jueves, 14 de mayo de 2015

Según la genética, somos más parecidos a nuestro padre que a nuestra madre

A pesar de que heredamos la misma cantidad de ADN de ambos padres, según los científicos de la Universidad de Carolina del Norte, la línea paterna es más fuerte para determinar cómo somos a medida que crecemos y nos convertimos en adultos, sobre todo en lo que respecta al estado de salud. La investigación se realizó en ratones de laboratorio, pero sugiere que lo mismo sucede para todos los mamíferos, incluidos los humanos.
¿Es decir que si enfermamos de adultos es culpa de nuestro padre? Bueno, es una forma de verlo, aunque los investigadores no lo ponen de esa forma.  Según los resultados de la investigación, aunque cada hijo hereda la misma cantidad de mutaciones genéticas de ambos padres, "utiliza" más de su padre, fundamentalmente aquellas que se manifiestan en edades adultas. 
Fernando Pardo Manuel de Villena, el encargado del estudio, señala que la herencia de un mismo gen puede tener diferentes consecuencias en el futuro dependiendo de si se heredó del padre o la madre. Una enfermedad heredada por vía materna puede, incluso, no manifestarse. Mientras que si se hereda del padre, es probable que sí lo haga, y de forma mucho más fuerte.

Es bastante conocido que algunas enfermedades son de tipo hereditario, pero ahora los científicos afirman que muchas de ellas se heredan más habitualmente si es el padre el que porta el gen. Entre ellas encontramos enfermedades como la diabetes tipo dos, obesidad, enfermedades cardíacas y la esquizofrenia.  

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