Investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) de
Barcelona llevan años intentando responder este tipo de preguntas con la
ayuda de pequeños gusanos nematodos. Es fácil mantener grandes
poblaciones de nematodos genéticamente idénticos en un mismo ambiente
controlado, hecho que los convierte en organismos perfectos para este
tipo de investigaciones. Los adultos pueden presentar dos formas
sexuales: hermafrodita (con órganos sexuales de ambos sexos, es la forma
más común) o masculina (la reproducción entre estos y los hermafroditas
favorece una mayor variabilidad genética de la población en su habitat
natural).
«Nuestro laboratorio hace tiempo que está interesado en comprender
por qué individuos genéticamente idénticos que comparten el mismo
ambiente a menudo presentan características sustancialmente diferentes.
Siguiendo un camino algo enrevesado, al final hemos identificado una de
las causas más importantes de estas diferencias en uno de los
principales organismos modelo que nosotros estudiamos», explica Ben
Lehner, investigador del CRG que ha liderado el trabajo.
Aunque sus resultados no se pueden trasladar a humanos dado que los
gusanos son organismos que están demasiado alejados de nosotros desde un
punto de vista evolutivo, sí que permiten identificar los distintos
caminos biológicos que han dado lugar a las diferencias genéticas entre
individuos idénticos. Gusanos y humanos compartimos un gran número de
genes, así como también la mayoría de las principales vías genéticas
encargadas de regular, por ejemplo, el desarrollo, el metabolismo y la
nutrición. Las conclusiones del estudio se han publicado en la revista Nature.
«Observamos que la edad de la madre tiene un efecto importante en la
fisiología de su descendencia», cuenta Marcos Francisco Perez, coautor
del trabajo. «Sorprendentemente, hemos descubierto que las madres muy
jóvenes producen una descendencia con defectos en diversas
características, tales como su tamaño, la tasa de crecimiento o la
resistencia al hambre. La descendencia de las madres jóvenes tiene a su
vez menor descendencia cuando estos individuos llegan a la edad adulta»,
explica Mirko Francesconi, también investigador del CRG y coautor del
artículo. ¿Qué interés puede tener para un gusano producir descendientes
antes pero que estos sean de menor calidad? «Dejar descendencia pronto,
incluso cuando esta es de peor calidad, puede ser muy beneficioso para
los gusanos. Acorta de forma espectacular el tiempo entre generaciones y
eso es bueno a nivel adaptativo», añade Pérez.
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