Esto lo han logrado basándose en la autofagia, que es el sistema de reciclaje de las células, mediante el cuál la célula destruye elemento nocivos y además, aprovecha sus componentes.
Lo que ha hecho el equipo de Alvaro Fernández es, introducir en el organismo una mutación genética que afecta a la principal proteína involucrada en la autofagia, la Beclina 1, para que esta no se una con la BCL2, que entorpece el proceso de autofagia celular.
Lo único que todavía se desconoce son los efectos que puede tener el exceso de autofagia para el organismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario