jueves, 10 de mayo de 2018

Las bacterias "chivan" el momento exacto de una muerte.

La nueva técnica forense consiste en analizar el necrobioma, o sea, la comunidad de microbios que habita en la piel de un cadáver.



"¿Hora de la muerte?". La ciencia forense todavía no ha conseguido dar una respuesta demasiado exacta a esta pregunta tópica de las películas y series policíacas, aunque ahora podía afinar más gracias a una nueva técnica: el análisis del necrobioma. O dicho de otra manera, el recuento de la comunidad de bacterias que habita un cadáver cuando es encontrado.

Esto permitirá datar el llamado intervalo post-mortem (PMI, por sus siglas en inglés) con más exactitud que con las pistas tradicionales, como el estado del cuerpo y los insectos que lo acompañan. Porque las condiciones meteorológicas y la localización geográfica a menudo desbaratan las estimaciones.

Para crear su modelo, los investigadores secuenciaron el ADN de los microbios recolectados del tejido cutáneo de los canales nasales y auditivos de 21 cadáveres en la Universidad de Tennessee (Estados Unidos). Teniendo en cuenta los cambios de la comunidad microbiana, aseguran, pueden deducir el momento de la muerte con un error máximo de dos días de verano, ya que se valoran a la vez los efectos del tiempo transcurrido y la temperatura en el deterioro del cadáver; desde este punto de vista, un día estival equivale a dos semanas de invierno.

"Un vertebrado en proceso de descomposición es como un ecosistema muy dinámico", ha explicado Nathan Lens, microbiólogo de la City University de Nueva York y autor principal del estudio. Hay factores biológicos, como el descenso de niveles de oxígeno y nutrientes, que hacen variar sensiblemente el tipo de microorganismos que colonizan el cuerpo. Los investigadores, que acaban de publicar su trabajo en la revista PLOS ONE, creen que en el futuro podrán ampliar las zonas de donde se toman las muestras y confeccionar modelos aún más fiables.

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