A pesar de que heredamos la misma
cantidad de ADN de ambos padres, según los científicos de la Universidad
de Carolina del Norte, la línea paterna es más fuerte para determinar cómo
somos a medida que crecemos y nos convertimos en adultos, sobre todo en lo que respecta al estado de
salud. La investigación se realizó en ratones de laboratorio, pero sugiere
que lo mismo sucede para todos los mamíferos, incluidos los humanos.
¿Es decir que si enfermamos de adultos es culpa de nuestro padre? Bueno, es
una forma de verlo, aunque los investigadores no lo ponen de esa forma.
Según los resultados de la investigación, aunque cada hijo hereda la
misma cantidad de mutaciones genéticas de
ambos padres, "utiliza" más de su padre, fundamentalmente aquellas
que se manifiestan en edades adultas.
Fernando Pardo Manuel de Villena, el encargado del estudio,
señala que la herencia de un mismo gen puede tener diferentes
consecuencias en el futuro dependiendo de si se heredó del padre o la madre.
Una enfermedad heredada por vía materna puede, incluso, no manifestarse.
Mientras que si se hereda del padre, es probable que sí lo haga, y de forma
mucho más fuerte.
Es bastante conocido que algunas enfermedades son de tipo hereditario, pero
ahora los científicos afirman que muchas de ellas se heredan más habitualmente
si es el padre el que porta el gen. Entre ellas encontramos enfermedades como
la diabetes tipo dos, obesidad, enfermedades cardíacas y la esquizofrenia.
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