«Más que sus otras lesiones, su sordera lo habría hecho presa fácil de los carnívoros de su entorno y dependiente de otros miembros de su grupo social para sobrevivir», explica el coautor del estudio y profesor de antropología en la Universidad de Washington en St. Louis.
Estudios previos del cráneo de Shanidar 1 y otros restos esqueléticos sacaron a la luz sus múltiples lesiones. Sufrió un golpe en la cabeza a una edad temprana que posiblemente le hizo perder la visión de un ojo, fracturas y la eventual amputación del brazo derecho por el codo, además de lesiones en la pierna derecha, así como una condición degenerativa sistemática. Todas las lesiones de Shanidar 1 muestran signos de curación, por lo que ninguno de ellas fue la causa directa de su muerte.
Apoyo social
Tras un nuevo análisis de los restos, se ha confirmado que los crecimientos óseos en los canales auditivos de Shanidar 1 habrían producido una pérdida auditiva profunda. Además de sus otras debilidades, esta privación sensorial lo habría vuelto altamente vulnerable en el entorno del Pleistoceno hace 50.000 años, incapaz de oír a los depredadores que se le acercasen.
Sobrevivir presentaba un desafíos para los homínidos de la época, y todas esas dificultades habrían sido pronunciadas con un deterioro sensorial tan grave. A juicio de los investigadores, al igual que otros neandertales que se han destacado por sobrevivir con diversas lesiones y el uso limitado de sus extremidades, Shanidar 1 probablemente requirió un apoyo social significativo para alcanzar la vejez.
«Las debilidades de Shanidar 1, y especialmente su pérdida de audición, refuerzan la humanidad básica de estos humanos arcaicos tan difamados, los neandertales», señala Trinkaus. Cada vez más semejantes a nosotros, lejos queda la idea de seres embrutecidos.
http://www.abc.es/ciencia/abci-neandertal-cojo-sordo-y-manco-llego-viejo-compasion-201710251131_noticia.html
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