En ocasiones, casos clínicos excepcionales llevan a descubrimientos genéticos con gran potencial para el desarrollo de tratamientos para un gran número de personas. Este podría ser el caso de Jo Cameron, una mujer con insensibilidad al dolor, cuyo análisis del genoma ha permitido identificar un mecanismo de supresión del dolor y plantear nuevas soluciones terapéuticas que podrían beneficiar a miles de personas.
Los investigadores analizaron el ADN de la familia y detectaron que Jo presentaba una microdeleción de 8 kilobases cerca del extremo terminal del gen FAAH, además de un alelo hipomórfico de un polimorfismo en ese mismo gen. Ninguna de las dos variantes estaba presente en la madre y la hija del paciente, mientras que el hijo que había reportado cierta insensibilidad al dolor era portador de la microdeleción.
FAAH codifica para una enzima que hidroliza lípidos bioactivos, entre los que se encuentran algunos neuromoduladores como la anandamida, que interviene en la percepción del dolor, la ansiedad y la depresión (entre otras características) a través de rutas de señalización por canabinoides. El alelo hipomórfico que presenta la escocesa reduce la actividad de la enzima FAAH y ha sido relacionado en estudios previos con cierta reducción en la sensibilidad al dolor. La microdelección identificada se encuentra en un pseudogén de FAAH.
Los investigadores seguirán analizando la función del pseudogén FAAH-OUT a partir de células de Jo Cameron. Además, señalan que podría haber más personas con insensibilidad al dolor portadoras de la variante presente en Jo u otras similares y cuyo análisis podría resultar igualmente valioso para la investigación y desarrollo de tratamientos.
lunes, 13 de mayo de 2019
El impacto del 94% de las especies exóticas marinas se desconoce
Una investigación publicada en la revista Nature Ecology & Evolution, afirma que solo se conoce el efecto en la biodiversidad del 6% de las especies exóticas marinas. El desplazamiento de estos grupos de fauna fuera de sus rangos geográficos nativos ha aumentado en las últimas cinco décadas, convirtiéndose así en una de las principales amenazas ambientales.
En general, los descubrimientos indican que, analizadas en conjunto, estas reducen significativamente las propiedades ecológicas de las comunidades nativas marinas. Sin embargo, la mayoría tienen unos efectos modestos en los entornos marinos e incluso pueden llegar a ser efectos positivos.
El impacto de las especies estudiadas varía dependiendo de la localidad y el tiempo donde se analice.
Tiene unos efectos más negativos sobre sus presas, como por ejemplo las almejas y otros bivalvos. En cambio, la macroalga Caulerpa cylindracea, nativa de Australia occidental y que se puede encontrar en el Mediterráneo, ejerce los mayores efectos negativos sobre la abundancia y diversidad de otras macroalgas.
En general, los descubrimientos indican que, analizadas en conjunto, estas reducen significativamente las propiedades ecológicas de las comunidades nativas marinas. Sin embargo, la mayoría tienen unos efectos modestos en los entornos marinos e incluso pueden llegar a ser efectos positivos.
El impacto de las especies estudiadas varía dependiendo de la localidad y el tiempo donde se analice.
Tiene unos efectos más negativos sobre sus presas, como por ejemplo las almejas y otros bivalvos. En cambio, la macroalga Caulerpa cylindracea, nativa de Australia occidental y que se puede encontrar en el Mediterráneo, ejerce los mayores efectos negativos sobre la abundancia y diversidad de otras macroalgas.
La Humanidad está perdiendo su capacidad de prestar atención
Están cambiando las instituciones, el conocimiento cultural, las relaciones personales e incluso el ritmo de vida, hasta el punto de parece que el tiempo pasa más rápido,se han encontrado síntomas de aceleración en la transmisión de información por Twitter, en la literatura o en las películas: por ejemplo, se ha concluido que los largometrajes tienden a ser más cortos, a tener más movimiento y a ser más oscuros, muy probablemente para retener la atención de los espectadores.
La población está reduciendo el tiempo que dedica a la atención de una misma cosa.
De esta forma, observaron que la gente cambia más rápidamente de un asunto al siguiente, a la vez que se ha dado un aumento del ritmo de producción y consumo de contenidos. La consecuencia, es que, colectivamente, se dedica menos tiempo de atención a cada cosa.
Los investigadores pretenden averiguar si, además de afectar a la atención colectiva, la abundancia de información también afecta a la atención que los individuos dedican a las cosas o a su capacidad de evaluar la información que consumen.
La población está reduciendo el tiempo que dedica a la atención de una misma cosa.
De esta forma, observaron que la gente cambia más rápidamente de un asunto al siguiente, a la vez que se ha dado un aumento del ritmo de producción y consumo de contenidos. La consecuencia, es que, colectivamente, se dedica menos tiempo de atención a cada cosa.
Los investigadores pretenden averiguar si, además de afectar a la atención colectiva, la abundancia de información también afecta a la atención que los individuos dedican a las cosas o a su capacidad de evaluar la información que consumen.
Mutaciones en el gen PANX1 causan la muerte de los oocitos y dan lugar a infertilidad en mujeres
Mutaciones en la proteína pannexina 1, que interviene en la comunicación celular, pueden dar lugar a infertilidad femenina, acaba de revelar un reciente estudio de la Universidad Fudan en Shanghái.
Los investigadores identificaron cuatro familias no relacionadas en las que algunas de las mujeres presentaban, con un patrón de herencia mendeliana, un tipo de infertilidad caracterizada por la muerte de los oocitos al ser cultivados in vitro antes o después de ser fecundados.
El equipo analizó el exoma o parte codificante del genoma en algunos de los miembros de las famlias y detectó que aquellas mujeres que presentaban infertilidad eran portadoras de una mutación en una de las copias del gen PANX1.
Analizaron los patrones de expresión de PANX1 en diferentes tejidos y etapas del desarrollo y encontraron que la expresión del gen es máxima en los ovocitos, en los embriones de ocho células y en el cerebro.
Los resultados del trabajo muestran que PANX1 tiene un papel en el desarrollo de los ovocitos humanos y relacionan por primera vez la presencia de mutaciones en este gen con una condición patológica humana, en este caso la infertilidad femenina. Además, el estudio apunta a PANX1 como una potencial diana terapéutica para el tratamiento de la infertilidad femenina.
Los investigadores identificaron cuatro familias no relacionadas en las que algunas de las mujeres presentaban, con un patrón de herencia mendeliana, un tipo de infertilidad caracterizada por la muerte de los oocitos al ser cultivados in vitro antes o después de ser fecundados.
El equipo analizó el exoma o parte codificante del genoma en algunos de los miembros de las famlias y detectó que aquellas mujeres que presentaban infertilidad eran portadoras de una mutación en una de las copias del gen PANX1.
Analizaron los patrones de expresión de PANX1 en diferentes tejidos y etapas del desarrollo y encontraron que la expresión del gen es máxima en los ovocitos, en los embriones de ocho células y en el cerebro.
Los resultados del trabajo muestran que PANX1 tiene un papel en el desarrollo de los ovocitos humanos y relacionan por primera vez la presencia de mutaciones en este gen con una condición patológica humana, en este caso la infertilidad femenina. Además, el estudio apunta a PANX1 como una potencial diana terapéutica para el tratamiento de la infertilidad femenina.
¿Por qué el rostro humano es como es?
El rostro de los humanos modernos es completamente diferente al de nuestros antepasados
Como homíninos de cerebro grande y rostro corto, nuestras caras resultan muy diferentes de las de otros homíninos ya extintos, como los neandertales, así como de las de nuestros parientes vivos más cercanos, los bonobos y los chimpancés.
Según explican los investigadores en un artículo recién publicado en Nature Ecology and Evolution, la necesidad de comunicarse socialmente nunca se había considerado como un factor importante en la evoliución de los rasgos faciales de los humanos modernos. Pero nuestros rostros, opinan los autores, deben considerarse como el resultado de una combinación de influencias muy diversas, que van desde lo puramente biomecánico hasta lo fisiológico y, también, lo social.
Como homíninos de cerebro grande y rostro corto, nuestras caras resultan muy diferentes de las de otros homíninos ya extintos, como los neandertales, así como de las de nuestros parientes vivos más cercanos, los bonobos y los chimpancés.
Según explican los investigadores en un artículo recién publicado en Nature Ecology and Evolution, la necesidad de comunicarse socialmente nunca se había considerado como un factor importante en la evoliución de los rasgos faciales de los humanos modernos. Pero nuestros rostros, opinan los autores, deben considerarse como el resultado de una combinación de influencias muy diversas, que van desde lo puramente biomecánico hasta lo fisiológico y, también, lo social.
Nuestros rostros se han ido reduciendo a medida que nuestra capacidad para cocinar y procesar los alimentos fue llevando a una masticación cada vez más fácil.
Al mismo tiempo, sin embargo, y especialmente desde el surgimiento de la agricultura, los grupos humanos se hicieron cada vez más numerosos y estables. Y con ello aumentaron, también, las necesidades de comunicación con los demás. Un rostro capaz de expresar emociones y sentimientos al instante sería, en este contexto, una gran ventaja evolutiva.
La inactivación deficiente del cromosoma X podría explicar las diferencias en la frecuencia del lupus eritematoso entre mujeres y hombres
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad crónica autoinmune caracterizada por la inflamación de los tejidos conectivos que afecta a cientos de miles de personas en todo el mundo.
El proceso de inactivación se inicia durante el desarrollo temprano, momento en el que las células toman la decisión de qué cromosoma X se inactiva, si el paterno o el materno. Posteriormente, esta decisión se mantiene mediante mecanismos epigenéticos en las células hijas y a través de las sucesivas divisiones.Estudios previos habían observado que la presencia de copias adicionales del cromosoma X está asociada a un mayor riesgo a desarrollar lupus eritematoso en aquellas personas portadoras, mientras que por el contrario las personas con síndrome de Turner (que tienen un único cromosoma X) tienen un menor riesgo a tener la enfermedad.Los investigadores plantean que la reactivación parcial del cromosoma X durante el desarrollo de los linfocitos T puede ser necesaria para aumentar la expresión de genes del cromosoma X que son necesarios para la maduración de los linfocitos T.
El siguiente paso de los investigadores fue analizar qué ocurre con la inactivación de los linfocitos T en el contexto del lupus eritematoso,el equipo encontró que los linfocitos T de pacientes femeninas mostraban cambios en la expresión de genes del cromosoma X, acordes con la inactivación alterada del cromosoma.
Los resultados del trabajo mejoran la comprensión sobre cómo se inactiva el cromosoma X durante la maduración de los linfocitos T y relacionan por primera vez este proceso con una enfermedad autoinmune.
El proceso de inactivación se inicia durante el desarrollo temprano, momento en el que las células toman la decisión de qué cromosoma X se inactiva, si el paterno o el materno. Posteriormente, esta decisión se mantiene mediante mecanismos epigenéticos en las células hijas y a través de las sucesivas divisiones.Estudios previos habían observado que la presencia de copias adicionales del cromosoma X está asociada a un mayor riesgo a desarrollar lupus eritematoso en aquellas personas portadoras, mientras que por el contrario las personas con síndrome de Turner (que tienen un único cromosoma X) tienen un menor riesgo a tener la enfermedad.Los investigadores plantean que la reactivación parcial del cromosoma X durante el desarrollo de los linfocitos T puede ser necesaria para aumentar la expresión de genes del cromosoma X que son necesarios para la maduración de los linfocitos T.
El siguiente paso de los investigadores fue analizar qué ocurre con la inactivación de los linfocitos T en el contexto del lupus eritematoso,el equipo encontró que los linfocitos T de pacientes femeninas mostraban cambios en la expresión de genes del cromosoma X, acordes con la inactivación alterada del cromosoma.
Los resultados del trabajo mejoran la comprensión sobre cómo se inactiva el cromosoma X durante la maduración de los linfocitos T y relacionan por primera vez este proceso con una enfermedad autoinmune.
La inhibición combinada de EGFR y C-RAF induce la regresión de tumores de páncreas
El adenocarcinoma pancreático ductal (PDAC), con una tasa de supervivencia a 5 años de tan sólo un 7%, es la tercera causa de muerte relacionada con el cáncer en todo el mundo, se debe básicamente a su detección en estadios muy avanzados y a la resistencia a las terapias actuales. De hecho, los ensayos clínicos en cáncer de páncreas durante los últimos 20 años han dado resultados decepcionantes con poco impacto en la supervivencia de estos pacientes.
La generación de modelos de ratón genéticamente modificados que reproducen la progresión de PDAC en humanos ha sido fundamental para comprender el desarrollo de esta enfermedad y para el estudio de nuevas terapias. El uso de un nuevo “modelo terapéutico” de PDAC ha permitido abordar el efecto de bloquear Egfr y c-Raf tanto de forma individual como simultánea en tumores avanzados de páncreas, así como la toxicidad que causa la eliminación sistémica de estas dianas.
Creado el primer genoma 100% digital
Un grupo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich ha dado un paso más en la unión de la tecnología y la vida al generar el primer genoma bacteriano diseñado completamente de manera artificial por un algoritmo. Gracias a esta investigación en el futuro se podrán crear moléculas o vitaminas activas complejas, además de la producción de vacunas basadas en el ADN. La pregunta es, ¿éticamente es correcto?
La secuencias genómicas conocidas de todos los organismos a nivel mundial se almacenan en una base de datos del Centro Nacional de Información Biotecnológica de los Estados Unidos. Hoy, esta enorme base de datos cuenta con una secuencia más: la de la bacteria bautizada como Caulobacter ethensis 2.0 y que es completamente diversa a todas las demás. No es, para nada, una bacteria normal. Por el contrario, se trata del primer organismo diseñado completamente por ordenador. El desarrollo se ha llevado a cabo en la Escuela Politécnica Federal deZúrich -ETH por sus siglas en alemán- quienes han publicado recientemente en la revista PNAS los resultados de su estudio bajo el título: Chemical synthesis rewriting of a bacterial genome to achieve design flexibility and biological functionality .
"Creemos que pronto será posible producir células bacterianas funcionales a partir de dicho genoma", explica Beat Christen. Esto tiene un gran potencial. Las posibles aplicaciones futuras incluyen microorganismos sintéticos que podrían usarse en biotecnología, como la preparación de moléculas o vitaminas activas complejas, además de la producción de vacunas basadas en el ADN.
La secuencias genómicas conocidas de todos los organismos a nivel mundial se almacenan en una base de datos del Centro Nacional de Información Biotecnológica de los Estados Unidos. Hoy, esta enorme base de datos cuenta con una secuencia más: la de la bacteria bautizada como Caulobacter ethensis 2.0 y que es completamente diversa a todas las demás. No es, para nada, una bacteria normal. Por el contrario, se trata del primer organismo diseñado completamente por ordenador. El desarrollo se ha llevado a cabo en la Escuela Politécnica Federal deZúrich -ETH por sus siglas en alemán- quienes han publicado recientemente en la revista PNAS los resultados de su estudio bajo el título: Chemical synthesis rewriting of a bacterial genome to achieve design flexibility and biological functionality .
"Creemos que pronto será posible producir células bacterianas funcionales a partir de dicho genoma", explica Beat Christen. Esto tiene un gran potencial. Las posibles aplicaciones futuras incluyen microorganismos sintéticos que podrían usarse en biotecnología, como la preparación de moléculas o vitaminas activas complejas, además de la producción de vacunas basadas en el ADN.
Leones convertidos en devorahombres por una espina en el hocico
No hay enemigo pequeño, dice el refranero. Especialmente si el enemigo está cubierto de púas. Los leones son unos depredadores magníficos de casi 200 kilos, que derriban presas tan grandes como ñus, cebras e incluso jirafas pero que muerden el suelo ante unas criaturas del tamaño de un cocker spaniel: los puercoespines. Un equipo de investigadores del Museo Field de Historia Natural de Chicago ha analizado los registros históricos de leones africanos atacados por estos animales puntiagudos y han llegado a unas curiosas conclusiones. La primera, que si el rey de la sabana se decanta por un plato tan peligroso es porque no le queda más remedio. La segunda, que en este caso David vence a Goliath. La tercera, más inquietante, que las lesiones causadas por los puercoespines pueden cambiar los hábitos de caza de los grandes mamíferos y convertirlos en peligrosos devorahombres.
Los puercoespines africanos son grandes roedores que pesan alrededor de 18 kilos, y los depredadores (incluidos los humanos) los buscan por su sabrosa y jugosa carne. Pero sus lomos están cubiertos de púas afiladas hechas de queratina, el mismo material que el cabello y las uñas. Estas púas, que pueden tener 30 cm de largo o más, pueden desprenderse y quedar atrapadas en la carne de los depredadores descuidados o lo suficientemente desesperados como para atacarlos.
Los puercoespines africanos son grandes roedores que pesan alrededor de 18 kilos, y los depredadores (incluidos los humanos) los buscan por su sabrosa y jugosa carne. Pero sus lomos están cubiertos de púas afiladas hechas de queratina, el mismo material que el cabello y las uñas. Estas púas, que pueden tener 30 cm de largo o más, pueden desprenderse y quedar atrapadas en la carne de los depredadores descuidados o lo suficientemente desesperados como para atacarlos.
Georgios Papanikolaou, el descubridor de la prueba del cáncer uterino
Papanikolaou fue un pionero en dilucidar la fisiología y las características citológicas del sistema reproductor femenino. El test de Papanicolau continúa siendo, casi 80 años después, una de las aportaciones decisivas en el terreno de la medicina preventiva del siglo pasado. Es considerada la prueba más adecuada y más utilizada para el diagnóstico de lesiones precursoras de cáncer de cuello uterino y ha logrado hacer descender un 70% el número de fallecimientos. Este test detecta el 95% de cánceres cervicales y lo hace en un estado en el que todavía no se ven a simple vista y, por tanto, pueden ser tratados y curados.
Papanikolaou empezó a centrarse la investigación de la fisiología humana, pero tuvo que hacerlo con experimentos con conejillos de indias. En 1916, mientras estudiaba los cromosomas sexuales, dedujo que los ciclos reproductivos en los animales experimentales podían cronometrarse examinando los frotis de sus secreciones vaginales. A partir de 1920 Papanikolaou se especializó en la citopatología del sistema reproductivo humano y se emocionó cuando pudo discernir las diferencias entre la citología de células cervicales normales y malignas en una simple visualización de hisopos manchados en portaobjetos microscópicos. Aunque su publicación inicial del hallazgo en 1928 pasó inadvertida, ese año llegó cargado de buenas noticias para él, ya que recibió la nacionalidad estadounidense y recibió un ascenso a profesor asistente en la Universidad de Cornell.
