Durante el llamado «Völkerwanderung», al comienzo del año 500 (entre la
Edad Antigua y la Edad Media) Alemania sufrió un complejo e interesante periodo
de cambios; a raíz de la caída del Imperio Romano de Occidente y la llegada de
las tribus «bárbaras.
Un estudio publicado recientemente en Proceedings of the National
Academy of Sciences ha llevado a cabo un profundo análisis genómico de las
poblaciones que se movieron por la región de Baviera durante ese periodo.
Después de investigar el ADN de 40 personas que vivieron por entonces, los
investigadores han observado que estos «alemanes» tenían un aspecto muy similar
al de los escandinavos de hoy en día: muchos eran rubios y tenían una piel muy
clara, con una genética muy similar a la de poblaciones del norte y centro de
Europa. Entre estas 40 personas han encontrado restos
de mujeres que provenían de las actuales Bulgaria, Rumanía y Grecia
septentrional y que, curiosamente, tenían unos cráneos excepcionalmente
alargados.
«Esas mujeres tenían un aspecto extremadamente diferente en comparación
con las mujeres del lugar; realmente eran muy exóticas».
Este grupo de mujeres con cabezas alargadas, hablaban un idioma extraño
y tenían el pelo y la piel oscuras. Y, al menos por lo hallado en las tumbas,
no había ni rastros de hombres de su grupo.
De hecho, los autores de este estudio genómico esperaban encontrar
huellas romanas entre los genes de los «alemanes» del momento. Pero en vez de
eso, encontraron un «mundo» habitado predominantemente por personas
genéticamente similares a los escandinavos. Y entre estos, un grupo excepcional
de mujeres con los cráneos deformados.
La práctica de alargar las cabezas se llevaba a cabo durante la infancia
y consistía en alterar el desarrollo del cráneo con vendas, probablemente con
la finalidad de alcanzar un ideal estético y/o como marca de un alto nivel
socioeconómico. En esta ocasión, el análisis genético realizado en Baviera ha
mostrado huellas asiáticas entre estas mujeres venidas de oriente, lo que
sugiere que la práctica de vendar las cabezas fue adoptada por personas del
sureste de Europa o bien que apareció allí de forma independiente.
Otra de las cosas curiosas halladas ha sido que, entre los restos, no
han encontrado ni rastro de hombres venido de oriente, esta investigación es
muy interesante por mostrar ese detalle. «Normalmente, los movimientos de
población de largo recorrido implican a más hombres, (con el papel de
exploradores, soldados, líderes), mientras que en los movimientos de corto
alcance es más frecuente encontrar a mujeres (porque las esposas se movían con
las familias)». Pero los hallazgos de
este estudio sugieren que las mujeres, con la cabeza alargada, también
recorrieron largas distancias en la Europa medieval.
No está claro por qué lo hicieron. Pero el hecho de que fueran
enterradas con las mismas ropas y útiles que las poblaciones locales, sugiere,
según los autores, que estaban integradas en la sociedad.
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