jueves, 23 de noviembre de 2017
La genética desvela sutiles diferencias entre el cerebro humano y el chimpancé
Por primera vez se ha analizado la actividad genética en 16 zonas diferentes del cerebro chimpancé y humano. Lo primero que muestran los resultados, es que predomina la similitud a nivel molecular entre las tres especies y en todas las áreas analizadas. Lo segundo, es que las diferencias aparecen justo donde no se esperaba encontrarlas.
Por ejemplo, la corteza prefrontal, donde reside el pensamiento complejo la acción genética en esta zona resulta muy similar a la de los primates. En cambio, el área con una actividad más característicamente humana es el cuerpo estriado, una zona relacionada con el movimiento y la coordinación corporal. Aquí los humanos se diferencian por una actividad superior de las neuronas inhibidoras y la expresión superior de dos genes relacionados con la producción de dopamina, un neurotransmisor esencial cuya pérdida provoca párkinson.
Aparecen también diferencias en el cerebelo, el gen causante de la probabilidad de los espermatozoides de fecundar al óvulo. Y el gen relacionado con el autismo también está más activo.
De momento no se tiene ni idea de qué significan dichas diferencias, pero lo que si saben es hay numerosas diversidades entre ambos encéfalos. Se cree que estas diferencias sugieren importantes consecuencias funcionales. Los investigadores han creado el mapa más complejo de expresión genética del cerebro humano y estudiarlo llevará bastante tiempo.
Esta acumulación de datos aún por interpretar empieza a ser típica de este complejo campo de investigación. Llevan dos siglos diseccionando cada milímetro del cerebro, pero al final no sabemos qué significan las diferencias. Es interesante que también el trabajo que se publica hoy encuentre una señal distintiva en el cuerpo estriado, involucrado en la gestión del propio cuerpo. Pero es un resultado preliminar.
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