Cuando tenía 74 años el ya famoso científico realizó un viaje a Europa. Visitó París y Bruselas, donde presidió la primera de las reuniones del Simposio de Citología Exfoliativa, que contó con especialistas de 18 países. Poco después, y tras casi 50 años en Cornell, Georgios Papanikolaou finalmente decidió abandonar Nueva York en 1961 para cumplir su sueño de desarrollar y dirigir un instituto del cáncer en Miami. Por desgracia, Georgios murió a los tres meses de su llegada a Miami a causa de un infarto de miocardio el 19 de febrero de 1962, con 78 años.
Actualmente sus restos descansan en el pequeño pueblo de Clinton, New Jersey y, en su honor, el Miami Cancer Institute pasó a llamarse Papanicolaou Cancer Research Institute. También como reconocimiento a su trabajo y su contribución a la humanidad, en 1978 el Servicio Postal de Estados Unidos lo honró con un sello conmemorativo de 13 centavos. Asimismo, su imagen apareció en la moneda griega de 10.000 dracmas antes de ser reemplazada por el euro y en varios sellos griegos.
La neurociencia
Desde hace varios años me empecé a interesar por la neurociencia y en general, por todo el mundo del estudio del cerebro y la mente humana, desde un punto de vista objetivo como subjetivo. Es por eso, que en esta mala época de indecisiones sobre qué hacer con nuestra vida os cuelgo esto. Para que podamos aprender acerca de esta disciplina ligada al sistema nervioso y por si a alguien lee gusta.
La neurociencia es un campo de la ciencia que estudia el sistema nervioso y todos sus aspectos; como podrían ser su estructura, función, desarrollo ontogenético y filogenético, bioquímica, farmacología y patología; y de cómo sus diferentes elementos interactúan, dando lugar a las bases biológicas de la cognición y la conducta.
También os dejo una frase de un famoso filósofo: "Los hombres deben saber que el cerebro es el responsable exclusivo de las alegrías, los placeres, la risa y la diversión, y de la pena, la aflicción, el desaliento y las lamentaciones. Y gracias al cerebro, de manera especial, adquirimos sabiduría y conocimientos, y vemos, oímos y sabemos lo que es repugnante y lo que es bello, lo que es malo y lo que es bueno, lo que es dulce y lo que es insípido."
Seis pasos para quedarte dormido en dos minutos, según una técnica militar desarrollada en EE UU
Una de cada tres personas sufre algún tipo de trastorno del sueño en España, aunque el más común es el insomnio. Según los datos de la Organización Sleep Observatory, el problema afecta a entre un 20% y un 30% de los españoles. Entre los muchos métodos para luchar contra la dificultad de conciliar el sueño pocos llaman tanto la atención como uno para dormirse en solo dos minutos en cualquier situación. El autor es un reconocido entrenador de atletismo que ha preparado a numerosos deportistas olímpicos. Según el texto, la escuela de pilotos del Ejército de EE UU desarrolló esta técnica para que pudieran descansar de día o de noche, y un 96% de los pilotos consiguieron dormirse con ella después de seis semanas de práctica. Para aquellos que tengan dificultades a la hora de conciliar el sueño, suena demasiado bueno para ser verdad... y solo hay una manera de comprobar si funciona: seguir estos seis pasos:
1. Lo primero es sentarnos en el borde de la cama. La única luz que puede estar encendida es la de la mesilla de noche y el móvil debe estar en silencio.
2. Después toca hacer unos ejercicios para relajar los músculos faciales. Imitando una sonrisa, los estiraremos lo máximo que podamos y después los relajaremos, volviendo a la posición inicial.
3. Cuando sintamos la cara como si se hubiera desinflado, relajaremos nuestros hombros y brazos, como si algo tirase de ellos hacia abajo.
4. Mientras tanto, debemos respirar profundamente y concentrarnos en escuchar el sonido del aire cuando inspiramos y espiramos. Empezamos a relajar los músculos de nuestras piernas de la misma forma que los brazos hasta habernos tumbado por completo.
5. La idea es lograr que todo el cuerpo se encuentre relajado. Una vez conseguido, pondremos nuestra mente en blanco durante unos 10 segundos. Hay que dejar pasar cualquier pensamiento que venga a la cabeza sin darle vueltas.
6. El último paso consiste en imaginarnos en una de estas dos situaciones. La primera es estar tumbados dentro de una canoa, en un lago y mirando el azul del cielo. La segunda, en una hamaca que se mece lentamente.
Tras estos pasos, dice Bud Winter en su libro, conseguiremos dormirnos con mucha facilidad. Si no funciona, siempre podremos seguir alguno de los consejos que siete expertos en sueño explicaron.
Eres lo que te dices: la ciencia del diálogo interno
La forma en la que te hablas a ti mismo condiciona tu capacidad para afrontar las dificultades y determina la toma de decisiones
Un estudio sobre imágenes cerebrales ha demostrado el impacto de las autoafirmaciones. Los investigadores solicitaron a 67 participantes, 41 de ellos mujeres, que enumeraran distintas situaciones de la vida en función del valor que le daban. Después pidieron a algunos de ellos que recordaran algún momento positivo de esas situaciones a las que habían otorgado más valor. A través de las imágenes cerebrales, los investigadores descubrieron que cuando alguien piensa en una situación agradable de algo que realmente le importa se activa en su cerebro las áreas relacionadas con la recompensa (el cuerpo estriado ventral y la corteza prefrontal medial ventral).
La respuesta fue diferente entre aquellos que se imaginaban a sí mismos en aspectos a los que no dan tanto valor. Lo más revelador de la investigación ocurrió cuando se solicitó a los voluntarios que pensaran en situaciones futuras. En esos casos se activaron las áreas asociadas con el pensamiento sobre el yo (la corteza prefrontal medial y el cingulado posterior). Los investigadores llegaron a la conclusión de que pensar en nosotros en situaciones agradables futuras sobre aspectos que nos importan nos aporta una energía extraordinaria para tomar decisiones. Es decir, si estamos atravesando un mal momento y nos emitimos una autoafirmación como "cuando todo eso pase, estaremos disfrutando con los amigos", cogeremos fuerzas.
Otra investigación curiosa, dirigida por Ethan Kross, de la Universidad de Michigan (EE UU), se centró en la forma en la que nos hablamos. Un día Kross iba conduciendo y se saltó un semáforo en rojo, lo que le obligaba a parar. No lo hizo y se dijo a sí mismo: “Ethan, eres idiota”. Como buen psicólogo se dio cuenta de que se había tratado en segunda persona. No pensó: “Soy idiota”, como podía referirse en otras ocasiones. Aquello le dio pie a analizar cuál era el impacto que podía tener dicho cambio. Para descubrirlo realizó un experimento: pidió a un grupo de voluntarios que prepararan un discurso complejo en tan solo cinco minutos. Mientras lo escribían, a una parte del grupo les dijo que su diálogo interno tenía que ser en términos del yo. A otros, sin embargo, les propuso que durante la preparación se dirigieran a ellos mismos en segunda persona y que, incluso, se llamaran por sus nombres. Después analizó sus reacciones y la forma en la que se enfrentaron al problema.
El primer grupo, aquellos que se dirigían a sí mismos con el yo, reconocieron sentirse frustrados. Durante la preparación del discurso se repetían: “Cómo voy a conseguir aprenderme esto en cinco minutos”; “cómo voy a ser capaz de memorizarlo todo sin notas”. Los voluntarios del segundo grupo, sin embargo, tenían más probabilidades de darse apoyo e, incluso, consejos. Estos se decían a sí mismos: “Venga, Juan, puedes esforzarte para hacer un buen trabajo”; “María, ya has superado retos más difíciles”. De este modo, Kross comprobó que cuando nos tratamos a nosotros mismos ante situaciones complicadas en segunda persona tomamos mayor distancia de las emociones y somos más racionales. De algún modo, y gracias a esta fórmula, mejoramos la capacidad de vernos desde fuera y aprendemos a no ahogarnos en un vaso de agua ante los problemas.
El primer grupo, aquellos que se dirigían a sí mismos con el yo, reconocieron sentirse frustrados. Durante la preparación del discurso se repetían: “Cómo voy a conseguir aprenderme esto en cinco minutos”; “cómo voy a ser capaz de memorizarlo todo sin notas”. Los voluntarios del segundo grupo, sin embargo, tenían más probabilidades de darse apoyo e, incluso, consejos. Estos se decían a sí mismos: “Venga, Juan, puedes esforzarte para hacer un buen trabajo”; “María, ya has superado retos más difíciles”. De este modo, Kross comprobó que cuando nos tratamos a nosotros mismos ante situaciones complicadas en segunda persona tomamos mayor distancia de las emociones y somos más racionales. De algún modo, y gracias a esta fórmula, mejoramos la capacidad de vernos desde fuera y aprendemos a no ahogarnos en un vaso de agua ante los problemas.
domingo, 12 de mayo de 2019
El cacahuate podría ayudar a combatir el cáncer
La molécula llamada resveratrol que contienen el cacahuate, podría ser clave para combatir la resistencia a la quimioterapia y las células cancerosas, demostró una investigación del Departamento de Genética y Biología Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
Aunque el cacahuate lo contienen en menor cantidad que otros alimentos, el estudio se centró en descifrar los medios por los que el resveratrol inhibe la propagación de células cancerosas y su contribución a eliminar la resistencia que se genera a fármacos como el cisplatino, medicamento utilizado en el tratamiento de varios tipos de cáncer.
