domingo, 17 de diciembre de 2017

Hallada una proteína clave para prevenir las infecciones respiratorias en la fibrosis quística

La fibrosis quística es una enfermedad crónica y degenerativa que padece uno de cada 5.000 españoles. Una patología hereditaria que afecta principalmente a los sistemas respiratorio y digestivo y que, dado que se asocia a la presencia de infecciones persistentes en los pulmones, limita de forma muy significativa la capacidad respiratoria de los afectados. Y una enfermedad para la que, aún a día de hoy, no existe cura. De ahí la importancia de un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia en Nueva York (EE.UU.), en el que se muestra una nueva causa que explica que los pacientes con fibrosis quística sean más proclives a padecer infecciones respiratorias y, lo que es más importante, se sugiere una nueva vía para evitarlas.
La fibrosis quística causa una acumento de la mucosidad en los pulmones
Como explica Alice Prince, co-directora de esta investigación publicada en la revista «Immunity», «desconocíamos que la proteína PTEN estuviera implicada en la fibrosis quística. Estábamos trabajando con ratones en los que habíamos suprimido una forma de PTEN y vimos que tenían una respuesta inflamatoria grave a ‘Pseudomonas’ y un aclarado o ‘depurado’ disminuido muy similares a los que se observan en los pacientes con fibrosis quística».
Hace ya casi 25 años que se descubrió que la fibrosis quística está causada por la presencia de mutaciones en el gen ‘CFTR’, responsable de la expresión de una proteína –la CFTR– que transporta iones cloruro dentro y fuera de las células. En consecuencia, y dado que el transporte de estos iones no se lleva a cabo, el moco de los pulmones se vuelve más grueso y pegajoso, atrapando a las bacterias –muy especialmente del género ‘Pseudomonas’– en los pulmones. El resultado es que las bacterias disparan la respuesta inflamatoria del organismo, lo que da lugar al desarrollo de infecciones persistentes y muy, muy debilitantes.
Sin embargo, parece que las mutaciones en el gen ‘CFTR’ también promueven las infecciones de una forma totalmente diferente. Como indica Sebastián A. Riquelme, co-director de la investigación, «hallazgos recientes han sugerido que las células con mutaciones en ‘CFTR’ tienen una respuesta más débil frente a las bacterias, lo que reduce su capacidad para eliminar las infecciones y aumentar la inflamación. Unos resultados interesantes porque apuntaban a la existencia de un mecanismo inmune paralelo desregulado que, independiente del efecto de ‘CFTR’ sobre el moco, también contribuye a la destrucción de las vías aéreas».
Así, el objetivo del nuevo estudio fue identificar este mecanismo ‘paralelo’. Y de acuerdo con los resultados, se trata de una vía en la que se encuentra implicada la proteína PTEN, bien conocida por prevenir que las células crezcan de forma incontrolada y se conviertan en cancerígenas. Es decir, PTEN es un supresor de tumores. Pero parece que los beneficios de la actividad de esta proteína no acaban aquí. PTEN también mantiene el tejido pulmonar limpio de patógenos potencialmente peligrosos. Y para ello, trabaja codo con codo con la proteína CFTR.
Concretamente, los autores observaron que cuando PTEN se encuentra en la superficie de las células inmunes y pulmonares, contribuye a la eliminación de las bacterias del género ‘Pseudomonas’ y mantiene una respuesta inmune adecuada. Pero para ello es totalmente necesario que PTEN se haya unido a CFTR. Una unión que no resulta viable en muchos casos de fibrosis quística, en la que la cantidad de proteína CFTR que alcanza la superficie celular es mínima. El resultado es que las pseudomonas pueden crecer a sus anchas.
En este contexto, los fármacos de última generación para la fibrosis quística ‘empujan’ a CFTR, aun mutada, a la superficie celular para mejorar la funcionalidad de los canales de iones cloruro y, así, reducir la síntesis de moco. Un efecto farmacológico que, a tener de las nuevas evidencias, resulta doblemente importante. Y es que al empujar esta CFTR a la superficie, también facilita su unión a PTEN. Pero, ¿esta CFTR no está mutada? Pues sí, pero da igual: incluso aunque CFTR sea anómala, su unión a PTEN activa a esta última y hace que sea capaz de combatir las infecciones.
Como apunta Sebastián Riquelme, «una segunda posibilidad es encontrar fármacos que mejoren directamente la actividad antiinflamatoria de PTEN en las membranas. A este respecto, ya hay varios promotores de PTEN en investigación para el tratamiento del cáncer que también podrían resultar muy útiles en la fibrosis quística».

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