante, cada vez se sabe mejor cómo funciona y en qué aspectos juega un papel más relevante. Uno de ellos es la desintoxicación del cerebro, a través de mecanismos circadianos y homeostáticos. Según Diego García-Borreguero, director del Instituto de Investigaciones del Sueño (IIS) y responsable científico del I Simposio Internacional de Patología del Sueño: de la neurobiología a las manifestaciones sistémicas, organizado en Madrid por la Fundación Ramón Areces y el IIS, "durante la vigilia nuestras neuronas producen unos metabolitos que se acumulan en el espacio interneuronal y actúan de manera tóxica". Por esta razón, "cuanto más tiempo estamos despiertos, más metabolitos tóxicos acumulamos y más se incrementa la necesidad de dormir". De hecho, cada vez es mayor la evidencia de que las alteraciones del sueño, que durante mucho tiempo se han considerado meros síntomas característicos de las enfermedades neurodegenerativas, podrían jugar un papel mucho más relevante y estar implicadas en la patogénesis inicial de esas patologías. Por lo tanto, dormir bien podría proteger frente al Alzheimer y otras demencias. Así lo considera una de las ponentes del simposio, Susanne Diekelmann, de la Universidad de Tubinga (Alemania), quien corrobora que numerosos "estudios muestran una asociación entre degeneración cerebral, sueño y memoria en enfermedad de Alzheimer". Un dato relevante es que los afectados por demencias tienen muy poco -y a veces nada- sueño de ondas lentas o profundo, que es cuando tiene lugar la consolidación de la memoria. "Creemos que esta podría ser una de las razones de las disfunciones de memoria en estos pacientes. Esperamos que nuestros métodos para mejorar el sueño puedan utilizarse para ayudar a prevenir estas alteraciones cognitivas", añade. Intervención precoz No obstante, matiza que, seguramente, esa intervención tendrá que realizarse de forma precoz porque, "una vez que se ha producido la neurodegeneración cerebral, es muy difícil revertirla. Hemos intentado hacerlo en pacientes con demencia pero no vimos ningún beneficio porque, probablemente, una vez que se desarrolla la neurodegeneración, las áreas cerebrales implicadas no son capaces de volver a producir el sueño de ondas lentas". Diego García-Borreguero: "Cuanto más tiempo permanecemos despiertos, más metabolitos tóxicos se acumulan y más necesidad tenemos de dormir” La investigadora concluye que, puesto que el sueño empeora a medida que envejecemos, "deberíamos centrarnos en mejorarlo para prevenir el deterioro cognitivo". La cuestión es cómo afianzar ese descanso reparador. Hoy por hoy, los dispositivos de estimulación eléctrica que emplean Diekelmann y otros investigadores para favorecer el sueño de ondas lentas no están comercializados para uso domiciliario. El grupo de esta investigadora alemana se ha especializado en el estudio de la función del sueño en la consolidación de la memoria. Uno de sus hallazgos más recientes es que este proceso se lleva a cabo de una forma selectiva: "No todos los recuerdos son igualmente consolidados; parece que el sueño selecciona los importantes". Pero, ¿cómo se determina esa relevancia? Todo parece indicar que esa selección favorece la información que es "importante para nuestro futuro". Todavía no puede precisar cómo tiene lugar esa elección en función de la relevancia futura. Su hipótesis es que se trata de "algo que señaliza la información relevante", como "una etiqueta que se activa durante el aprendizaje, que fija una marca en el cerebro". Diekelmann apunta que en esta selección intervienen factores psicológicos. Otro ámbito importante de la investigación sobre el sueño es el dedicado a la genética. Paul Franken, del Centro de Genómica Integral de la Universidad de Lausana (Suiza), ha presentado una serie de estudios que demuestran que una supresión de sueño del 50 por ciento puede llegar a alterar hasta el 80 por ciento del transcriptoma, es decir, del conjunto de genes que se están expresando en un momento dado en una célula. Además, hay experimentos que muestran que las modificaciones en el transcriptoma se producen de forma muy rápida cuando existe una privación de sueño. Tal y como destaca este investigador, "todos estos cambios demuestran que los efectos de un sueño insuficiente en nuestro sistema genético son mucho mayores de lo que sabíamos hasta ahora". También se han estudiado las repercusiones metabólicas que pueden tener esas alteraciones. Los estudios del grupo de Franken han mostrado que la privación de sueño afecta al gen ACOT1, que está implicado en la conversión de los ácidos grasos libres (FFA). En humanos, se ha observado que la privación de sueño aumenta la FFA circulante, y que tanto los niveles elevados de FFA como la restricción del sueño predisponen a enfermedades metabólicas, entre ellas la diabetes tipo 2.

Microbios viviendo en un lugar que se consideraba casi imposible para la vida.

Unos investigadores han descubierto microbios viviendo en una laguna volcánica tóxica que constituye uno de los entornos más hostiles de la Tierra.