Jorge Arturo Hernández Valencia, egresado del doctorado del Departamento, explicó que el estudio fue desarrollado en una línea celular de cáncer de mama resistente a cisplatino y se logró demostrar que el resveratrol activa la proteína p53, "conocida como el guardián del genoma y sus genes que bloquean el desarrollo tumoral de las células".
Asimismo aumentó la presencia de proteínas como BAX, que se ocupan de activar la apoptosis (forma de muerte celular programada) y disminuye la expresión de la proteína BCL-2, encargada de la supervivencia de una célula.
En su blog, la especialista en nutrición Fernanda Alvarado, afirma que el cacahuate dentro de una dieta correcta, también contribuye en la prevención de enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y obesidad, "si bien es rico en grasas, estas pertenecen al grupo de grasas insaturadas o "grasas buenas" que contribuyen en la disminución del colesterol "malo", además posee proteínas, antioxidantes, vitamina E, ácido fólico y fibra".
Igual que el cacahuate, la piel de las uvas rojas, las moras y el vino tinto contienen resveratrol, el cual también es reconocido por ser una sustancia antioxidante con beneficios cardiovasculares y antienvejecimiento.
Aunque el cacahuate lo contienen en menor cantidad que otros alimentos, el estudio se centró en descifrar los medios por los que el resveratrol inhibe la propagación de células cancerosas y su contribución a eliminar la resistencia que se genera a fármacos como el cisplatino, medicamento utilizado en el tratamiento de varios tipos de cáncer.
Jorge Arturo Hernández Valencia, egresado del doctorado del Departamento, explicó que el estudio fue desarrollado en una línea celular de cáncer de mama resistente a cisplatino y se logró demostrar que el resveratrol activa la proteína p53, "conocida como el guardián del genoma y sus genes que bloquean el desarrollo tumoral de las células".
Asimismo aumentó la presencia de proteínas como BAX, que se ocupan de activar la apoptosis (forma de muerte celular programada) y disminuye la expresión de la proteína BCL-2, encargada de la supervivencia de una célula.
En su blog, la especialista en nutrición Fernanda Alvarado, afirma que el cacahuate dentro de una dieta correcta, también contribuye en la prevención de enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y obesidad, "si bien es rico en grasas, estas pertenecen al grupo de grasas insaturadas o "grasas buenas" que contribuyen en la disminución del colesterol "malo", además posee proteínas, antioxidantes, vitamina E, ácido fólico y fibra".
Igual que el cacahuate, la piel de las uvas rojas, las moras y el vino tinto contienen resveratrol, el cual también es reconocido por ser una sustancia antioxidante con beneficios cardiovasculares y antienvejecimiento.
Reconstruyen el transcriptoma de la encina
Los árboles de encina han tenido una gran cantidad de aplicaciones a lo largo de sus cientos de miles de años de historia y actualmente suponen uno de los principales recursos ganaderos en las dehesas. El grupo de investigación AGR-164 de la Universidad de Córdoba, liderado por Jesús V. Jorrín Novo, ha secuenciado el transcriptoma de la encina, una especie forestal emblemática, lo cual supone un punto de partida importante para entender su respuestas a situaciones de estrés y otros aspectos de su biología.
El genoma es el contenido de ADN que incluye la información genética esencial para la vida. El transcriptoma, por su parte, incluye solo los genes que se expresan. En otras palabras, si el genoma es la biblioteca que contiene los datos de un individuo, el transcriptoma es la parte que se lee, y puede ofrecer pistas sobre la función de los genes.
Precisamente, el trabajo de investigación, publicado en la revista PLOS ONE, ha reconstruido este transcriptoma, que no se conocía anteriormente, combinando dos métodos distintos de secuenciación de ADN y tres programas para ensamblar los datos, una metodología menos habitual y que ha sido puesta en marcha con el objetivo de mejorar los resultados. Se trata de extenso trabajo de bioinformática en el que finalmente se han generado Más de 34000 transcritos anotados. Esta metodología, que ha demostrado ser eficaz, podría usarse en otros organismos no modelo.
La encina es una especie forestal para la cual no había estudios previos a nivel molecular ni genomas de referencia. Ahora, gracias a este estudio, “hemos obtenido una primera aproximación del genoma”, destaca Víctor Guerrero, otro de los investigadores principales del trabajo.
Toda esta información generada podría servir para abordar nuevos trabajos de investigación que estudien el comportamiento molecular de este árbol frente a distintas situaciones de estrés, como, por ejemplo, la enfermedad de La Seca, una problemática que está causando una elevada mortandad en este tipo de árboles y que ya ha sido bautizada como el “cáncer de la dehesa”.
Esta especie forestal se reproduce mediante polinización cruzada, por lo que posee una amplia variabilidad genética. El conocimiento de su transcriptoma podría ayudar a comprender por qué algunos ejemplares son superiores a otros desde el punto de vista de la supervivencia y qué genes o mecanismos moleculares están implicados en distintas situaciones como la germinación, la resistencia a la sequía o la calidad e las bellotas, algo que podría ser tenido en cuenta a la hora de desarrollar futuros planes de reforestación.
"Aún queda trabajo por delante, aunque este estudio nos sitúa más cerca de esta gran desconocida a nivel molecular”, concluye Jorrín Novo.
El genoma es el contenido de ADN que incluye la información genética esencial para la vida. El transcriptoma, por su parte, incluye solo los genes que se expresan. En otras palabras, si el genoma es la biblioteca que contiene los datos de un individuo, el transcriptoma es la parte que se lee, y puede ofrecer pistas sobre la función de los genes.
Precisamente, el trabajo de investigación, publicado en la revista PLOS ONE, ha reconstruido este transcriptoma, que no se conocía anteriormente, combinando dos métodos distintos de secuenciación de ADN y tres programas para ensamblar los datos, una metodología menos habitual y que ha sido puesta en marcha con el objetivo de mejorar los resultados. Se trata de extenso trabajo de bioinformática en el que finalmente se han generado Más de 34000 transcritos anotados. Esta metodología, que ha demostrado ser eficaz, podría usarse en otros organismos no modelo.
La encina es una especie forestal para la cual no había estudios previos a nivel molecular ni genomas de referencia. Ahora, gracias a este estudio, “hemos obtenido una primera aproximación del genoma”, destaca Víctor Guerrero, otro de los investigadores principales del trabajo.
Toda esta información generada podría servir para abordar nuevos trabajos de investigación que estudien el comportamiento molecular de este árbol frente a distintas situaciones de estrés, como, por ejemplo, la enfermedad de La Seca, una problemática que está causando una elevada mortandad en este tipo de árboles y que ya ha sido bautizada como el “cáncer de la dehesa”.
Esta especie forestal se reproduce mediante polinización cruzada, por lo que posee una amplia variabilidad genética. El conocimiento de su transcriptoma podría ayudar a comprender por qué algunos ejemplares son superiores a otros desde el punto de vista de la supervivencia y qué genes o mecanismos moleculares están implicados en distintas situaciones como la germinación, la resistencia a la sequía o la calidad e las bellotas, algo que podría ser tenido en cuenta a la hora de desarrollar futuros planes de reforestación.
"Aún queda trabajo por delante, aunque este estudio nos sitúa más cerca de esta gran desconocida a nivel molecular”, concluye Jorrín Novo.
Mary Lyon y el cromosoma X “silenciado”
En 1943, Mary Lyon (Norwich, Reino Unido; 1925) entró en Girton College, Universidad de Cambridge, para formarse en zoología. Causó tan buena impresión a sus supervisores que la apoyaron para que consiguiese un puesto como graduada en el laboratorio de Ronald Fisher. Fisher era genetista y estadístico. De él se dice que fue el biólogo más importante de la primera mitad del siglo XX. Además de sus contribuciones en el campo de la estadística, combinó las nociones de la herencia de Mendel con la teoría evolutiva para crear la genética de poblaciones y sentar las bases de la que se conoce como síntesis evolutiva moderna del neodarwinismo.
Lyon tras terminar su tesis, en 1950, permaneció en Edimburgo, donde se unió al grupo del genetista Toby Carter para trabajar en un proyecto financiado por el Medical Research Council (MRC, Consejo de Investigación Médica) para estudiar mutagénesis en ratones. Durante la década anterior se había extendido el temor a que las pruebas de armas nucleares pudieran causar mutaciones. Y en 1955 Carter trasladó su grupo al MRC Radiobiology Unit (Unidad de Radiobiología del MRC), en Harwell, cerca de Oxford, una unidad creada, precisamente, por el temor a las posibles mutaciones, para estudiar los efectos dañinos de la radiactividad sobre los seres humanos. El nuevo laboratorio tenía la ventaja de que disponía de espacio más que suficiente para criar los muchos ratones que necesitaban para esa investigación.
