El Instituto
Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) ha participado en el mayor
análisis internacional para describir por primera vez el mapa del genoma del
cáncer de vejiga, lo que ha permitido describir cinco nuevos subtipos y abrir
la puerta a explorar nuevos tratamientos personalizados.
El estudio,
publicado en la revista 'Cell', describe exhaustivamente el genoma de este tipo
de cáncer, según ha explicado el director del IMIM y profesor asociado en la
Universidad de Harvard en el Dana Farber Cancer Institute de Boston, Joaquim
Bellmunt, autor destacado del estudio.
Los
investigadores, dentro del proyecto TCGA (The Cancer Genoma Atlas), han
utilizado 412 muestras de tumores para tener la descripción genética más
detallada hasta el momento de este tipo de cáncer.
Bellmunt ha
afirmado que, gracias a este trabajo, ahora "se tiene una visión mucho más
amplia de las diferentes variedades y alteraciones genéticas del cáncer de
vejiga urinaria", que es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en hombres
y el undécimo en las mujeres.
El máximo
responsable del IMIM ha apuntado que "hay que seguir investigando para
encontrar los mejores tratamientos y confirmar las hipótesis de nuevas
modalidades de tratamiento".
En el estudio
han participado investigadores de más de 40 diferentes centros de todo el
mundo, que han hecho un análisis exhaustivo de 412 cánceres musculares
invasivos de vejiga, uno de los números más altos dentro del proyecto TCGA (el
anterior estudio sólo había dispuesto de 131 muestras).
Mapa de las mutaciones
Durante tres
años, las han analizado con 6 plataformas de perfil molecular, que han
permitido obtener un completo mapa de las diferentes mutaciones que
caracterizan los diferentes tipos de tumores.
De este modo,
según Bellmunt, han identificado 58 genes significativamente mutados que hasta
ahora no se conocían, y otros 158 silenciados, que pueden convertirse en
potenciales objetivos terapéuticos.
También han
podido dividir los diferentes tumores en 5 subtipos según su ácido ribonucleico
(RNA), uno de ellos nunca descrito, denominado neuroendocrino, con un
pronóstico de supervivencia peor y en el que muchos de los tumores no tenían de
forma evidente células pequeñas o histología neuroendocrina al microscopio,dificultando
el diagnóstico.
La
investigación también ha servido para identificar mutaciones que permiten
pronosticar un 75 % de supervivencia a 5 años.
"Estos
hallazgos pueden servir para escoger tratamientos personalizados en función de
la respuesta y muestran una clara correlación con la evolución pronóstica de
los pacientes", ha señalado Bellmunt.
"También
permite identificar variables pronósticas desde el punto de vista genómico, lo
que puede facultar escoger el mejor tipo de tratamiento para los diferentes
subtipos de tumor, sea la quimioterapia o la inmunoterapia", ha añadido.
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