viernes, 20 de abril de 2018


Quimioterapia e inmunoterapia combinadas para mejorar la supervivencia en cáncer de pulmón


La denominada medicina de precisión saca músculo en la oncología y la comunidad científica avanza en el camino de los tratamientos especializados, diseñados a medida para cada tipo — y subtipo— de tumor. En esta línea, investigadores de varios hospitales españoles han participado en un estudio internacional que constata la eficacia de combinar una quimioterapia y un tipo de inmunoterapia para mejorar la supervivencia en un cáncer de pulmón avanzado. El estudio, publicado en la revista científica The New England Journal of Medicine (NEJM), pone sobre la mesa el papel de la inmunoterapia para mejorar el tratamiento de tumores pulmonares.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en España se diagnosticaron el año pasado 28.645 nuevos casos de cáncer de pulmón. Pese a la mejora de los tratamientos en los últimos años, este tipo de tumor no tiene un pronóstico favorable en la mayoría de los casos y es, de hecho, el cáncer que provoca más fallecimientos (22.187 muertes en 2017). 

Los investigadores de este estudio, en el que han participado médicos de cinco hospitales españoles (el Vall d'Hebron de Barcelona, la Fundación Jiménez Díaz y la Quirón de Madrid, el hospital Insular de Las Palmas y Hospital Universitario Central de Asturias), pusieron el foco en un subtipo muy concreto de cáncer de pulmón: el carcinoma no microcítico (también llamado, de células no pequeñas), no escamoso, en estadio IV (muy avanzado, con metástasis) y sin mutación en los genes  EGFR o ALK. "El 40% de los pacientes con cáncer de pulmón están en estadio IV y, de estos, el 60% o 70% son carcinomas no escamosos", explica la doctora Enriqueta Felip, jefa de cáncer de pulmón en el Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y una de las firmantes del estudio.

En la investigación, los científicos querían comparar la eficacia de administrar solo el tratamiento de quimioterapia o la aplicación combinada de quimioterapia y pembrolizumab (un fármaco de inmunoterapia). Para ello, los investigadores reclutaron a 610 pacientes (el 20% españoles) diagnosticados con este tipo de tumor metastásico y que no habían recibido ninguna terapia previa. Así, como primera línea de tratamiento, a 405 de los participantes les administraron conjuntamente el pembrolizumab y una combinación de quimioterapia (pemetrexed y cistaplino o carboplatino); a los otros 202, los investigadores les administraron la misma fórmula quimioterápica y un placebo (en lugar del fármaco inmunoterápico). 

El resultado del estudio reveló una mejora de la supervivencia en los pacientes a los que se les había administrado de forma combinada quimioterapia e inmunoterapia. La supervivencia, un año después, fue un 20% mayor en el grupo que combinó ambas terapias con respecto al grupo al que se le administró quimioterapia y placebo. El riesgo de progresión de la enfermedad también se redujo un 48% en el primer grupo con respecto a los que recibieron placebo.

"Este estudio refleja la importancia de la inmunoterapia en el cáncer de pulmón, aunque hay que seguir investigando", apunta Felip. La doctora del hospital Vall d'Hebron de Barcelona matiza que esta investigación no implica "que se haya curado el cáncer", pero sí mejora las opciones terapéuticas de un grupo de pacientes con mal pronóstico. "Se han dado muchos pasos importantes en los últimos años en cáncer de pulmón, pero necesitamos saber qué pasa a largo plazo", indica.



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