Durante su estancia en Edimburgo, Lyon tuvo ocasión de estudiar los primer ratones con mutaciones en el cromosoma X. Y tras su traslado a Harwell siguió investigando con esos mismos ratones. Una de las cepas que ella investigó, denominada mottled (moteada), presentaba una curiosa forma de transmisión hereditaria. La hembra desarrollaba manchas que se disponían al azar en el pelaje. Y los machos podían desarrollarse con normalidad, en cuyo caso tenían un pelaje blanco, o morían antes de nacer. Esas observaciones condujeron a Lyon a pensar que había una mutación mortal en un cromosoma X del linaje de ratones moteados. Los machos morían si heredaban el cromosoma con esa mutación, puesto que solo tienen un X. Pero las hembras, que tenían dos, tenían mayor probabilidad de sobrevivir, porque con que solo uno de los dos cromosomas X carezca de la mutación, podrían desarrollarse con normalidad.
Lyon sospechaba que la mutación era responsable del patrón moteado del pelaje de los ratones del linaje mutado. Una copia normal del cromosoma X en los machos producía pelo del mismo color. Pero en las hembras, al tener dos copias del cromosoma, se desarrollaba un pelaje moteado que era, además, diferente en cada individuo. Por otra parte se preguntaba cómo era posible que las hembras tuviesen dos copias del cromosoma X, con sus correspondientes productos, mientras que los machos se las arreglasen sin mayor problema con una sola copia. En la década de los 40 unos investigadores canadienses habían observado que en las células de gatas, uno de los dos cromosomas X se empaquetaba en una especie de aglomerado oscuro, el denominado corpúsculo de Barr. El otro cromosoma X permanecía abierto, normal, como los demás cromosomas.
Mary Lyon pensó entonces que quizás uno de los dos cromosomas X se “apagaba” en las hembras, silenciándose sus genes, de forma que solo los del otro cromosoma X se expresarían para producir las correspondientes proteínas. El problema de esta explicación es que no daba cuenta del patrón moteado de sus ratones. Si uno de los dos X se apaga, a las hembras les debería ocurrir lo mismo que a los machos, unas se desarrollarían con normalidad y los otras morirían antes de nacer. Lyon propuso que en el desarrollo del embrión hembra, en un determinado momento (alrededor del día decimosexto) sus células inactivan (“apagan”) al azar uno de sus dos cromosomas X; de esa forma, aproximadamente la mitad inactiva uno de los cromosomas y la otra mitad, el otro. Una vez se ha inactivado uno de los dos cromosomas, cada célula transmite a sus descendientes ese mismo “apagado”; o sea, las células descendientes “apagan” el mismo cromosoma X que su progenitora original. Un ratón hembra con esa mutación estaría, por lo tanto, formado por dos linajes celulares, uno de ellos tendría uno de los cromosomas X y el otro, el otro.
De acuerdo con ese mecanismo, un cromosoma X tendría una mutación que altera el desarrollo de la piel y cada hembra de ratón moteado tendría una piel formada por grupos de células, de manera tal que todas las células de cada grupo tendrían apagado el mismo cromosoma X. Tras la publicación de la nota en Nature, Lyon siguió buscando nuevas pruebas a favor de su hipótesis, y encontró gatos con patrones en sus pelajes que se ajustaban a ella, así como algunas enfermedades humanas.
Uno de los trabajos más importantes fue el realizado por Ronald Davidson y colaboradores, que estudiaban una enfermedad de la sangre (deficiencia de G6PD) causada por una mutación en el cromosoma X. Los hombres que heredan la mutación siempre sufren la enfermedad. Las mujeres, sin embargo, pueden librarse de sus síntomas si uno de los dos cromosomas no tiene la mutación del gen G6PD. Davidson examinó las células de la piel de mujeres que habían heredado la mutación y encontró que la mitad tenía silenciado el cromosoma X mutado y la otra mitad, el normal. A partir de la década de los setenta la hipótesis de Lyon obtuvo una aceptación muy amplia, a pesar de los intentos de Grünberg por desacreditarla.
La hipótesis de Lyon ha tenido una gran importancia por sus implicaciones en genética clínica y biología del desarrollo. Ayudó a desentrañar las bases genéticas de muchas enfermedades ligadas al cromosoma X, como la distrofia muscular de Duchenne, por ejemplo. Y condujo al descubrimiento, 30 años después, del gen Xist, que contribuyó al desarrollo de todo un campo de investigación sobre el papel de moléculas grandes de ARN no codificante en la regulación de la expresión génica. El ARN Xist no codificante es, precisamente, responsable del apagado del cromosoma X.
Además del cromosoma X, realizó investigaciones con otros cromosomas. En concreto, sus trabajos sobre el cromosoma 17 contribuyeron a comprender fenómenos tales como la herencia no mendeliana y el efecto que tienen las inversiones en la supresión de la recombinación cromosómica.
Lyon tras terminar su tesis, en 1950, permaneció en Edimburgo, donde se unió al grupo del genetista Toby Carter para trabajar en un proyecto financiado por el Medical Research Council (MRC, Consejo de Investigación Médica) para estudiar mutagénesis en ratones. Durante la década anterior se había extendido el temor a que las pruebas de armas nucleares pudieran causar mutaciones. Y en 1955 Carter trasladó su grupo al MRC Radiobiology Unit (Unidad de Radiobiología del MRC), en Harwell, cerca de Oxford, una unidad creada, precisamente, por el temor a las posibles mutaciones, para estudiar los efectos dañinos de la radiactividad sobre los seres humanos. El nuevo laboratorio tenía la ventaja de que disponía de espacio más que suficiente para criar los muchos ratones que necesitaban para esa investigación.
Durante su estancia en Edimburgo, Lyon tuvo ocasión de estudiar los primer ratones con mutaciones en el cromosoma X. Y tras su traslado a Harwell siguió investigando con esos mismos ratones. Una de las cepas que ella investigó, denominada mottled (moteada), presentaba una curiosa forma de transmisión hereditaria. La hembra desarrollaba manchas que se disponían al azar en el pelaje. Y los machos podían desarrollarse con normalidad, en cuyo caso tenían un pelaje blanco, o morían antes de nacer. Esas observaciones condujeron a Lyon a pensar que había una mutación mortal en un cromosoma X del linaje de ratones moteados. Los machos morían si heredaban el cromosoma con esa mutación, puesto que solo tienen un X. Pero las hembras, que tenían dos, tenían mayor probabilidad de sobrevivir, porque con que solo uno de los dos cromosomas X carezca de la mutación, podrían desarrollarse con normalidad.
Lyon sospechaba que la mutación era responsable del patrón moteado del pelaje de los ratones del linaje mutado. Una copia normal del cromosoma X en los machos producía pelo del mismo color. Pero en las hembras, al tener dos copias del cromosoma, se desarrollaba un pelaje moteado que era, además, diferente en cada individuo. Por otra parte se preguntaba cómo era posible que las hembras tuviesen dos copias del cromosoma X, con sus correspondientes productos, mientras que los machos se las arreglasen sin mayor problema con una sola copia. En la década de los 40 unos investigadores canadienses habían observado que en las células de gatas, uno de los dos cromosomas X se empaquetaba en una especie de aglomerado oscuro, el denominado corpúsculo de Barr. El otro cromosoma X permanecía abierto, normal, como los demás cromosomas.
Mary Lyon pensó entonces que quizás uno de los dos cromosomas X se “apagaba” en las hembras, silenciándose sus genes, de forma que solo los del otro cromosoma X se expresarían para producir las correspondientes proteínas. El problema de esta explicación es que no daba cuenta del patrón moteado de sus ratones. Si uno de los dos X se apaga, a las hembras les debería ocurrir lo mismo que a los machos, unas se desarrollarían con normalidad y los otras morirían antes de nacer. Lyon propuso que en el desarrollo del embrión hembra, en un determinado momento (alrededor del día decimosexto) sus células inactivan (“apagan”) al azar uno de sus dos cromosomas X; de esa forma, aproximadamente la mitad inactiva uno de los cromosomas y la otra mitad, el otro. Una vez se ha inactivado uno de los dos cromosomas, cada célula transmite a sus descendientes ese mismo “apagado”; o sea, las células descendientes “apagan” el mismo cromosoma X que su progenitora original. Un ratón hembra con esa mutación estaría, por lo tanto, formado por dos linajes celulares, uno de ellos tendría uno de los cromosomas X y el otro, el otro.
De acuerdo con ese mecanismo, un cromosoma X tendría una mutación que altera el desarrollo de la piel y cada hembra de ratón moteado tendría una piel formada por grupos de células, de manera tal que todas las células de cada grupo tendrían apagado el mismo cromosoma X. Tras la publicación de la nota en Nature, Lyon siguió buscando nuevas pruebas a favor de su hipótesis, y encontró gatos con patrones en sus pelajes que se ajustaban a ella, así como algunas enfermedades humanas.
Uno de los trabajos más importantes fue el realizado por Ronald Davidson y colaboradores, que estudiaban una enfermedad de la sangre (deficiencia de G6PD) causada por una mutación en el cromosoma X. Los hombres que heredan la mutación siempre sufren la enfermedad. Las mujeres, sin embargo, pueden librarse de sus síntomas si uno de los dos cromosomas no tiene la mutación del gen G6PD. Davidson examinó las células de la piel de mujeres que habían heredado la mutación y encontró que la mitad tenía silenciado el cromosoma X mutado y la otra mitad, el normal. A partir de la década de los setenta la hipótesis de Lyon obtuvo una aceptación muy amplia, a pesar de los intentos de Grünberg por desacreditarla.
