domingo, 12 de mayo de 2019

El dinosaurio que volaba con alas de murciélago

En la década de 1860, pocos años después de la publicación de El origen de las especies, los trabajadores de una cantera en Baviera retiraron una gran losa de piedra, dejando al descubierto el esqueleto de una extraña criatura sepultada allí desde hacía 150 millones de años. Tenía garras afiladas, mandíbulas cubiertas de dientes y una larga cola ósea, como la de un reptil; pero además presentaba plumas y alas, como un pájaro. El biólogo Thomas Henry Huxley -amigo personal de Darwin y uno de sus defensores más decididos- se dio cuenta de que la bestia, llamada Archaeopteryx, poseía una extraña semejanza con pequeños dinosaurios carnívoros, como el Compsognathus, y propuso una idea radical: el fósil pertenecía a un antecesor de las aves, que habrían evolucionado a partir de los dinosaurios.Desde entonces más de 150 años de descubrimientos científicos en todo el mundo han ido dando la razón a Huxley. Y China en particular ha aportado más fósiles que ningún otro país para apoyar las teorías del biólogo inglés. El último en esta nutrida lista es un pequeño dinosaurio con alas de murciélago, hallado en la provincia de Liaoning, que se describe por primera vez este jueves en un artículo en la revista Nature. Desenterrado por miembros de la Academia China de Ciencias, se trata de un espécimen que vivió hace 163 millones de años y que proporciona valiosa información sobre los antecesores de las aves y de cómo la naturaleza experimentó con diferentes estructuras anatómicas antes de conquistar la capacidad de volar.Bautizado por sus descubridores como Ambopteryx longibrachium, el fósil pertenece a la familia de los escansoriopterígidos, pequeños dinosaurios emplumados, que tenían manos alargadas y dedos muy largos, con los que trepaban y se desplazaban por los árboles. En 2015 otro equipo de científicos chinos descubrió los restos de un miembro de esta familia que presentaba un hueso de 13 centímetros de largo en cada muñeca, además de pequeños parches de tejido membranoso adheridos alrededor de su esqueleto. El hallazgo demostraba que estos animales no eran sólo trepadores, sino que podían planear o volar distancias cortas gracias a una estructura anatómica nunca antes vista en dinosaurios, sólo en mamíferos o pterosaurios. Aquel animal recibió el nombre de Yi qi, que significa 'extraña ala'.
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