domingo, 7 de abril de 2019

¿Sin dolor?

Una mutación genética provoca que una británica de 71 años produzca más sustancias relacionadas con la felicidad en su cerebro.


Un equipo internacional de investigadores presenta el caso de Jo Cameron, una mujer “dicharachera, feliz, optimista” y con “insensibilidad al dolor”, unas características producidas por dos mutaciones en su genoma que hacen que tenga casi el doble de cannabinoides endógenos en su cerebro.

Los investigadores creen que Cameron heredó dos mutaciones en la zona del genoma humano que tiene las instrucciones para eliminar la anandamida, no sufre ningún problema en la transmisión del dolor, sino que la abundancia de anandamida en el cerebro debido a sus defectos genéticos hace que no sienta el dolor.

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