El equipo de Brian Hynek, de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, hizo frente a quemaduras de segundo grado, vapores de ácido sulfúrico y la amenaza de erupciones para recoger muestras de agua de Laguna Caliente. Situada en el volcán Poás de Costa Rica, esta laguna es 10 millones de veces más ácida que el agua potable y puede alcanzar temperaturas al borde de la de ebullición. También se parece a las fuentes termales que, al parecer, poseía Marte hacia el principio de su historia.

Hynek y sus colegas hallaron en el agua de la laguna bacterias que pertenecen a una única especie.

Laguna Caliente es caótica, con temperaturas del agua que pueden oscilar ampliamente en un intervalo de horas, y con canales de magma que recorren la zona inferior del lago y que provocan frecuentes erupciones parecidas a géiseres.

Hynek cree que si la vida se desarrolló en Marte, probablemente sobrevivió adoptando formas similares a la de la bacteria de la laguna, subsistiendo mediante el procesamiento de la energía procedente de minerales que contienen hierro o azufre. Hynek ha pasado buena parte de su carrera profesional buscando lugares de la Tierra que hoy en día se parezcan a como era Marte hace casi 4.000 millones de años, cuando el agua líquida era abundante en la superficie.

Descubren un gen que podría ser clave en la lucha contra el alcoholismo

Un estudio coliderado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y el Douglas Mental Health University Institute de Canadá ha revelado el gen Gpr88 como "clave para desarrollar fármacos para el tratamiento de la adicción al alcohol". Para llevar a cabo el estudio, publicado en la revista Biological Psychiatry, los investigadores Rafael Maldonado de la UPF y Brigitte Lina Kieffer del Douglas Mental Health University Institute utilizaron ratones knockout, a los que se inactivó el gen Gpr88 mediante ingeniería genética para comprender cuál es su función, han informado fuentes de la UPF. Rafael Maldonado, que es director del Laboratorio de Neurofarmacología de la UPF, ha explicado que "el consumo de alcohol produce una sensación placentera mediada en parte por un aumento de liberación de dopamina en el núcleo accumbens". Precisamente, el gen Gpr88 codifica para un receptor ligado a proteínas G que se expresa en las áreas cerebrales responsables del sistema de recompensa, las emociones y la toma de decisiones. En los ratones mutados, el alcohol tenía menor capacidad para aumentar la dopamina en este circuito de recompensa, según la investigación. Por ello, estos ratones debían consumir más cantidad de alcohol para conseguir unos efectos de recompensa similares a los de los animales control también usados en el experimento. Para confirmar que este comportamiento solo se producía con el consumo de alcohol, los investigadores comprobaron que estos animales no presentaban cambios en lo referente a la búsqueda y consumo de comidas apetitosas. La droga más consumida El alcohol es la droga más consumida por jóvenes y adultos en nuestra sociedad, actúa por mecanismos complejos y su consumo crónico produce alteraciones en la expresión de diversos genes en las áreas del cerebro según la UPF. Rafael Maldonado ha explicado que los tratamientos actuales contra el alcoholismo "poseen una eficacia limitada y necesitamos nuevas estrategias terapéuticas que permitan un control más efectivo de esta enfermedad".

Una nueva técnica permite estimar el grado de severidad de una importante enfermedad que afecta al frijol.

Investigadores de la Universidad de Valladolid (UVa) (España), la Empresa de Investigación Agropecuaria de Minas Gerais y la Universidad Federal de Viçosa (Brasil) han conseguido una alta tasa de acierto al aplicar la espectrometría de reflectancia y un sistema de procesado basado en redes neuronales para estimar el grado de severidad de la mancha angular, una enfermedad que afecta al frijol cuya incidencia y severidad ha aumentado en los últimos años. El trabajo se ha publicado recientemente en la revista ‘PLOS One’.

Como explica el primer autor de este trabajo, Víctor Martínez, la judía común -‘Phaseolus vulgaris’- es una de las legumbres más producidas y consumidas en el mundo. Uno de los principales países productores y consumidores es Brasil, donde esta legumbre constituye una parte fundamental de la dieta.


Asimismo, la enfermedad de la mancha angular, causada por el hongo ‘Pseudocercospora griseola’ provoca que la producción de las plantas afectadas se vea reducida, lo que puede ocasionar pérdidas considerables en la productividad del cultivo. Aunque esta infección se puede tratar, una detección temprana es fundamental para reducir tanto el daño en las plantas como la efectividad y el coste del tratamiento.

El método propuesto por los investigadores consiste en una medida de la reflectancia de la planta a diferentes longitudes de onda y en un sistema de procesado basado en redes neuronales para, a partir de estos datos, estimar el grado de severidad de la infección.

“La enfermedad produce cambios físico-químicos en la planta que hacen que la respuesta a la luz incidente a diferentes longitudes de onda cambie. En algunos casos, esto es visible al ojo humano, pero en otros es complicado de detectar o cuantificar de manera objetiva”, apunta en declaraciones a DiCYT Martínez, quien destaca que los resultados que han obtenido con este método han sido muy positivos. “Usando un equipo de medida y el sistema de análisis propuesto, es posible detectar la enfermedad de manera objetiva, en un instante temporal lo más temprano posible y sin necesidad de que un experto analice las plantas”, subraya.

