viernes, 15 de mayo de 2015

La simbiosis: la otra evolución

Siempre hemos pensado que las especies evolucionaban de forma competitiva, haciéndolo solo los mejor preparados para ello. Pero, ¿y si no fuera siempre así?

Como ya sabemos, la simbiosis es una relación de "convivencia" que beneficia a ambos organismos, como por ejemplo la existencia de la bacteria Escherichia coli en los intestinos animales.  La biología ha identificado casos de todo el proceso que lleva a dos especies separadas por millones de años de evolución a formar una especie únicaA continuación veremos algunas especies que han evolucionado de esta manera, asegurándose la supervivencia de una forma distinta a la que estamos acostumbrados. 


-El platelminto Paracatenula. Es un gusano plano, de un milímetro, cuyo hábitat son sedimentos arenosos en océanos. Esta especie, con la evolución, ha perdido la boca y el tubo digestivo. Se alimenta gracias a una bacteria incorporada (Riegeria galateiae) que le proporciona energía oxidando sulfuro del medio. Esta bacteria pasa a la descendencia como un gen más.



Calamar bioluminiscente
-Las cigarras, (Cicacidae), incorporan dos bacterias simbiontes, Hodgkinia y Sulcia, quienes les ayudan a aprovechar más lo que comen y a poder sobrevivir mientras se encuentran en estado latente de ninfas (hasta 17 años).

Para poder entender mejor este proceso, veamos una especie (aunque existen más) cuyo proceso de "unión" aún no ha finalizado y se consideran en transición.


-El calamar bioluminiscente obtiene los diseños de luz y color que utilizan para camuflarse de unas bacterias luminescentes simbióticas. Sin embargo, no las heredan de padres a hijos, por lo tanto, tienen que adquirirla (por ejemplo, comiéndosela) en algún momento de su vida.

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