Un equipo de 77 científicos de todo el mundo ha terminado, tras diez años de labor, la secuenciación completa del genoma de la cebada.
Ha sido una tarea abrumadora, ya que el genoma de la cebada tiene casi el doble de tamaño que el genoma humano y el 80 por ciento de él está compuesto por secuencias altamente repetitivas, que no pueden ser asignadas con precisión a posiciones específicas en el genoma sin un esfuerzo extra considerable.
Esto lleva el grado de completitud del genoma de la cebada hasta un nivel enorme, tal como subraya Timothy Close, profesor de genética en la Universidad de California en la ciudad estadounidense de Riverside, y miembro del equipo de investigación.
La cebada se ha usado durante más de 10.000 años como alimento básico, para bebidas fermentadas y también como alimento para animales.
Se encuentra en productos conocidos como cereales para el desayuno, así como en algunas harinas. La cebada malteada proporciona a la cerveza color, cuerpo, proteínas, la capacidad de formar una buena espuma, y los azúcares naturales necesarios para la fermentación.
La secuenciación y los análisis relacionados proporcionan nueva información sobre las familias de genes que son cruciales para el proceso de malteado. La secuencia del genoma de la cebada también ha permitido la identificación de regiones del genoma que han sido vulnerables al cuello de botella genético, durante la domesticación (adaptación a la agricultura) de la cebada, un conocimiento que ayudará a guiar a los especialistas en mejora vegetal a optimizar la diversidad genética de este cultivo.
Este exhaustivo conocimiento del genoma de la cebada ayudará asimismo a los científicos a trabajar con otros cultivos, incluyendo el arroz, el trigo, el centeno, el maíz, el mijo, el sorgo y la avena.
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