 
Según el investigador de la UVa, a través de este tipo de métodos automáticos se podría optimizar la productividad de los cultivos, detectar enfermedades en su estado inicial y sin la necesidad de contar con un especialista en la materia, y evaluar una mayor superficie de cultivos.

“El trabajo que hemos desarrollado es un primer paso a la hora de demostrar la viabilidad de un método automático para la estimación de enfermedades en plantas de leguminosas”, asegura.

Este trabajo tiene su origen en un convenio de colaboración suscrito por la UVa y la Universidad Federal de Viçosa. A través de este acuerdo se ha establecido una relación académica e investigadora entre los profesores de los del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones e Ingeniería Telemática de la UVa y los del Departamento de Ingeniería Agrícola de Viçosa. Gracias a una ayuda del Banco Santander, Víctor Martínez pudo realizar una estancia de dos meses para realizar la parte experimental de este estudio, que forma parte de su tesis doctoral y que surge de un proyecto de la universidad brasileña.

El equipo de la UVa, dirigido por el profesor Jaime Gómez Gil, trabaja desde hace varios años en el procesado de datos y en el aprendizaje automático o machine learning, basado en el análisis con redes neuronales y aplicado principalmente al sector agroindustrial. Paralelamente, los otros dos coautores del artículo, Marley L. Machado y Francisco A. C. Pinto, son ingenieros agrícolas con experiencia en el estudio de enfermedades y el cultivo del frijol, así como en análisis de reflectancia y de imagen.

Hallan los fragmentos mejor conservados del mundo del asteroide que acabó con los dinosaurios.

Hace aproximadamente 66 millones de años el impacto del asteroide Chicxulub en la península de Yucatán (México) produjo una reacción en cadena que acabó con el 70% de las especies del planeta. Famoso por extinguir a los dinosaurios que habían dominado la tierra durante millones de años, este evento catastrófico produjo una lluvia de rocas incandescentes a nivel global. Ahora un nuevo hallazgo de estas rocas (tectitas) en la isla colombiana de Gorgonilla arroja nuevos datos sobre su composición.
Un grupo de micropaleontólogos de la Universidad de Zaragoza ha participado en el descubrimiento que recoge la revista Geology. Los investigadores Ignacio Arenillas, José Antonio Arz y Vicente Gilabert han colaborado en esta investigación internacional que ha permitido precisar la edad de estas esférulas de roca, demostrando que se formaron exactamente en el límite Cretácico/Terciario (o límite K/T) como resultado del impacto del asteroide que causó la gran extinción que acabó con los dinosaurios.


La Isla de Gorgonilla, situada a 35 Km de la costa pacífica del norte de Colombia, es un islote deshabitado de unos dos kilómetros cuadrados cubierto por un bosque húmedo tropical. En sus bordes litorales se escondían este tesoro de nuestro pasado geológico, una capa de 2 centímetros de grosor de tectitas aún vítreas.
Estas rocas, al ser fragmentos vidriosos sin ordenamiento cristalino, en la naturaleza tienden a convertirse en materiales más estables como la arcilla. Por lo que la mayor parte de las tectitas formadas por un evento catastrófico como el impacto de un asteroide no conservan su composición original. No es el caso de las encontradas en Gorgonilla, catalogadas por los científicos como las muestras más puras del mundo de este material.

 El hallazgo es relevante por muchos otros aspectos. Las esférulas de impacto viajaron 2.000 kilómetros hasta depositarse en el fondo de un océano a más de 2 kilómetros de profundidad, lejos de cualquier continente. Estas profundidades se sitúan por debajo del denominado nivel de compensación de la calcita, una barrera geoquímica que marca el límite donde el agua tiene la suficiente acidez como para disolver las conchas de los foraminíferos planctónicos (organismos que utilizados como indicadores paleoecológicos).


El hallazgo ha arrojado nuevos datos sobre la extinción masiva que sufrió la Tierra. La palinóloga Vivi Vajda (coautora también del estudio) del Museo de Historia Natural de Suecia ha demostrado por vez primera que la vegetación sufrió una mortandad masiva en el límite K/T incluso en los trópicos. Anteriormente sólo se había encontrado sobreabundancia de esporas de helechos en altas latitudes como Japón o Nueva Zelanda. Siendo un buen indicativo debido a su resistencia y tendencia a colonizar ambientes catastróficos, es la primera vez que se hallan en latitudes templadas y tropicales.
"El impacto produjo una serie de perturbaciones medioambientales en cadena", relata José Antonio Arz. Se produjo un pulso de calor de hasta 80 grados centígrados de media por lo que muchos bosques ardieron espontáneamente. A esto hay que sumarle la lluvia de rocas incandescentes (tectitas) mencionada anteriormente. "Los terremotos provocados por el impacto (que dejó un cráter de 200 kilómetros de diámetro enterrado bajo cientos de metros de sedimentos) llegaron a ser de intensidad 13 en la escala de Richter, algo casi inimaginable hoy en día", añade el paleontólogo.

El hongo que mata a los anfibios proviene de Corea.

El Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) (España) ha participado, junto a 37 instituciones científicas más, en el análisis de 230 muestras del hongo Batrachochytrium dendobatidis para secuenciar su genoma. Los resultados, que se publican hoy en la revista Science, revelan la existencia de cuatro linajes genéticos. Tres están distribuidos por todo el mundo, el cuarto solo se encuentra en ranas nativas de la península de Corea. El linaje coreano es el más parecido al ancestro que originó todos los linajes actuales del hongo y presenta mayor diversidad genética que el resto. Los investigadores urgen prohibir el comercio de anfibios como mascotas para asegurar la supervivencia de las especies vulnerables.

Las herramientas genéticas han permitido descubrir que, contrariamente a lo que se pensaba, la enfermedad se ha extendido por el mundo fundamentalmente en los últimos 50 a 120 años, coincidiendo con la expansión del comercio global. “Paradójicamente, el mismo mundo globalizado que nos permite tener mascotas del otro lado del mundo en nuestras casas, puede provocar que nuestros hijos nunca lleguen a conocer muchas de las especies que llevan miles de años conviviendo con el ser humano”, se lamenta el investigador del MNCN Jaime Bosch, descubridor del primer brote causado por este hongo en Europa y uno de los firmantes del estudio.

“La prohibición del comercio de especies no es un capricho”, apunta Bosch. Hace menos de cuatro años descubrieron la existencia Batrachochytrium salamandrivorans, una segunda especie del hongo que está devastando las poblaciones centroeuropeas de salamandras. “Ese hongo llegó hasta Europa a través de la red de venta de anfibios como mascotas. Mantener este mercado es extremadamente arriesgado dado el altísimo riesgo de que pueda extender por el mundo nuevas formas de este hongo desconocidas hasta el momento”, continúa.

“Haber descifrado el genoma y los linajes el hongo es un primer paso para lograr curarlo y, hasta que ese momento llegue, es imprescindible tratar de frenar su expansión”, concluye el científico.

viernes, 11 de mayo de 2018

El virus silencioso que lleva milenios matándonos

La hepatitis B es uno de los virus más letales de la historia. En la actualidad infecta crónicamente a 257 millones de personas. Este virus se multiplica en el hígado y basa su éxito en su capacidad de pasarle inadvertido al sistema inmune y de refugiarse en este órgano. Hay una vacuna muy eficaz contra el virus de la hepatitis B, y sin embargo hay muchas infecciones. El problema aparece en niños que no pueden ser vacunados o e personas que se infectaron antes de ser vacunados. En algunos casos, cuando se produce la infección y el sistema inmune está debilitado, la infección del virus se cronifica. Los tratamientos permiten reducir la presencia de patógenos en sangre, pero el virus queda oculto en el hígado. En concreto, su material genético queda escondido dentro de las células y no es detectado por las defensas del organismo. «Es un virus sigiloso. Pasa inadvertido para las células». Al mismo tiempo, aumenta las probabilidades de sufrir complicaciones hepáticas o incluso cáncer. Todo apunta a que ha estado atacando al hombre durante muchos milenios.
El virus de la hepatitis B más antiguo fue encontrado en una momia del siglo XVI. Las cada vez más potentes y baratas tecnologías de secuenciación están permitiendo a los científicos dos cosas muy importantes: por una parte recuperar genomas de personas que vivieron en el pasado y, por otra, leer ahí las secuencias de los virus de entonces. Gracias a esto, dos estudios acaban de reconstruir parte del que podría ser el pasado del virus de la hepatitis B. Los investigadores han comparado las secuencias del ADN de estos antiguos virus con los actuales, y han tratado de estimar así cuál puede ser la antigüedad de este virus, si su tasa de cambio fuera constante. Así, han estimado que el nacimiento del virus se produjo hace 21.000 a 8.600 años. Los autores han concluido que el virus no ha cambiado mucho en los últimos 500 años, aunque antes su historia fue más compleja.

La explicación más común dice que el virus de la hepatitis B humano pudo surgir en África. Allí pudo «saltar» entre varios grupos de primates, humanos, chimpancés y gorilas, por el contacto entre personas y carne contaminada. Después, las oleadas de salida de África de los humanos pudieron arrastrar consigo a este virus, lo que permitió que se diferenciase de los virus de los otros primates. Pero los hallazgos de Willerslev sugieren que el virus pudo aparecer en Europa, Asia e incluso América, y desde allí extenderse a humanos y otros primates de África, justo coincidiendo con un momento en que aparecieron rutas comerciales y las poblaciones humanas tenían más entidad.
El investigador Hendrik Poinar, genetista de la Universidad Mcmaster (Canadá) y no implicado en estas investigaciones, ha dicho en Sciencemag.com que estas ideas son muy especulativas. «Es muy arriesgado decir algo sobre el momento en que apareció el virus de la hepatitis B». Sin embargo, ha resaltado que muestran un fragmento de una larga historia: «Esta interacción entre virus y humanos ha sido una dinámica que ha tenido lugar durante milenios»

"Con quinoa" no significa que sea más sano

La quinoa está de moda. No tenemos más que echar un vistazo a la infinidad de productos que la están incorporando como ingrediente, destacando su presencia en el etiquetado, aunque muchas veces la cantidad en la que esté presente en el producto final sea ridícula.

