El Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG) han logrado modificar genéricamente ejemplares de Arabidopsis thaliana, lo más parecido a un ratón de laboratorio pero en versión vegetal y la primera planta a la que se le secuenció el genoma. Lo que hicieron fue sobre expresar un receptor celular de una hormona vegetal (el BRL3, un brasinoesteroide) que regula el crecimiento, siendo clave en los procesos de expansión, división y diferenciación celular de los tejidos más jóvenes de la planta.
"Con la sobre expresión génica multiplicamos por cinco el número de receptores de esteroides en las células vasculares", explica la autora del estudio, Ana Caño. En condiciones de sequía estos BRL3 enriquecidos disparan la acumulación de azúcares en los tallos más tiernos y, en particular, en las raíces. Las plantas necesitan el agua para hacer azúcares, pero al acumularlos en las raíces, no perciben que falte agua.
En condiciones normales, las raíces se mueven y retuercen buscando agua en un proceso llamado hidrotropismo. Si no la hay, es la planta y no la tierra la que cede su humedad mediante ósmosis hasta secarse. En las A. thaliana modificadas, la glucosa, la fructosa y otros azúcares son osmoprotectores, aislando a raíces y tallos. Tras un periodo extremo de sequía, 12 días sin una gota de agua, el 44% de las plantas modificadas sobrevivieron, frente al 20% de las plantas usadas como control.
No hay comentarios:
Publicar un comentario