Desayunar mientras amanece, salir a trabajar con luz, comer a las 13.00h, dormir una siesta de 20 minutos como máximo, terminar de trabajar no más tarde de las 17.00h, cenar a las 20.00h y dos horas más tarde estar durmiendo.
Este sería el horario perfecto que ha planteado el jefe del instituto de investigación biomédica en Lleida, Ferrán Barbé, en unas sesiones en las que los mayores expertos del mundo sobre la investigación del sueño insistieron en la necesidad de concienciar a la población sobre lo importante que es dormir bien, y pidieron a los políticos que utilizasen las herramientas legislativas para racionalizar los horarios que ayuden a una mejor calidad de sueño.
El sueño es el cuarto pilar de la salud humana, unido a la dieta, el deporte y el bienestar emocional. Sin embargo, para los investigadores es un tema olvidado.
De acuerdo con estos expertos, un adulto debería dormir entre 7 y 8 horas diarias de media, 30 minutos más que en el caso de las mujeres. Es un acto necesario que ayuda al cerebro a reiniciarse, y que si no se hace adecuadamente, es decir, se hace poco o mal, sus daños serán la dismunución de la calidad de vida y el tiempo de esta
"Se da la paradoja de que mucha gente se pone el despertador a las 6.00h para ir al gimnasio o a pilates, sacrificando horas de sueño por el ejercicio pensando que así va a mejorar su salud", señala Barbé sobre la escasa conciencia entre la población de la importancia para el organismo de dormir un mínimo de horas.
Según estos expertos, el adelanto y atraso del reloj es muy perjudicial para la salud, especialmente para las poblaciones más débiles como los niños y ancianos.
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