lunes, 19 de marzo de 2018

El misterio de las novias búlgaras con los cráneos alargados

Durante el llamado «Völkerwanderung», al comienzo del año 500 (entre la Edad Antigua y la Edad Media) Alemania sufrió un complejo e interesante periodo de cambios; a raíz de la caída del Imperio Romano de Occidente y la llegada de las tribus «bárbaras.

Un estudio publicado recientemente en Proceedings of the National Academy of Sciences ha llevado a cabo un profundo análisis genómico de las poblaciones que se movieron por la región de Baviera durante ese periodo. Después de investigar el ADN de 40 personas que vivieron por entonces, los investigadores han observado que estos «alemanes» tenían un aspecto muy similar al de los escandinavos de hoy en día: muchos eran rubios y tenían una piel muy clara, con una genética muy similar a la de poblaciones del norte y centro de Europa. Entre estas 40 personas han encontrado restos de mujeres que provenían de las actuales Bulgaria, Rumanía y Grecia septentrional y que, curiosamente, tenían unos cráneos excepcionalmente alargados.
«Esas mujeres tenían un aspecto extremadamente diferente en comparación con las mujeres del lugar; realmente eran muy exóticas».
Este grupo de mujeres con cabezas alargadas, hablaban un idioma extraño y tenían el pelo y la piel oscuras. Y, al menos por lo hallado en las tumbas, no había ni rastros de hombres de su grupo. 
De hecho, los autores de este estudio genómico esperaban encontrar huellas romanas entre los genes de los «alemanes» del momento. Pero en vez de eso, encontraron un «mundo» habitado predominantemente por personas genéticamente similares a los escandinavos. Y entre estos, un grupo excepcional de mujeres con los cráneos deformados.

La práctica de alargar las cabezas se llevaba a cabo durante la infancia y consistía en alterar el desarrollo del cráneo con vendas, probablemente con la finalidad de alcanzar un ideal estético y/o como marca de un alto nivel socioeconómico. En esta ocasión, el análisis genético realizado en Baviera ha mostrado huellas asiáticas entre estas mujeres venidas de oriente, lo que sugiere que la práctica de vendar las cabezas fue adoptada por personas del sureste de Europa o bien que apareció allí de forma independiente.
Otra de las cosas curiosas halladas ha sido que, entre los restos, no han encontrado ni rastro de hombres venido de oriente, esta investigación es muy interesante por mostrar ese detalle. «Normalmente, los movimientos de población de largo recorrido implican a más hombres, (con el papel de exploradores, soldados, líderes), mientras que en los movimientos de corto alcance es más frecuente encontrar a mujeres (porque las esposas se movían con las familias)».  Pero los hallazgos de este estudio sugieren que las mujeres, con la cabeza alargada, también recorrieron largas distancias en la Europa medieval.
No está claro por qué lo hicieron. Pero el hecho de que fueran enterradas con las mismas ropas y útiles que las poblaciones locales, sugiere, según los autores, que estaban integradas en la sociedad. 

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