La UE prohíbe el uso de tres insecticidas en cultivos al aire libre dañinos
para las abejas
Los 28 países miembros de la UE han
decidido esta mañana prohibir totalmente el uso al aire libre de tres
insecticidas neonicotinoides muy utilizados en todo el mundo en cultivos de
maíz, colza, algodón y girasol. En febrero, los científicos de la Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria ya dictaminaron que los tres
pesticidas —imidacloprid y clotianidina, fabricados por Bayer, y tiametoxam, de
Syngenta— “en general” representan “un riesgo para las abejas silvestres y las
abejas melíferas”.
Los neonicotinoides son insecticidas
sistémicos, que son absorbidos por las plantas y están presentes en su polen y
su néctar. Multitud de estudios científicos han vinculado estos pesticidas
con un declive de las poblaciones de abejas, junto a multitud de otros
factores, como la destrucción de su hábitat, el cambio climático, el
ácaro Varroa que chupa sus líquidos internos y el
parásito Nosema apis que ataca su aparato digestivo.
El lituano Vytenis Andriukaitis,
comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, ha celebrado esta mañana el
resultado de la votación. "La salud de las abejas sigue siendo de vital
importancia para mí, dado que está relacionada con la biodiversidad, con la
producción de alimentos y con el medio ambiente", ha declarado. Las
abejas, que transportan el polen desde las partes masculinas de una flor hasta
las partes femeninas, son esenciales en cultivos como la alfalfa, las
almendras, los pepinos y las fresas.
El uso de los tres insecticidas ya
estaba restringido en la UE desde 2013 en aplicación del principio de
precaución. Hace un año, el experimento en el campo más ambicioso hasta la
fecha mostró efectos negativos en las abejas. El estudio, financiado
por los propios fabricantes de los pesticidas, investigó el impacto en la abeja
de la miel, el abejorro común y la abeja solitaria en 2.000 hectáreas de
cultivos de colza de Hungría, Reino Unido y Alemania. En Hungría, el número de
colonias de abejas descendió un 24% durante el invierno. En Reino Unido, entre
un 67% y un 79%, aunque en zonas sin neonicotinoides también cayó un 58%. En
Alemania, sin embargo, no se detectaron efectos negativos.
El imidacloprid, fabricado por
Bayer, es uno de los insecticidas más empleados en el mundo. En 2010 se
fabricaron unas 20.000 toneladas de sustancia activa. En España, los
insecticidas y acaricidas representan solo un 9,9% del total de pesticidas
utilizados. La mayor parte son fungicidas, contra hongos nocivos, y herbicidas,
contra malas hierbas.
La decisión
de los 28 países miembros —a propuesta de la Comisión Europea— significa la
prohibición total de estos insecticidas en cultivos como los frutales, la
remolacha y las hortalizas al aire libre, pero se podrán seguir utilizando en
invernaderos. La Comisión afirma que adoptará la nueva regulación en las
próximas semanas.
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