jueves, 2 de mayo de 2019

Inmunoterapia personalizada para el tratamiento del cáncer.

En la última década, se han desarrollado dos procedimientos fundamentales para aumentar la potencia antitumoral del sistema inmune.

Uno de ellos se basa en eliminar un freno natural que tiene el sistema inmune. Este freno es necesario en condiciones normales para evitar una actividad excesiva y dañina de las células del sistema inmune sobre los tejidos sanos. Pero si la persona desarrolla un cáncer, es conveniente eliminar estos frenos y que el sistema inmunológico desarrolle todo su potencial contra el tumor. Los descubrimientos de estos frenos y de cómo liberarlos, por parte de los doctores James P. Allison y Tasuku Honjo, han merecido el Nobel de Medicina 2018.

El segundo procedimiento se basa en recoger células del sistema inmune del paciente y modificarlas en el laboratorio para que tengan un mayor efecto antitumoral. Para ello se seleccionan y expanden las células inmunes que  infiltran los tumores (los denominados linfocitos T infiltrantes).

Pero es la modificación genética de las células inmunes la que está dando lugar a unos resultados más impresionantes en la lucha contra el cáncer. Esta modificación genética consiste en la introducción de 3 genes en las células inmunes. Uno de ellos hará que estas células ataquen específicamente el tumor, el segundo gen hará que la célula se active y prolifere en cuanto se ponga en contacto con el tumor, y el tercer gen hará que la célula inmune persista en la sangre del paciente hasta que ya no sea necesaria. A estas células modificadas de esta manera les llamamos células CARs.

Otros tipos de tratamiento personalizado son las llamadas “vacunas antitumorales” que ayudan a los linfocitos a que reconozcan más y mejor el tumor del paciente. Aunque los resultados hasta la fecha han sido muy limitados, existen numerosos estudios evaluando nuevas formas de vacunar a los pacientes con cáncer o a la población con riesgo elevado de padecer un cáncer concreto.

No hay lugar a dudas que estamos ante los inicios de la terapia inmunológica contra el cáncer. En los próximos años se incorporarán tratamientos y estrategias terapéuticas aún más personalizadas que conseguirán mejorar la salud de los pacientes que sufren esta enfermedad.

Fuente: Salud y Medicina (El País).

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