Este pseudocereal es una opción más si queremos complementar nuestros platos de comida con una buena fuente de hidratos de carbono y algo más de proteínas que lo que nos aportaría una ración de arroz o cuscús integral. Pero no se trata de ningún súper alimento, como nos la suelen vender, con el poder de transformar un producto insano en algo saludable por arte de magia.
Un ejemplo de esto último es el invento del chorizo con quinoa. Un producto que supuestamente ha sido diseñado con el objetivo de mejorar la calidad nutricional del chorizo de toda la vida. ¡Cómo si no hubiera otros productos en los que invertir tiempo y dinero para mejorarlos nutricionalmente antes que un embutido!
La Organización Panamericana de la Salud y la oficina regional para las Américas de la OMS, ha elaborado la clasificación NOVA de los alimentos según el grado de procesamiento o transformación que sufre el alimento durante el proceso de producción. El procesado de los alimentos tiene implicaciones directas en la salud de los consumidores, no es lo mismo por ejemplo, comerte una naranja a gajos que beberte el zumo de varias naranjas.Un producto cárnico ultraprocesado, por mucha quinoa que le añadan como ingrediente, seguirá siendo un producto cárnico ultraprocesado. La OMS ya nos alertaba hace un par de años de que el consumo de carne procesada aumenta el riesgo de sufrir cáncer. Esta premisa debería de ser suficiente para no seguir invirtiendo recursos en la creación de embutidos saludables.
Los productos comestibles altamente procesados (ultraprocesados), como es el caso del chorizo (con o sin quinoa), son elaborados principalmente con ingredientes industriales y poco saludables. El ultraprocesamiento no tiene como objetivo crear alimentos más nutritivos o sanos, sino elaborar productos que duren mucho, sean apetecibles y sobre todo rentables.
La OPS/OMS, en la clasificación de los alimentos y sus implicaciones en la salud, nos informan de que:
¿Por qué nos podemos encontrar productos etiquetados “con quinoa” con cantidades ridículas de quinoa? Pues porque la legislación lo permite y porque poner “con quinoa” hace que el producto en cuestión parezca más saludable de lo que en realidad es.“Muchos productos ultraprocesados se promueven y se ofrecen por mecanismos que son engañosos, pretendiendo imitar a los alimentos naturales o platos tradicionales, usando aditivos que reproducen aromas, sabores y colores. Por otra parte, a menudo estos productos se publicitan con imágenes y mensajes en la etiqueta o publicidad, para atraer consumidores, creando una falsa impresión de ser saludables, mediante la adición de vitaminas, minerales y otros compuestos, lo que permite a los fabricantes hacer ‘alegaciones de salud’, que son falsas.”
Las declaraciones nutricionales son esos anuncios que suelen ir en la parte frontal de los productos, en los que los fabricantes nos resaltan alguna característica del producto, como por ejemplo “bajo en grasas” o “alto contenido en fibra”. Están autorizadas solo unas pocas declaraciones nutricionales, pero los fabricantes pueden anunciar que su producto contiene un determinado ingrediente, como en este caso la quinoa (mientras que para ello no se establezcan condiciones específicas en el Reglamento 1169/2011). Por este motivo, nos podemos encontrar desde chorizos hasta chocolatinas etiquetadas “con quinoa” independientemente de la cantidad que contengan.
El consumo de productos ultraprocesados como la bollería industrial, las galletas y los embutidos está directamente relacionado con la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Estas enfermedades, junto con la obesidad y la diabetes, son las causantes del mayor número de muertes en la actualidad.
Es fundamental que las personas no solo sepan lo que tienen que comer en mayor o menor cantidad, sino que también conozcan que el grado de procesamiento (formación o transformación) que ha sufrido un producto puede disminuir su calidad nutricional y contribuir al desarrollo de enfermedades. Aunque nos lo anuncien como todo lo contrario.

Descubren una proteína que podría prevenir la metástasis en cáncer de mama HER2 positivo

