La salud de los Españoles dañada por el tabaco en las terrazas
Uno de los grandes agujeros que
tiene la ley antitabaco es el de los espacios exteriores de bares y
restaurantes en los que se practica uno de los deportes nacionales, el terraceo.
Allí se sigue fumando, y mucho, poniendo en riesgo la salud de los fumadores
pasivos, sobre todo la de los empleados de estos locales, pero también la de
los demás clientes. Varios estudios demuestran que los niveles de partículas
tóxicas en las terrazas están por encima de los límites aconsejables y que,
además, en muchos casos se incumple la ley.
Xisca Sureda y su grupo en la
Universidad de Alcalá estudiaron esta situación en 200 terrazas representativas
de los 21 distritos de Madrid para conocer el alcance del problema. El
resultado: prácticamente en todas se fuma, por encima del 95% en verano y del
93% en otoño. Y lo que es peor, "todos los niveles de concentración de
partículas estaban por encima de los niveles mínimos recomendados en las guías
de calidad del aire", según Sureda.
El nivel medio de partículas
superaba los 10 microgramos, justo por encima del umbral considerado
perjudicial según las guías de referencia, aunque hay estudios que muestran
daños en la salud a partir de una exposición a 3 o 5 microgramos. En terrazas
cerradas, con parapetos y techumbre, los niveles de partículas multiplicaban
por ocho el umbral de lo tóxico, alcanzando hasta los 78 microgramos.
"En esos casos, los niveles se disparan", denuncia Sureda.
Otro estudio reciente,
realizado en Barcelona, encontró niveles algo superiores en nicotina a los
registrados en Madrid (0,54 microgramos frente a 0,42), lo que indica que se
trata de un problema que va más allá de una sola localidad. En ese caso, se
observaron fumadores en el 34% de las terrazas cerradas, algo que va contra la
ley.
Todo esto provoca que en los meses
fríos el 78% de las terrazas incumplan la ley, al cerrarse y permitir que se
siga fumando dentro, y que sea en esas épocas en las que más se expone a los
fumadores pasivos a los humos tóxicos.Esta situación es la más grave, la de las
terrazas que no están por completo al aire libre, sino que usan elementos para
proteger a la clientela del viento y otras inclemencias del tiempo. La
ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo de 2010 considera que solo
se puede fumar en terrazas si estando cubiertas tienen "un máximo de dos
paredes, muros o paramentos".
"Nos encontramos con un doble
problema", asegura Sureda, "porque hay un defecto en la definición de
la normativa y faltan acciones que obliguen a cumplir, con multas que no
merezca la pena pagar". La investigadora de la Universidad de Alcalá se
refiere a los casos en los que los dueños de los locales usan parapetos de
menos altura o recursos similares para sortear la normativa. Hace tres años, un
estudio de OCU denunció que casi 9 de cada diez terrazas cerradas
incumplían la ley antitabaco. Y, en cualquier caso, Sureda afirma que en
las terrazas semicerradas también "se disparan" los niveles de nicotina
y partículas.
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