sábado, 3 de febrero de 2018

Animales que sí ‘predicen’ el tiempo.

“Las personas siempre hemos querido predecir el tiempo a largo plazo, que es algo imposible”, dice José Miguel Viñas, el vicepresidente de ACOMET (Asociación de Comunicadores de Meteorología). Según Viñas, la relación de los animales y el tiempo atmosférico tienen sus orígenes en antiguas sociedades rurales, donde la población dependía de la agricultura.

La predicción del Día de la Marmota es “aleatoria”, al depender de la incidencia de la luz del sol sobre un pueblo en EE UU (y el comportamiento de una marmota) en la mañana del 2 de febrero.

Más razonable es asociar el avistamiento de ciertos animales con los cambios estacionales. Por ejemplo, en los bosques europeos, el canto del cuco era un heraldo fiable de la primavera. Durante sus primeros años, la Real Sociedad Meteorológica británica centró su trabajo en el estudio de la fenología, que analiza variaciones en el clima gracias a los ciclos vitales de los seres vivos.

Sin embargo, el tiempo meteorológico varía más rápido que el clima. Para estas predicciones los animales pueden darnos pistas. Muchas especies son sensibles a cambios atmosféricos, como un aumento de la humedad o de la presión, que preceden a fenómenos como la lluvia o la tormenta.

Los zoólogos consideran que los insectos, y otros artrópodos como las arañas, son especialmente susceptibles a estos cambios. Un estudio publicado en la revista científica PLoS One analizó el comportamiento sexual de escarabajos, pulgones y polillas en varias condiciones de presión atmosférica; aunque cada especie respondió a los cambios de forma particular, todas modificaron su comportamiento. Estas investigaciones podrían explicar observaciones tradicionales, como la asociación del mal tiempo con el retorno de las abejas a la colmena, o con las telarañas vacías.

Otros estudios han documentado cómo algunos tiburones se alejan de la costa en busca de aguas más profundas antes de la llegada de un huracán. Parece que los peces responden a cambios en la presión del agua de forma similar a la respuesta de animales terrestres ante cambios en la presión del aire.

También tienen mérito algunos dichos populares que relacionan los animales con el tiempo. Es muy probable que “cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo”, ya que el aire frío es denso y esto podría dificultar el vuelo en altura. Pero también hay muchas supersticiones dice el meteorólogo.

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