El equipo del investigador del Montreal Clinical Research Institute (IRCM) y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Montreal, Jean-François Côté, ha descubierto una proteína que, una vez desactivada, podría prevenir el desarrollo de metástasis en un tipo de cáncer agresivo, el cáncer de mama HER2 positivo. En el trabajo, realizado en modelos experimentales y con muestras de células tumorales tomadas de pacientes con cáncer, y publicado en ‘Cell Reports’, los científicos han observado que esta proteína, denominada AXL, influye en la aparición de metástasis en el cáncer HER2-positivo, en el que las células con altos niveles de AXL tienen más probabilidades de desprenderse de los tumores para formar metástasis. Además, los expertos han observado que en mujeres con cáncer HER2-positivo, se encontró que cuanto menos AXL está presente, mejor es la tasa de supervivencia. De hecho, anteriormente, los investigadores habían vinculado la proteína AXL con otro tipo de cáncer, el cáncer de mama triple negativo, si bien nadie había examinado su presencia en cáncer HER2 positivo. “Con base en este descubrimiento, un tratamiento dirigido a AXL podría reducir el riesgo de metástasis”, ha aseverado Côté, quien ha informado de que administraron una terapia farmacológica inhibidora de AXL a modelos con tumores HER2-positivos y descubrieron que las metástasis eran menos propensas a desarrollarse. El fármaco se está probando actualmente en ensayos clínicos para diversos usos terapéuticos. Si los estudios posteriores tienen tanto éxito, este tratamiento también podría usarse para tratar pacientes con cáncer de mama y actuaría como un complemento de las terapias dirigidas al tumor HER2-positivo. “En este momento, estamos comprobando si el entorno del tumor, como los vasos sanguíneos y el sistema inmunológico, se ve afectado cuando se inhibe el AXL. Al tener una mejor idea del fenómeno, será un paso más hacia el tratamiento de la enfermedad”, han zanjado los científicos.

La clave para vencer al cáncer resistente está en hallar sus vulnerabilidades ‘adaptativas’

Las resistencias farmacológicas constituyen uno de los principales problemas en la lucha contra el cáncer. Y es que de nada sirve contar con fármacos muy potentes y eficaces si las células cancerígenas acaban encontrando la manera de ‘sortear’ sus efectos. Sin embargo, el desarrollo de estas resistencias también tiene un coste para los tumores: para adaptarse a la nueva situación, que no es sino sobrevivir a la exposición al fármaco para continuar con su labor destructora, las células cancerígenas deben poner en marcha mecanismos que pueden debilitarlas. Así, y una vez aparecida la ‘fortaleza’ –en este caso, la resistencia–, de lo que se trataría es de encontrar la ‘vulnerabilidad’. Y en este contexto, investigadores del Instituto del Cáncer de los Países Bajos en Ámsterdam (Países Bajos) parecen haber hallado una vulnerabilidad de las células resistentes de melanoma y, lo que es más importante, cómo aprovecharla para destruirlas de una vez por todas. Como explica Rene Bernards, director de esta investigación publicada en la revista «Cell», «las resistencias farmacológicas parecen inevitables, pues los tumores están continuamente adaptándose. En los últimos 40 años hemos ideado múltiples vías para prevenir la resistencia en el cáncer, y ahora, pienso que ha llegado el momento de aceptar que las cosas son como son y ver si podemos encontrar las nuevas vulnerabilidades asociadas con las resistencias. Así, podríamos aprovechar clínicamente esta sensibilidad y mantener el cáncer bajo control por un largo periodo de tiempo». El gen ‘BRAF’ juega un papel fundamental a la hora de regular la división de las células sanas del organismo. El problema es que cuando aparece una mutación en este gen, la vía de señalización que regula la proliferación celular se viene ‘abajo’ y las células se dividen de forma descontrolada, lo que da lugar a la aparición de un tumor. Así sucede en distintos tipos de cáncer, caso del melanoma. De hecho, más de la mitad de las células de melanoma de los pacientes con la enfermedad portan una mutación en este gen ‘BRAF’. Entonces, ¿qué se puede hacer? Pues administrar un fármaco que inhiba este gen para deje de enviar a las células la orden para que se sigan dividiendo. Y estos inhibidores de BRAF, ¿funcionan? Pues sí, pero solo durante un tiempo. Y es que al cabo de unos meses, las células se acaban adaptando, la vía de señalización original se vuelve a activar y el tumor vuelve a crecer, por lo general de forma más agresiva. Y esta adaptación de las células tumorales, o lo que es lo mismo, el desarrollo de resistencia a los inhibidores de BRAF, ¿no conlleva ningún coste para el tumor? ¿Ninguna vulnerabilidad añadida? Pues para averiguarlo, los autores utilizaron cultivos de células humanas de melanoma, le añadieron el fármaco y esperaron a ver qué pasaba. Y lo que vieron es que las células que desarrollaron resistencia y que, por ende, se habían vuelto hiperactivas, producían grandes cantidades de especies reactivas del oxígeno. Algo que no sucedía en las células cancerígenas que seguían siendo sensibles al fármaco. Las especies reactivas del oxígeno –los consabidos ‘radicales libres’– son un arma de doble filo: juegan un papel fundamental en la transmisión de señales dentro de las células –tanto sanas como cancerígenas–, pero cuando su cantidad es excesiva provocan daños en el ADN que impide que las células puedan dividirse. Es más; alcanzado un ‘punto crítico’, la acumulación de especies reactivas del oxígeno causa la muerte celular. Por tanto, la producción excesiva de radicales libres es el precio que tienen que pagar las células de melanoma que desarrollan resistencia. De hecho, el estudio muestra que la acumulación de estas especies reactivas acaba provocando que estas células resistentes también dejen de dividirse. Pero aun así no mueren. Hace falta algo más. Como indica Rene Bernards, «cuando vimos los resultados, pensé que quizás podíamos dar a estas células tumorales resistentes hiperactivas un último empujón hacia la muerte al dejarlas producir aún más radicales libres». Dicho y hecho: los autores expusieron a los cultivos celulares a una molécula que estimula la formación de estos radicales. ¿Y qué pasó? Pues que solo las células resistentes murieron. No así las células que, igualmente cancerígenas, seguían siendo sensibles a los inhibidores de BRAF. El siguiente paso fue repetir el experimento con un organismo vivo. Y para ello, los autores utilizaron un modelo animal –ratón– al que provocaron un melanoma resistente y administraron un fármaco que, denominado ‘vorinostat’ y aprobado hace más de 15 años para su uso clínico, es bien conocido por promover la producción de radicales libres. ¿Y qué sucedió? Pues que gracias al tratamiento con vorinostat, los tumores acabaron ‘encogiendo’. Por tanto, la estrategia frente al melanoma con mutaciones en el gen ‘BRAF’ sería la siguiente: tal y como se hace en la actualidad, administrar un inhibidor de BRAF, pero cuando el tumor se vuelva resistente –lo que sucede al cabo de unos 12 meses–, suspender el tratamiento con el inhibidor e iniciar inmediatamente terapia con vorinostat durante un mes para matar a las células resistentes. Una estrategia que los autores ya han evaluado en un ensayo clínico con una pequeña muestra de pacientes humanos y que ha demostrado ser efectiva. Pero hacen falta estudios más grandes. Y los autores ya se han puesto manos a la obra. Como concluye Rene Bernards, «ahora que ya sabemos que esta estrategia funciona, queremos ir un poco más allá. Vamos a analizar la sangre de los pacientes cada mes en búsqueda de mutaciones en el ADN tumoral, y en cuanto veamos un rastro de resistencia administraremos brevemente vorinostat para cortarla de raíz. Así, y una vez hecho esto, volveremos al inhibidor de BRAF hasta que volvamos a detectar una resistencia. Esperamos que con esta estrategia podamos mantener el cáncer bajo control durante más tiempo». Es más; los autores también pondrán en marcha un segundo estudio para ver si este ‘empujón’ hacia la senescencia en el melanoma también es efectivo en otros tipos de cáncer. Y para ello, ya han recibido una ayuda de 2,5 millones de euros del Consejo Europeo de Investigación.