La hipótesis de Lyon ha tenido una gran importancia por sus implicaciones en genética clínica y biología del desarrollo. Ayudó a desentrañar las bases genéticas de muchas enfermedades ligadas al cromosoma X, como la distrofia muscular de Duchenne, por ejemplo. Y condujo al descubrimiento, 30 años después, del gen Xist, que contribuyó al desarrollo de todo un campo de investigación sobre el papel de moléculas grandes de ARN no codificante en la regulación de la expresión génica. El ARN Xist no codificante es, precisamente, responsable del apagado del cromosoma X.
Además del cromosoma X, realizó investigaciones con otros cromosomas. En concreto, sus trabajos sobre el cromosoma 17 contribuyeron a comprender fenómenos tales como la herencia no mendeliana y el efecto que tienen las inversiones en la supresión de la recombinación cromosómica.
Investigadores descubren ‘daywake’, un gen que suprime la siesta
Investigadores de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, EEUU, identificaron un gen supresor de la siesta en las moscas de la fruta, que arroja luz sobre la biología que ayuda a muchas criaturas, incluidos los humanos, a equilibrar los beneficios de una buena siesta con los de realizar actividades importantes durante el día. Según el estudio, publicado el jueves en la revista Current Biology, muchos animales se echan siestas, que son más intensas en los días cálidos, probablemente una protección desarrollada contra la exposición al sol del mediodía. En los seres humanos, las siestas cortas ayudan con la memoria y el aprendizaje, pero demasiado sueño durante el día está vinculado con la diabetes, el párkinson y otras enfermedades. Los investigadores del Centro de Biotecnología y Medicina de Rutgers encontraron un gen en las moscas de Drosophila que, cuando las temperaturas son bajas, se activan para suprimir la tendencia de las moscas a echar una siesta durante el día, probablemente para que puedan pasar más tiempo buscando comida o compañeros.
Producen nácar artificial usando bacterias
Un biólogo de la Universidad de Rochester ha inventado un método económico y respetuoso con el medio ambiente para fabricar nácar artificial utilizando un componente innovador: las bacterias.
El nácar artificial creado por Anne S. Meyer, profesora asociada de biología en Rochester, y sus colegas está hecho de materiales producidos biológicamente y tiene la dureza del nácar natural, a la vez que es rígido y, sorprendentemente, flexible.
El método utilizado para crear el nuevo material podría conducir a nuevas aplicaciones en medicina, ingeniería e incluso en la construcción de edificios en la Luna, según sus artífices.
Las impresionantes propiedades mecánicas del nácar natural surgen de su estructura jerárquica y en capas, que permite que la energía se disperse uniformemente en todo el material. En un artículo publicado en la revista Small, Meyer y sus colegas describen su método de uso de dos cepas de bacterias para replicar estas capas. Cuando examinaron las muestras bajo un microscopio electrónico, la estructura creada por las bacterias se colocó en capas de manera similar al nácar producido naturalmente por los moluscos. Aunque los materiales inspirados en el nácar han sido creados sintéticamente anteriormente, los métodos utilizados para hacerlos generalmente involucran equipos costosos, temperaturas extremas, condiciones de alta presión y químicos tóxicos, dice Meyer.
"Muchas personas que crean nácar artificial usan capas de polímero que solo son solubles en soluciones no acuosas, un solvente no orgánico, y luego tienen este cubo gigante de desechos al final del procedimiento que debe eliminarse", explica Meyer.
Sin embargo, todo lo que los investigadores deben hacer es cultivar bacterias y dejar que prosperen en un lugar cálido. Para hacer el nácar artificial, Meyer y su equipo crean capas delgadas alternas de carbonato de calcio cristalizado, como el cemento, y polímero pegajoso. Primero toman un portaobjetos de vidrio o plástico y lo colocan en un vaso que contiene la bacteria Sporosarcina pasteurii, una fuente de calcio y urea (en el cuerpo humano, la urea es el producto de desecho que los riñones eliminan durante la micción). Esta combinación desencadena la cristalización del carbonato de calcio. Para hacer la capa de polímero, colocan el portaobjetos en una solución de la bacteria Bacillus licheniformis, luego dejan que el vaso se asiente en una incubadora.
En este momento, se tarda aproximadamente un día en formar una capa, de aproximadamente cinco micrómetros de espesor, de carbonato de calcio y polímero. Meyer y su equipo actualmente están buscando recubrir otros materiales como el metal con el nácar, y "estamos probando nuevas técnicas para hacer que los materiales más gruesos, similares a los nácares sean más rápidos y eso podría ser todo el material en sí", dice Meyer.
Una de las características más beneficiosas del nácar producido en el laboratorio de Meyer es que es biocompatible: está hecho de materiales que produce el cuerpo humano o que los humanos pueden comer naturalmente de todos modos. Esto hace que el nácar sea ideal para aplicaciones médicas como huesos artificiales e implantes, dice Meyer.
Y, aunque el material es más duro y rígido que la mayoría de los plásticos, es muy ligero, una calidad que es especialmente valiosa para el transporte, en vehículos como aviones, barcos o cohetes, donde cada kilo extra significa combustible extra.
El nácar también podría ser un material ideal para construir casas en la luna y otros planetas: los únicos "ingredientes" necesarios serían un astronauta y un pequeño tubo de bacterias, dice Meyer. "La luna tiene una gran cantidad de calcio en el polvo lunar, por lo que el calcio ya está allí. El astronauta trae la bacteria y el astronauta produce la urea, que es la única otra cosa que necesitas para comenzar a hacer capas de carbonato de calcio ".
El nácar artificial creado por Anne S. Meyer, profesora asociada de biología en Rochester, y sus colegas está hecho de materiales producidos biológicamente y tiene la dureza del nácar natural, a la vez que es rígido y, sorprendentemente, flexible.
El método utilizado para crear el nuevo material podría conducir a nuevas aplicaciones en medicina, ingeniería e incluso en la construcción de edificios en la Luna, según sus artífices.
Las impresionantes propiedades mecánicas del nácar natural surgen de su estructura jerárquica y en capas, que permite que la energía se disperse uniformemente en todo el material. En un artículo publicado en la revista Small, Meyer y sus colegas describen su método de uso de dos cepas de bacterias para replicar estas capas. Cuando examinaron las muestras bajo un microscopio electrónico, la estructura creada por las bacterias se colocó en capas de manera similar al nácar producido naturalmente por los moluscos. Aunque los materiales inspirados en el nácar han sido creados sintéticamente anteriormente, los métodos utilizados para hacerlos generalmente involucran equipos costosos, temperaturas extremas, condiciones de alta presión y químicos tóxicos, dice Meyer.
"Muchas personas que crean nácar artificial usan capas de polímero que solo son solubles en soluciones no acuosas, un solvente no orgánico, y luego tienen este cubo gigante de desechos al final del procedimiento que debe eliminarse", explica Meyer.
Sin embargo, todo lo que los investigadores deben hacer es cultivar bacterias y dejar que prosperen en un lugar cálido. Para hacer el nácar artificial, Meyer y su equipo crean capas delgadas alternas de carbonato de calcio cristalizado, como el cemento, y polímero pegajoso. Primero toman un portaobjetos de vidrio o plástico y lo colocan en un vaso que contiene la bacteria Sporosarcina pasteurii, una fuente de calcio y urea (en el cuerpo humano, la urea es el producto de desecho que los riñones eliminan durante la micción). Esta combinación desencadena la cristalización del carbonato de calcio. Para hacer la capa de polímero, colocan el portaobjetos en una solución de la bacteria Bacillus licheniformis, luego dejan que el vaso se asiente en una incubadora.
En este momento, se tarda aproximadamente un día en formar una capa, de aproximadamente cinco micrómetros de espesor, de carbonato de calcio y polímero. Meyer y su equipo actualmente están buscando recubrir otros materiales como el metal con el nácar, y "estamos probando nuevas técnicas para hacer que los materiales más gruesos, similares a los nácares sean más rápidos y eso podría ser todo el material en sí", dice Meyer.
Una de las características más beneficiosas del nácar producido en el laboratorio de Meyer es que es biocompatible: está hecho de materiales que produce el cuerpo humano o que los humanos pueden comer naturalmente de todos modos. Esto hace que el nácar sea ideal para aplicaciones médicas como huesos artificiales e implantes, dice Meyer.
Y, aunque el material es más duro y rígido que la mayoría de los plásticos, es muy ligero, una calidad que es especialmente valiosa para el transporte, en vehículos como aviones, barcos o cohetes, donde cada kilo extra significa combustible extra.
El nácar también podría ser un material ideal para construir casas en la luna y otros planetas: los únicos "ingredientes" necesarios serían un astronauta y un pequeño tubo de bacterias, dice Meyer. "La luna tiene una gran cantidad de calcio en el polvo lunar, por lo que el calcio ya está allí. El astronauta trae la bacteria y el astronauta produce la urea, que es la única otra cosa que necesitas para comenzar a hacer capas de carbonato de calcio ".
