domingo, 15 de abril de 2018

Increíbles arrecifes de coral que son capaces de lograr sobrevivir al cambio climático

Los informes sobre los arrecifes de coral parecen siempre implacablemente sombríos. En todas partes se están blanqueando y extinguiendo, incapaces de soportar los estragos de unas aguas en rápido calentamiento. O en todas excepto en el norte del mar Rojo, donde parece que una enorme región de arrecifes excepcionalmente resistentes sobrevivirá a temperaturas muy superiores a las normales en la actualidad.

En este sistema de arrecifes, los humanos podríamos aprender lecciones que nos ayuden a proteger otros. Y el norte del mar Rojo podría convertirse en algún momento en refugio: un lugar en el que, aunque los corales de otras partes hayan desaparecido, las especies y las comunidades de arrecife logren sobrevivir hasta que llegue el momento en el que puedan volver a extenderse.

“La importancia global de este refugio radica en su tamaño”, afirma Eslam Osman, biólogo marino de la Universidad de Essex. “No hablamos de pequeñas bolsas de resistencia como las que se habían registrado con anterioridad. Hablamos de 2.000 kilómetros de un sistema de arrecifes continuo, con alta diversidad y muchas especies endémicas. Se trata de una escala enorme”.

En un estudio publicado en Global Change Biology, Osman y sus colaboradores comparan registros de la decoloración de los corales –en el que estos expulsan las algas que viven simbióticamente en su interior, se vuelven blancos y a menudo mueren a continuación– en el mar Rojo con las temperaturas de la superficie de este mar entre 1982 y 2012. El equipo de Osman concluye que, a pesar de los prolongados periodos de calentamiento, “el mar Rojo septentrional no ha experimentado una decoloración masiva”. Lo mismo puede decirse del calentamiento extremo provocado por el fenómeno de El Niño en 2015-2016, añaden, cuando “la decoloración se limitó al mar Rojo central y meridional” a pesar de que las aguas del norte estaban aún más calientes. Las pruebas de laboratorio subrayaron además la resistencia de los corales septentrionales.

Esto podría deberse a una historia evolutiva adaptada al calor, opinan los investigadores, y a patrones de viento y flujo de aguas específicos, que parecen atenuar los efectos del calentamiento. Sea cual sea la explicación, “toda la región norte podría servir de refugio a los corales constructores de arrecifes frente a las anomalías medioambientales en tiempos de rápido cambio climático”, afirma el equipo de Osman.

Aunque en este momento los arrecifes conservan su salud, advierte Osman, y los de la costa egipcia se han beneficiado del descenso del turismo y la pesca tras la Primavera Árabe, la vuelta del turismo hará revivir esas presiones.

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