Por qué es una mala noticia que la industria se aproveche del auge vegano

Nadie con ojos en la cara puede negar que en los últimos tres años hemos vivido un auge tremendo del vegetarianismo. Es evidente que el interés por la alimentación vegetariana ha experimentado un aumento importante y, aunque lo podemos constatar en muchos frentes, hoy me quiero ocupar del aumento de la presencia de productos etiquetados como “vegan” en las tiendas de alimentación.

Todo ello, además, convenientemente etiquetado como vegan, así como también han incluido esa señalización en productos que ya son veganos per se, como los gazpachos o algunos procesados vegetales como el tomate frito. También están etiquetadas como tales algunas referencias de bollería y panes.En los supermercados de barrio, las bebidas vegetales ya ocupan en el lineal prácticamente el mismo espacio que ocupa la leche de vaca. En la nevera de los lácteos hay cada vez más sabores de yogures de soja y tienen un hueco varias referencias de postres vegetales a base de avena, arroz o coco. En la zona de precocinados encontramos varios tipos de hamburguesas y salchichas vegetales, seitán, tofu, falafel y humus de varios tipos. En los pasillos de congelados hay croquetas veganas, lasaña y helados de varios tipos 100% vegetales. Junto a los macarrones está la soja texturizada. Hay sushi vegano y hasta veganesa (mayonesa vegana). Y probablemente, pronto, habrá un montón de productos más que harán las delicias de parte del colectivo que los consume con fruición.
Si las cadenas de supermercados hacen este esfuerzo por ampliar su surtido de productos enfocados a los interesados en la alimentación vegetariana, y en adaptar su etiquetado, es porque han detectado una demanda y un nicho de mercado lo suficientemente amplio para que esto les salga rentable tanto económicamente como con respecto a imagen.
Pero no solo son los supermercados, marcas como Campofrío, que en 2008 ridiculizaba a los vegetarianos en su publicidad, sacaron en 2017 una línea de embutido vegetal y venden también salchichas de soja. Carro al que ya se había subido con anterioridad otra conocida marca de procesados cárnicos: Noel. Por su parte, la compañía chacinera Argal sacó también una línea de platos precocinados con sello vegan. Y La Piara vende untables vegetales. No sé si os estáis quedando con el dato: la industria cárnica está abriéndose nicho de mercado vegetariano, como ya hizo la industria láctea hace años (Pascual o Central Lechera Asturiana fueron de las primer marcas en poner bebidas vegetales en los lineales).
Y mientras escribo estas líneas, me entero por Facebook de que Cacaolat lanza al mercado la versión vegana de su popular batido de chocolate, a base de bebida de avena. Suma y sigue.
¿Y no son buenas noticias?
Pero si lo miramos desde un punto de vista estrictamente nutricional o de la salud, el panorama ya no pinta tan bien. Buena noticia sería que cada vez se vendieran menos productos poco saludables y más frutas y verduras, no al revés, por muy bien etiquetados como vegan que estén.No os negaré que personalmente me gusta constatar que el movimiento vegetariano está en auge, porque eso significa que cada vez hay más personas conscientes, comprometidas con la justicia social, la sostenibilidad, el trato justo a los animales o replanteándose el patrón de consumo actual. Tengamos en cuenta que un gran porcentaje de vegetarianos y sobre todo veganos, son además activistas en algún campo. Todo ello nos convierte en una sociedad mejor, que camina hacia un futuro más justo y más sostenible.
Hoy se puede llevar tranquilamente una alimentación vegana basada en ultraprocesados sin pisar nada más que un super de barrio, os lo demuestro:
  • Desayuno: batido de bebida de soja y cacao azucarado con un cruasán vegano
  • Media mañana: un refresco de cola y un sándwich de pan de molde blanco con mortadela vegana y margarina.
  • Aperitivo: una cerveza y cacahuetes fritos con sal.
  • Comida: arroz blanco con tomate frito y salchichas veganas. De postre un helado de soja de vainilla
  • Merienda: café con bebida vegetal azucarada y galletas etiquetadas como vegan, por ejemplo unas Oreo.
  • Cena: croquetas de espinacas veganas precocinadas con patatas fritas y veganesa. De postre un yogur de soja sabor frutas del bosque azucarado.
  • Ahí lo tenéis, un menú 100% vegano que hubiera sido impensable hace apenas unos pocos años, por falta de disponibilidad de productos. Un menú en el que lo más sano que encontramos es el café, si no llevara bebida vegetal azucarada, claro. Un menú en el que lo más parecido a una verdura es el tomate frito, o las espinacas de las croquetas. Y lo que más se acerca a una fruta es la mora dibujada en el bote del yogur.

