domingo, 11 de marzo de 2018

LA “LIMPIEZA” NEURONAL QUE REFUERZA O ELIMINA RECUERDOS AL DORMIR EN RATONES

Varios científicos han observado e investigado que el cerebro de ratones anestesiados la consolidación selectiva de la memoria.

Esta científicamente probado que dormir es necesario para formar la memoria,este proceso depende tanto de la consolidación de algunos recuerdos como del olvido de otros.  Algunos científicos españoles ya habían investigado y  demostrado que durante la etapa de  sueño, la mente humana solo cimenta los conjuntos de recuerdos que están fuertemente asociados, por ejemplo por su proximidad temática y temporal. Por ello, un equipo de investigadores en Reino Unido, encabezado por una neurocientífica española, ha observado en el cerebro de ratones anestesiados un proceso fisiológico de "limpieza" de las conexiones neuronales que explica el mantenimiento de la memoria. El estudio, que es “de gran calidad técnica”, según el neurofisiólogo Juan de los Reyes, del Hospital Nacional de Parapléjicos y ajeno a esta investigación, aparece publicado en la revista Neuron.

A lo largo del día, el aprendizaje y la percepción sensorial crean o modifican conexiones neuronales que forman la base de los recuerdos. Los investigadores utilizaron ratones anestesiados para emular la actividad del cerebro durmiente, ya que el sueño natural de estos roedores es impredecible y solo dura entre 10 y 15 minutos. Al medir la actividad de sus sinapsis durante la fase del sueño que no es REM, conocida como sueño de ondas lentas, los investigadores encontraron que solo se refuerzan las sinapsis en los grupos de neuronas que se reactivan juntas, siguiendo el patrón de las conexiones activadas durante la vigilia. “El cerebro descarta las conexiones más débiles para asegurar que se consolidan los recuerdos más fuertes”, explica la autora principal del estudio Ana González-Rueda.
La capacidad que tienen los vínculos entre neuronas para fortalecerse o debilitarse, conocida como plasticidad sináptica, se rige por la mayor o menor emisión de neurotransmisores, las moléculas mensajeras que transmiten el impulso eléctrico de una neurona a la siguiente.

 Por ello en el sueño, el mismo proceso podría describir la cimentación de algunos recuerdos pero eso no explica cómo se promueve activamente el olvido de otros. La clave, puede está en la ondulación que da nombre al SWS: durante esta fase del sueño, la actividad neuronal oscila más o menos cada segundo, con picos de gran excitación y valles de quietud.

González-Rueda y sus compañeros utilizaron luz para activar sinapsis en la capa exterior del cerebro de los ratones anestesiados  y la técnica de fijación de membranas para medir la excitación de las células. Con esta metodología han descubierto que el comportamiento del cerebro no es uniforme ante la oscilación.
De forma general las sinapsis están programadas para debilitarse en SWS, limpiando el cerebro de información accesoria para evitar la saturación.  Pero el proceso de limpieza se detiene en los grupos de neuronas que se reactivan a la vez —porque formaron vínculos fuertes durante el día—.

“El enfoque con ratones nos aproxima a un modelo del mecanismo que es actualmente imposible de estudiar en humanos”, dice Lluís Fuentemilla, un neurocientífico de la Universidad de Barcelona.

Aunque es  muy difícil conocer si los procesos neurofisiológicos estudiados en ratones bajo anestesia se pueden aplicar en personas y con sueño natural, los resultados de esta investigación “aportan una información muy importante”, sostiene el científico, y podrían explicar el modelo cognitivo que su laboratorio ya estudió en humanos.
Por ahora, los investigadores de esta prueba no saben a qué recuerdos concretos se asocia la actividad neuronal que han medido, pero en estudios futuros podrían aislar partes físicas de la memoria.


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