Un estudio publicado en Nature Cell Biology concluye que hay que tener cuidado con los fármacos que inhiben los factores epigenéticos ya que podrían contribuir al inicio de algunos cánceres. Si bien el efecto antitumoral puede ser positivo al principio, puede desembocar más adelante en la aparición de tumores más agresivos.
El cáncer se desarrolla por la acumulación de mutaciones en nuestras células. Dichas mutaciones no están distribuidas de forma homogénea en nuestros cromosomas, sino que ciertas regiones almacenan muchas más que otras.
Un estudio liderado por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona), se propuso averiguar si la apertura de la cromatina es el factor que determina si una región acumula más o menos mutaciones.
La conclusión ha sido que los fármacos que inhiben los factores epigenéticos podrían estar alterando el número de mutaciones que acumulan los tumores, lo cual podría resultar incluso peor para los pacientes
“No decimos que esto vaya a ocurrir en todos los casos, pero es algo que hay que estudiar más a fondo antes de decidir si los fármacos dirigidos a factores epigenéticos han de llevarse a la clínica o no”, afirma Salvador Aznar Benitah,
El estudio también señala que la apertura de la cromatina resulta en modificaciones genéticas de gran tamaño como duplicaciones o pérdida de diferentes zonas del ADN. Vieron que debido a ese efecto, las células tumorales se resentían y los tumores dejaban de crecer, en un principio, ante la inhibición del factor epigenético.
“Esta observación llevaría a pensar que se trata de una buena diana terapéutica antitumoral. Sin embargo, la inestabilidad genómica conllevó a su vez la aparición de células tumores mutadas que al final desarrollaron tumores muy agresivos”, sostiene Alexandra Avgustinova, investigadora postdoctoral del IRB Barcelona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario