Algunos científicos investigan cómo aprovechar las capacidades de los virus para producirnos beneficios. En muchos casos, su presencia contribuye a mejorar determinados aspectos o combatir infecciones.
El norovirus de ratón, por ejemplo, juega un papel importante en el desarrollo del intestino de estos animales y su sistema inmune, ya que puede sustituir los efectos beneficiosos de algunas bacterias de los intestinos cuando éstas han sido diezmadas por los antibióticos. En recientes estudios se ha visto cómo una infección de norovirus de ratón restauraba sorprendentemente la función normal de los linfocitos del sistema inmune y la morfología normal del intestino.
Los virus de mamíferos también pueden dar inmunidad contra patógenos bacterianos. Los virus gamma-herpes aumentan la resistencia de ratones a la listeria monocytogenes, un patógeno humano gastrointestinal muy importante, y a la Yersinia pestisl, también conocida como peste..Los herpesvirus latentes también arman a las células NK, un importante componente del sistema inmune, que mata tanto las células tumorales de los mamíferos, como a las células que son infectadas por virus patógenos.
Los tractos gastrointestinales de los mamíferos están llenos de virus. Hasta ahora, poco se conoce de cómo estos virus afectan a sus huéspedes, pero su número y diversidad sugieren que tienen importantes funcione. Recientes investigaciones muestran que los bacteriófagos se pegan a las membranas mucosas de muchos animales. Y las membranas mucosas son los puntos de entrada de muchos patógenos bacterianos, lo que sugiere que son la primera línea de defensa ante las bacterias invasoras.
Los virus también realizan muchos servicios en las plantas. Unas pocas plantas crecen en los barros calientes que rodean los géiseres del Parque Nacional de Yellowstone. Una de estas plantas, que es un tipo de hierba paniza, vive en una relación de simbiosis que incluye un hongo que coloniza a la planta, y un virus que infecta a ese hongo. Los tres miembros de esta simbiosis son necesarios para la supervivencia en los barros que están a más de 50 grados.
En el laboratorio se ha creado simbiosis entre los mismos hongos infectados por el virus y otras plantas. Esto ha permitido a todas las plantas que su equipo ha analizado sobrevivir en barros a altas temperaturas, incluyendo la planta del tomate. Los investigadores han descubierto también que algunos virus pueden hacer a algunas plantas tolerantes a la sequía, y se ha documentado al menos un ejemplo de tolerancia al frío inducida viralmente, descubrimientos que podrían ser muy útiles para la expansión de los cultivos. Otros virus beneficiosos son los antiguos retrovirus que hace mucho tiempo hicieron del genoma su hogar permanente. “Los genes mamíferos de la sinticina, esencial en la formación de la placenta, son genes de retrovirus que fueron incorporados en muchas ocasiones distintas. Son elementos considerados fósiles (o vestigios) de virus que pueden ayudarnos a entender la evolución de los virus” comenta Roossinck una investigadora de la Universidad del Estado de Pensilvania, University Park, especialista en microbiología y patología de plantas. En definitiva, resume Roossinck , “los virus son sin duda una de las cosas más geniales con las que me he encontrado”. “Hacen cosas realmente impresionantes con muy poca información genética. Siempre me inquietaba un poco la mala fama que tienen, así que fue muy interesante para mí encontrar cosas buenas”.
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