La nutrigenética
La nutrigenética tiene el estudio de la relación entre los genes y la respuesta a la dieta. Es decir, la nutrigenética explica por qué cada persona tiene una reacción distinta ante los mismos alimentos. Además, su objetivo es “conocer y poder modificar las variables ambientales y así conseguir una vida saludable mediante una dieta personalizada con el fin de evitar importantes patologías. Hoy día es una realidad poder realizar estudios genéticos precisos que sirven como herramienta para generar recomendaciones nutricionales personalizadas, ajustar la dieta y el estilo de vida en función de nuestro perfil genético”, explican desde la Fundación Española de Expertos en Obesidad. Pero ¿en qué consiste realmente?
La nutrigenética estudia nuestro ADN para conocer aquellos agentes o factores ambientales que nos afectan de manera negativa. La información que guardan los más de 30.000 genes que residen en cada individuo condiciona el estado nutricional, algo que se escapa completamente de nuestro control. Sin ir más lejos, en el año 2001, se descubrió que existen pequeñas variaciones genéticas que influyen en el desarrollo de algunas enfermedades. Mediante el análisis de estos datos genéticos podemos saber si tenemos predisposición o no a padecer esos problemas de salud en el futuro, con lo cual nos ayuda a prevenir enfermedades, identificadas a través del ADN, con unas pautas dietéticas concretas. La diabetes, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares, muy frecuentes en adultos, son tres de los casos más habituales.
¿Y que es la nutrigenómica?
En este caso, estamos ante la ciencia que estudia la relación de los alimentos con el genoma, de ahí el nombre por el que también es conocida: genómica nutricional. Es decir, la nutrigenómica se centra en la manera en la que los nutrientes y otros componentes de nuestra dieta interaccionan o modulan el material genético. “Al hacer una interpretación determinada del material genético, los distintos tipos de dietas podrían desembocar en distintos resultados, sin olvidar la variabilidad individual”, añaden desde el Instituto Nutrigenómica. Esto determina nuestra respuesta fisiológica a los alimentos que comemos.
Aunque actualmente las líneas de investigación en las que trabaja se centran en prevenir la obesidad -debido a la juventud de esta rama de la genética-, en un futuro podría cumplir una función muy similar a la que ejerce la nutrigenética en el presente, como las enfermedades cardiovasculares o el envejecimiento de las células. Tiempo al tiempo.
La nutrigenética estudia nuestro ADN para conocer aquellos agentes o factores ambientales que nos afectan de manera negativa. La información que guardan los más de 30.000 genes que residen en cada individuo condiciona el estado nutricional, algo que se escapa completamente de nuestro control. Sin ir más lejos, en el año 2001, se descubrió que existen pequeñas variaciones genéticas que influyen en el desarrollo de algunas enfermedades. Mediante el análisis de estos datos genéticos podemos saber si tenemos predisposición o no a padecer esos problemas de salud en el futuro, con lo cual nos ayuda a prevenir enfermedades, identificadas a través del ADN, con unas pautas dietéticas concretas. La diabetes, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares, muy frecuentes en adultos, son tres de los casos más habituales.
¿Y que es la nutrigenómica?
En este caso, estamos ante la ciencia que estudia la relación de los alimentos con el genoma, de ahí el nombre por el que también es conocida: genómica nutricional. Es decir, la nutrigenómica se centra en la manera en la que los nutrientes y otros componentes de nuestra dieta interaccionan o modulan el material genético. “Al hacer una interpretación determinada del material genético, los distintos tipos de dietas podrían desembocar en distintos resultados, sin olvidar la variabilidad individual”, añaden desde el Instituto Nutrigenómica. Esto determina nuestra respuesta fisiológica a los alimentos que comemos.
Aunque actualmente las líneas de investigación en las que trabaja se centran en prevenir la obesidad -debido a la juventud de esta rama de la genética-, en un futuro podría cumplir una función muy similar a la que ejerce la nutrigenética en el presente, como las enfermedades cardiovasculares o el envejecimiento de las células. Tiempo al tiempo.
Biología computacional
Suena a algo muy nuevo, pero en realidad no lo es. La biología computacional es casi tan antigua como la informática. De hecho Alan Turing, considerado unánimemente uno de los padres de la informática, utilizó los primeros ordenadores para desarrollar modelos matemáticos de la morfogénesis, que a grandes rasgos es el proceso biológico que explica cómo un organismo desarrolla una forma determinada.
Turing trabajó en esta área a principios de la década de los años 50. Este hecho refleja que una de las primeras aplicaciones de la computación tal y como la conocemos fue, precisamente, la biología, pero los mayores avances que está propiciando la alianza entre estas dos disciplinas se han producido durante las últimas dos décadas. Y esto ha provocado que las expectativas de los científicos estén por todo lo alto debido a una razón de peso: la biología computacional aspira a resolver algunos de los mayores problemas a los que se enfrenta la humanidad actualmente. En conclusión la biología computacional es la ciencia que recurre a herramientas informáticas para ayudarnos a entender mejor los sistemas biológicos más complejos.
Turing trabajó en esta área a principios de la década de los años 50. Este hecho refleja que una de las primeras aplicaciones de la computación tal y como la conocemos fue, precisamente, la biología, pero los mayores avances que está propiciando la alianza entre estas dos disciplinas se han producido durante las últimas dos décadas. Y esto ha provocado que las expectativas de los científicos estén por todo lo alto debido a una razón de peso: la biología computacional aspira a resolver algunos de los mayores problemas a los que se enfrenta la humanidad actualmente. En conclusión la biología computacional es la ciencia que recurre a herramientas informáticas para ayudarnos a entender mejor los sistemas biológicos más complejos.
Hallada una potencial diana terapéutica para tratar una enfermedad cardiovascular degenerativa
Se ha identificado un potencial diana terapéutica para tratar una enfermedad cardiovascular degenerativa .Actualmente, la estenosis aórtica degenerativa clasificada, la enfermedad valvular más frecuente en los países desarrollados, tiene tratamiento quirúrgico.
El engrosamiento y calcificación que sufren las válvulas aórticas, impiden que estas se abran por completo y, por tanto, se reduce u obstruye el flujo sanguíneo que va del corazón hacía la arteria aorta y el resto del organismo.
Las rutas de activación inducen la inflamación y calcificación características de la enfermedad.
Por tanto, las válvulas aórticas, por las que pasan varios litros de sangre por minuto, podrían estar expuestas al interferón tipo I, por otro lado, porque es libertado al plasma en respuesta a una infección por virus, y por otro lado, porque es secretado por células inmunes infiltradas y células valvulares en respuesta a moléculas presentes en patógenos y moléculas generales durante el daño tisular.
Para el estudio, los investigadores han empleado un modelo celular de la estenosis aórtica degenerativa calcificada, que consiste en células extraídas de válvulas de pacientes,. Estos han identificado mecanismos moleculares con la menor incidencia de esta enfermedad en mujeres, en las que, además, le proceso de calcificación suele ser menor.
Durante el estudio se observa unas inesperadas diferencias según el sexo de los pacientes que les llevaron a explorar los mecanismos específicos subyacentes.
En concreto, podrían llegar a usarse en el tratamiento farmacológico de la estenosis aórtica degenerativa calcificada en estadios iniciales y fundamentalmente, en pacientes varones.
El engrosamiento y calcificación que sufren las válvulas aórticas, impiden que estas se abran por completo y, por tanto, se reduce u obstruye el flujo sanguíneo que va del corazón hacía la arteria aorta y el resto del organismo.
Las rutas de activación inducen la inflamación y calcificación características de la enfermedad.
Por tanto, las válvulas aórticas, por las que pasan varios litros de sangre por minuto, podrían estar expuestas al interferón tipo I, por otro lado, porque es libertado al plasma en respuesta a una infección por virus, y por otro lado, porque es secretado por células inmunes infiltradas y células valvulares en respuesta a moléculas presentes en patógenos y moléculas generales durante el daño tisular.
Para el estudio, los investigadores han empleado un modelo celular de la estenosis aórtica degenerativa calcificada, que consiste en células extraídas de válvulas de pacientes,. Estos han identificado mecanismos moleculares con la menor incidencia de esta enfermedad en mujeres, en las que, además, le proceso de calcificación suele ser menor.
Durante el estudio se observa unas inesperadas diferencias según el sexo de los pacientes que les llevaron a explorar los mecanismos específicos subyacentes.
En concreto, podrían llegar a usarse en el tratamiento farmacológico de la estenosis aórtica degenerativa calcificada en estadios iniciales y fundamentalmente, en pacientes varones.
Enfermos de esclerosis se agarran a la esperanza de una terapia en Rusia.
Miles de extranjeros viajan a Moscú y gastan 100.000 euros en un tratamiento con células madre que todavía se ensaya en varios países.
Hace más de un año que Damien Gerace decidió apostarlo todo a la carta rusa. Enfermo de esclerosis múltiple desde 2001 y desesperanzado por los tratamientos a los que se estaba sometiendo, se impuso reunir los casi 50.000 euros que le costaría otra fórmula: un trasplante de células madre hematopoyéticas en Moscú. “La enfermedad avanzaba, hacía tres años que ya no podía caminar y ya había probado los tratamientos disponibles para mí en Francia”, recalca el francés, de 38 años. Hizo las maletas y viajó a la capital rusa para someterse a un procedimiento médico no aprobado por las agencias internacionales para el tratamiento de la esclerosis, y del que aún se están haciendo ensayos clínicos en varios países. Un viaje, pese a ello, que realizan cada año cientos de extranjeros con patologías como la suya.
