martes, 8 de mayo de 2018

La salud de los Españoles dañada por el tabaco en las terrazas



Uno de los grandes agujeros que tiene la ley antitabaco es el de los espacios exteriores de bares y restaurantes en los que se practica uno de los deportes nacionales, el terraceo. Allí se sigue fumando, y mucho, poniendo en riesgo la salud de los fumadores pasivos, sobre todo la de los empleados de estos locales, pero también la de los demás clientes. Varios estudios demuestran que los niveles de partículas tóxicas en las terrazas están por encima de los límites aconsejables y que, además, en muchos casos se incumple la ley.

Xisca Sureda y su grupo en la Universidad de Alcalá estudiaron esta situación en 200 terrazas representativas de los 21 distritos de Madrid para conocer el alcance del problema. El resultado: prácticamente en todas se fuma, por encima del 95% en verano y del 93% en otoño. Y lo que es peor, "todos los niveles de concentración de partículas estaban por encima de los niveles mínimos recomendados en las guías de calidad del aire", según Sureda.

El nivel medio de partículas superaba los 10 microgramos, justo por encima del umbral considerado perjudicial según las guías de referencia, aunque hay estudios que muestran daños en la salud a partir de una exposición a 3 o 5 microgramos. En terrazas cerradas, con parapetos y techumbre, los niveles de partículas multiplicaban por ocho el umbral de lo tóxico, alcanzando hasta los 78 microgramos. "En esos casos, los niveles se disparan", denuncia Sureda.

Otro estudio reciente, realizado en Barcelona, encontró niveles algo superiores en nicotina a los registrados en Madrid (0,54 microgramos frente a 0,42), lo que indica que se trata de un problema que va más allá de una sola localidad. En ese caso, se observaron fumadores en el 34% de las terrazas cerradas, algo que va contra la ley.

Todo esto provoca que en los meses fríos el 78% de las terrazas incumplan la ley, al cerrarse y permitir que se siga fumando dentro, y que sea en esas épocas en las que más se expone a los fumadores pasivos a los humos tóxicos.Esta situación es la más grave, la de las terrazas que no están por completo al aire libre, sino que usan elementos para proteger a la clientela del viento y otras inclemencias del tiempo. La ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo de 2010 considera que solo se puede fumar en terrazas si estando cubiertas tienen "un máximo de dos paredes, muros o paramentos".

"Nos encontramos con un doble problema", asegura Sureda, "porque hay un defecto en la definición de la normativa y faltan acciones que obliguen a cumplir, con multas que no merezca la pena pagar". La investigadora de la Universidad de Alcalá se refiere a los casos en los que los dueños de los locales usan parapetos de menos altura o recursos similares para sortear la normativa. Hace tres años, un estudio de OCU denunció que casi 9 de cada diez terrazas cerradas incumplían la ley antitabaco. Y, en cualquier caso, Sureda afirma que en las terrazas semicerradas también "se disparan" los niveles de nicotina y partículas.


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