La Comisión Europea ya advirtió hace un par de años que algunos de los componentes empleados en las tintas son tóxicos, pudiendo llegar a liberar sustancias cancerígenas. Entonces, y en caso de portar un tatuaje, ¿puedo eliminarlo de una de forma eficaz y, sobre todo, segura? Pues sí, aunque existe un riesgo de que los pigmentos se acumulen en los ganglios y vasos linfáticos, lo cual no es para nada bueno. Sin embargo, investigadores del Centro de Inmunología de Francia, parecen haber hallado la clave para borrar los tatuajes de forma mucho más segura. Y es que si bien estos dibujos son para siempre, los macrófagos, las células encargadas de mantener la tinta en su sitio, no lo son.
Como explica la co-directora de esta investigación: «creemos que cuando los macrófagos cargados de pigmento del tatuaje mueren, los macrófagos vecinos recuperan los pigmentos liberados y aseguran la apariencia y persistencia de los tatuajes».
Pigmentos re-engullidosDurante muchos años se pensó que el carácter ‘imborrable’ de los tatuajes se debía a la tinción de los fibroblastos de la dermis –la capa intermedia de la piel–. Sin embargo, las evidencias más recientes sugieren que lo que sucede es que los macrófagos de la dermis son atraídos por las heridas infringidas por las agujas mientras se realiza el tatuaje y que, una vez allí, engullen los pigmentos de una forma similar a como harían en caso de toparse con un virus, una bacteria o una célula moribunda.
En el estudio, los autores utilizaron un modelo animal –ratones– al que, además de tatuar, manipularon genéticamente para poder eliminar todos los macrófagos de su dermis sin causar su muerte. Sin embargo, la erradicación de estas células no es permanente, y son restituidos al cabo de unas pocas semanas a partir de los monocitos. Así que cuando esto ocurría, los volvían a matar.
Los resultados mostraron que, efectivamente, los macrófagos de la dermis son el único tipo de células que porta los pigmentos del tatuaje. Y asimismo, que da igual que se eliminen estas células inmunitariasacabe, el aspecto del tatuaje luce igual. Y esto, ¿cómo es posible? Pues porque al morir, liberan la tinta al medio, donde será captada por la nueva generación de macrófagos.
No tan ‘para siempre’Se estima que hasta un 60% de las personas que se hacen un tatuaje se arrepienten de haberlo hecho, y recurren a los pulsos de láser, que causan la muerte de las células de la piel y, la liberación de los pigmentos, que serán eliminados a través del sistema linfático. Lo cual no es seguro.
Como concluye la co-director «la eliminación de tatuajes puede ser mejorada mediante la combinación de la cirugía láser con la ablación de los macrófagos. De esta manera, las partículas de pigmentos generadas por los pulsos de láser no serán recapturados.».
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