viernes, 10 de mayo de 2019

Las personas obesas perciben menos el sabor de los alimentos.

Las personas obesas perciben menos el sabor que las que no lo son y tiene una influencia genética, lo que puede ser determinante para diseñar dietas personalizadas más eficaces.

Los científicos han demostrado una relación inversa entre el peso, obesidad y perímetro de la cintura y la percepción del sabor, aunque reconocen que los resultados "no permiten saber si esta relación es causa o consecuencia".

Por un lado, conclusiones recientes en ratones han demostrado que la inflamación que suele existir en la obesidad es capaz de destruir las papilas gustativas.

Al mismo tiempo, los científicos han identificado un gen relacionado con la percepción del sabor denominado "LRRC2", gracias al análisis del genoma de los participantes y que, también está vinculado al asma y otras enfermedades pulmonares.

Con estos resultados, el equipo científico pone de manifiesto la necesidad de tener en cuenta la capacidad de percepción de los distintos sabores por cada persona a la hora de pautar dietas para prevenir o tratar la obesidad.


Una de las explicaciones del resultado del estudio podría ser que la inflamación que suele existir en la obesidad es capaz de destruir las papilas gustativas.

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