“Vegano” no significa “saludable”

Es obvio, dada la enorme oferta in crescendo, que todos esos productos no los está consumiendo sólo la población vegetariana. Ya me gustaría, pero no son tantos. Esas bebidas vegetales azucaradas y esas hamburguesas vegetarianas hechas de cereal refinado, aceite de girasol, un 10% de verduras y un mísero 5% de algún alimento proteico vegetal, se las están llevando a casa muchas familias pensando que son opciones saludables. Un embutido vegano es almidón, grasa de mala calidad, saborizantes y sal. Pero la gente ve la uve en color verde, unas hojitas dibujadas en el paquete y un 100% vegetal y creen que están comprando prácticamente lechuga.
Y la industria alimentaria se está aprovechando mucho de esta connotación de saludable que envuelve al producto vegano para vendernos los ingredientes más baratos y más insanos que podemos comprar, ya que los ingredientes que hacen poco recomendables los productos altamente procesados no son de origen animal: azúcar añadido en cualquier formato (sacarosa, siropes, melazas, dextrosa, glucosa…). Prácticamente todo el azúcar añadido es de origen vegetal, a excepción de la miel. Grasas poco saludables como las grasas hidrogenadas, los aceites refinados y la grasa de palma. Harinas refinadas y sal. Este es el cuarteto que inunda los productos muy procesados y que los hace insalubres, y el veganismo no es inmune a ninguno de ellos.
Por eso importante tener en cuenta una cosa: que un producto lleve el sello “vegan”, la “V-label” o cualquier otra leyenda que lo identifique como producto 100% vegetal, solamente alude al origen de los ingredientes que lo conforman. No dice absolutamente nada de su salubridad.
¿Sabéis que productos veganos son saludables? Las frutas, verduras y hortalizas, las legumbres y sus derivados (tofu, tempeh, soja texturizada), los frutos secos, el aceite de oliva, las semillas, los cereales integrales… Y casi ninguno va etiquetado como vegan.
Si quieres reducir el consumo de productos de origen animal y comer saludable, no cambies el salchichón por embutido vegano, cámbialo por almendras. No cambies las Frankfurts por salchichas o burguers veganas, cámbialas por legumbre. No cambies las natillas por un postre de avena, cámbialas por fruta.
Una llamada de atención a los vegetarianos:
Y sí, los vegetarianos también compran esos productos. Y me da pena ver como un colectivo que lo tenía todo a favor para encabezar el movimiento por una alimentación más rica en fruta, verdura y legumbres de proximidad y de temporada, que es algo que encaja completamente con los valores que defiende, está obnubilado por los nuevos productos veganos y haciendo una fiesta en redes sociales cada vez que sale un nuevo ultraprocesado vegano bajo la excusa de que está bien que haya más oferta, que tienen derecho a elegir y que al menos puede que haya alguien que compre la versión vegana en lugar de la tradicional, disminuyendo así la demanda de productos animales.
Y yo os digo que nos estamos conformando con muy poco y que nos están consiguiendo como clientes de manera muy fácil, a nosotros, que somos el reservorio del consumidor crítico y que lee las etiquetas por excelencia, nos están ganando con una uve verde dibujada en el envase. Pensadlo.