El trasplante autólogo de células madre hematopoyéticas al que se sometió Gerace se realiza para el tratamiento de algunos tipos de cáncer. Consiste en tratar al paciente con fármacos inmunosupresores que destruyen las células que originan la inflamación y, como resultado, la médula ósea. Después, se le trasplantan sus propias células madre, extraídas antes de todo el proceso, para reconstruir la médula. Es un tratamiento complejo, que requiere casi cuatro semanas de ingreso y alta especialización. En la Unión Europea, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda no está aprobado para realizarse de forma habitual para tratar la esclerosis múltiple o patologías similares. Los expertos avisan de que aún falta evidencia y protocolos de uso, así que se realiza solo en casos concretos y dentro de ensayos clínicos. Tiene entre un 1% y un 3% de mortalidad.
Proteina que protege contra el hígado graso no alcoholico
La enfermedad del hígado graso no alcohólico es un conjunto de afecciones hepáticas con distinto grado de severidad que se caracterizan por la acumulación de grasa en las células del hígado y que no son causadas por un consumo elevado de alcohol. Uno de los cuadros clínicos más graves de hígado graso es la esteatohepatitis no alcohólica (NASH), una patología que cursa con acumulación de grasa e inflamación.
La proteína mitofusina 2 podría actuar como factor de protección frente a la enfermedad del hígado graso no alcohólico una patología que afecta a cerca del 25 % de la población mundial
En el nuevo trabajo, el equipo científico ha constatado una mejora significativa de los niveles de mitofusina 2 en ratones afectados por NASH mediante un protocolo experimental basado en el uso de adenovirus (virus modificados para expresar algunas proteínas).
Tal como explica la investigadora del IRB María Isabel Hernández-Álvarez, primera autora del estudio, «ahora se están estudiando diferentes vías que permitan aumentar los niveles de mitofusina 2 sin generar efectos secundarios, y que podrían ser relevantes en el tratamiento del hígado graso no alcohólico».
Crean un antídoto para el ser vivo más venenoso de la Tierra
Chironex fleckeri, también conocida como avispa de mar, es la especia de medusa más venenosa. Sus tentáculos miden hasta 3 metros de largo, es extremadamente doloroso y basta para que unas pequeñas células, disparen un pequeño aguijón que inyecta neurotoxinas bajo la piel.
Los científicos de la universidad de Sydneyhan desarrollado un antibiótico para este animal usando la técnica de edición genética CRISPR. Este es capaz de bloquear la necrosis y el dolor, siempre que se administre de un margen de 15 minutos tras la picadura, aunque todavía desconocen si es capaz de evitar el paro cardíaco que puede producirse.
Los científicos de la universidad de Sydneyhan desarrollado un antibiótico para este animal usando la técnica de edición genética CRISPR. Este es capaz de bloquear la necrosis y el dolor, siempre que se administre de un margen de 15 minutos tras la picadura, aunque todavía desconocen si es capaz de evitar el paro cardíaco que puede producirse.
Bacteria del intestino que puede evitar el cancer colorrectal
La microbiota, que es el conjunto de los microorganismos presentes en el intestino, puede utilizarse para prever el surgimiento del cáncer colorrectal, el segundo tipo tumoral en frecuencia entre las mujeres y el tercero entre los varones. En el marco de una investigación a cargo de un equipo internacional de científicos, se detectó una firma de 16 especies microbianas capaz de predecir la aparición de tumores colorrectales. Los resultados de este estudio apuntan a la creación de un análisis predictivo para poblaciones con distintas culturas alimentarias.
Los investigadores combinaron estudios de metagenómica, bioinformática y aprendizaje de máquinas (mediante el uso de inteligencia artificial) para correlacionar el surgimiento del cáncer colorrectal con datos de la microbiota de 969 personas de Alemania, Francia, Italia, China, Japón, Canadá y Estados Unidos. Se trata de uno de los mayores y más variados estudios sobre este tema.
Los investigadores combinaron estudios de metagenómica, bioinformática y aprendizaje de máquinas (mediante el uso de inteligencia artificial) para correlacionar el surgimiento del cáncer colorrectal con datos de la microbiota de 969 personas de Alemania, Francia, Italia, China, Japón, Canadá y Estados Unidos. Se trata de uno de los mayores y más variados estudios sobre este tema.
Este estudio redundó también en otros dos hallazgos importantes. Uno de ellos se refiere a la mayor prevalencia de bacterias que comúnmente se encuentran en la boca y en las vías aéreas en los intestinos de los pacientes con cáncer colorrectal. El otro descubrimiento apunta hacia la asociación entre esta enfermedad y la presencia de una enzima microbiana que degrada a la colina, un nutriente que forma parte del complejo vitamínico B.
En el estudio, los pacientes con cáncer colorrectal exhibieron una mayor presencia de bacterias de la especie Fusobacterium nucleatum en comparación con los individuos sanos. Esta especie normalmente habita en la zona de la boca. Hasta ahora, lo que se esperaba entonces era que el ambiente ácido del estómago fuese fatal para dichas bacterias.
Enzimas y probióticos contra la intolerancia a la lactosa
Científicos del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Autónoma de Madrid, todas estas entidades en España, han analizado en condiciones in vitro la capacidad potencial de un preparado comercial a base de probióticos y enzimas digestivas para ayudar a degradar la lactosa.
En concreto, el equipo evaluó la potencial aplicación del preparado comercial consistente en una mezcla de enzimas digestivas (proteasa, lactasa, lipasa y amilasa) y probióticos termoestables y resistentes a las condiciones del estómago (Lactobacillus gasseri, Bifidobacterium bifidum y Bifidobacterium longum) en la hidrólisis de la lactosa presente tanto en alimentos (leche y yogures) como en disoluciones de dicho carbohidrato.
En suma, los resultados obtenidos demostraron que el preparado comercial estudiado podría resultar adecuado para hidrolizar la lactosa presente en los productos comerciales analizados, asegurando una ingesta de lactosa inferior al límite a partir del cual se pueden producir efectos adversos (unos 12 g/día, EFSA) en individuos con una cierta intolerancia.
En concreto, el equipo evaluó la potencial aplicación del preparado comercial consistente en una mezcla de enzimas digestivas (proteasa, lactasa, lipasa y amilasa) y probióticos termoestables y resistentes a las condiciones del estómago (Lactobacillus gasseri, Bifidobacterium bifidum y Bifidobacterium longum) en la hidrólisis de la lactosa presente tanto en alimentos (leche y yogures) como en disoluciones de dicho carbohidrato.
En suma, los resultados obtenidos demostraron que el preparado comercial estudiado podría resultar adecuado para hidrolizar la lactosa presente en los productos comerciales analizados, asegurando una ingesta de lactosa inferior al límite a partir del cual se pueden producir efectos adversos (unos 12 g/día, EFSA) en individuos con una cierta intolerancia.
Nuevo centro de Terapia de enfermedades neurológicas
España ha inaugurado esta semana un laboratorio de nuevas terapias que utilizan la robótica para asistir a personas afectadas por enfermedades neurológicas. Las instalaciones están situadas en el Centro de Automática y Robótica, en la localidad madrileña de Arganda del Rey.
La plataforma para la investigación y la terapia asistida por robots de las enfermedades neurológicas Marsi Care, impulsada por el CSIC y su empresa de base tecnológica Marsi Bionics, servirá como centro de operaciones a científicos, pediatras, psicólogos, fisioterapeutas e ingenieros informáticos, aprovechando el conocimiento que este equipo de investigadores del Centro de Automática y Robótica tiene en exoesqueletos de marcha, una tecnología patentada internacionalmente.
El laboratorio cuenta con un sistema de cámaras de captura de movimiento por infrarrojos, una serie de plataformas con sensores de fuerza y electromiográficos de detección de la actividad muscular que permite analizar y evaluar el progreso de una terapia rehabilitadora de la marcha en los pacientes. La información recogida por esta tecnología ayuda a optimizar el programa de terapia de forma personalizada. Para García Armada, este nuevo laboratorio es la culminación de años de trabajo en el desarrollo y mejora de estas tecnologías, que ya han dejado de ser prototipos.
Nuevo tipo de demencia
Ronald Reagan murió a los 93 años sin recordar que había sido presidente de EE UU en plena Guerra Fría. Rita Hayworth falleció a los 68 sin saber que había protagonizado Gilda. Y Adolfo Suárez expiró a los 81 habiendo olvidado que fue el primer presidente democrático en España tras la muerte de Franco. Cada tres segundos se diagnostica un nuevo caso de demencia en el mundo, con resultados demoledores. Más de un siglo después del descubrimiento de la enfermedad de Alzheimer, todavía no existe ningún tratamiento y ni siquiera se comprenden bien sus causas.
Un equipo internacional de científicos publica hoy un documento que podría ayudar a explicar por qué las terapias experimentales fracasan una tras otra desde hace años. El llamado alzhéimer no siempre es alzhéimer. Los investigadores, encabezados por el estadounidense Peter Nelson, describen un nuevo tipo de demencia, bautizado Late (acrónimo del difícil nombre científico "encelopatía TDP-43 límbico-predominante relacionada con la edad") que aparentemente es tan habitual como el alzhéimer en las personas de más de 80 años. Ha pasado desapercibido durante décadas.
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