Las dos nuevas letras son la metil-citosina y la última encontrada, la metil-adenina. Su hallazgo en algas, moscas (la famosa del vinagre,Drosophila melanogaster) y gusanos (el no menos conocido en el mundo de la genética Caenorhabditis elegans).
3-metiladenina |
La metilación de las bases es un proceso vital en la biología molecular. Ese paso, la unión de un grupo metilo CH3- a las bases, actúa como una señal para activar y desactivar genes (lo que se denomina epigenética), pero Esteller explica que en este caso no se tata de una marca temporal. "La metil-cisteína es muy estable, se transmite a la descendencia y está relacionada con la diferenciación sexual y la configuración del cerebro", dice el investigador. También intervienen en la diferenciación celular, que hace que una se convierta en corazón o en vesícula, por ejemplo".Este carácter de estabilidad y transmisibilidad es fundamental para considerarlo una letra genética aparte, y no solo una variedad de las ya conocidas.
La nueva descubierta, la metil-adenina, "ya existe en bacterias, donde las defiende contra los virus. De alguna manera diferencia el ADN propio del ajeno", dice Esteller. Con ello se sabe dónde dirigir las defensas. En las especies donde se ha descubierto, "actuaría para regular la expresión de determinados genes, constituyendo por tanto una nueva marca epigenética", explica.
El hallazgo se ha debido al uso de técnicas "de gran sensibilidad debido a que los niveles de mA en los genomas descritos son bajos". Además, parece ser que la metil-adenina "tendría un papel específico en las células madre y en etapas tempranas del desarrollo", afirma.
El reto ahora es intentar encontrarla en mamíferos, y ver qué papel desempeñaría.