Desde hace años se conoce el papel de los telómeros en las células de
mamíferos, pero se conocía poco sobre el papel de los telómeros en procesos esenciales
de la fisiología de las plantas, como el crecimiento, debido a la falta
de tecnologías en este campo.
Los telómeros son
secuencias de ADN no codificante que se hallan en cada uno de los extremos de
los cromosomas, protegen a estos
últimos y aseguran la correcta división celular.
Ahora, un trabajo publicado en la
revista Cell Reports describe el desarrollo de una innovadora tecnología que permite el
seguimiento de los telómeros a nivel celular en plantas. La técnica
demuestra por primera vez el papel de estas estructuras en el desarrollo de las
plantas y su longevidad.
También ofrece la posibilidad de usar plantas para buscar compuestos que
regulen los telómeros en células animales, que podrían tener utilidad
terapéutica en enfermedades asociadas al envejecimiento, incluido el cáncer.
Las células más 'jóvenes' tienen telómeros más largos,
y a medida que estas se dividen, los telómeros se acortan hasta que ya no
permiten nuevas divisiones celulares.
Este proceso de acortamiento de telómeros también se
ha asociado al cáncer, lo que pone de manifiesto las importantes implicaciones
de estas estructuras, no solo en envejecimiento, sino también en el campo de la
oncología u otras enfermedades asociadas a la edad.
A diferencia de los animales, las plantas crecen
durante toda su vida. Eso es posible gracias a los meristemos, tejidos de células indiferenciadas que se hallan en los
extremos de los tallos, y al nicho de células madre situado en la base
de la raíz. Son estos dos órganos los que proveen a la planta de nuevas células
y le permiten crecer a lo largo de toda su vida. Las células con telómeros más largos
son precisamente las del nicho de células madre y las de los meristemos.
Es también en estas regiones donde la enzima
telomerasa (aquella que permite el alargamiento de los telómeros) está activa,
mientras que en tejidos diferenciados como las hojas o las ramas no presenta
actividad.
Vemos que los
telómeros y la telomerasa son esenciales para la renovación de las células
madre en los meristemos y el crecimiento de la planta.Las plantas
sin telomerasa activa, en las que los telómeros se acortan de forma anormal,
agotan todas sus reservas de células madre en poco tiempo y dejan de crecer.
Los resultados revelan una relación esencial entre la longitud de los
telómeros, las células madre y la longevidad de estos organismos.
Según los investigadores que han llevado a cabo el
trabajo, los resultados permitirán
investigar por qué los árboles pueden llegar a vivir miles de años, y
abren nuevas vías para entender el cáncer y el envejecimiento.
Fuente:http://www.rtve.es/noticias
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