Un equipo de investigación con sede en la Universidad Rockefeller, en
Nueva York, Estados Unidos, ha identificado una potente nueva arma
contra el virus Zika en la sangre de las personas que
han sido infectadas. Este descubrimiento, del que se informa en la
revista ‘Cell’, podría llevar a nuevas formas de combatir la enfermedad,
incluida una vacuna.
En muestras de sangre tomadas de individuos en México y Brasil, los
científicos encontraron anticuerpos –proteínas producidas por el sistema
inmunológico– que evitan que el virus inicie una infección. Estos
anticuerpos parecían haber sido inicialmente generados en respuesta a
una infección anterior por un virus relacionado que causa el dengue. Uno
de estos anticuerpos, que llaman Z004, fue particularmente eficaz para
neutralizar Zika.
“Estos anticuerpos podrían ser muy útiles en un futuro cercano, por
ejemplo, para la administración de Z004 para prevenir Zika con seguridad
entre las mujeres embarazadas u otras personas en riesgo de contraer la
enfermedad”, dice Davide F. Robbiani, profesor asociado de
Investigación en el laboratorio de Michel Nussenzweig,. Él y Leonia
Bozzacco, científica afiliada en el laboratorio de Charles M. Rice,
dirigieron el estudio.
El examen detallado del equipo de la interacción entre este
anticuerpo y el virus también reveló una nueva estrategia potencial para
desarrollar una vacuna. Zika, un virus transmitido por mosquitos, por
lo general causa síntomas leves en los que la contraen, pero pueden
producirse efectos dramáticos en la descendencia, con los bebés nacidos
de mujeres infectadas durante el embarazo que corren el riesgo de sufrir
anomalías devastadoras del neurodesarrollo. La única manera de prevenir
Zika es evitar picaduras de mosquitos; ya que actualmente no hay
vacunas u otras medidas médicas para hacerlo.
Una infección comienza cuando el virus, que viaja en una partícula
esférica salpicada con la proteína viral de la envoltura, se acopla a
una célula huésped y fuerza su camino hacia el interior. Frente a una
amenaza viral, el sistema inmune humano genera los anticuerpos que
reconocen el virus y frenan la invasión de las células. El equipo se
propuso encontrar anticuerpos ajustados a un objetivo particular: una
parte de la proteína de la envoltura de Zika que necesita el virus para
lanzar un ataque.
CÓMO INTERACTÚAN EL ANTICUPERO Y EL VIRUS
A través de colaboradores de Pau da Lima, Brasil, y Santa Maria
Mixtequilla, México, obtuvieron muestras de sangre de más de 400
personas, recogidas poco después de que Zika estuviera circulando. Las
respuestas individuales al mismo patógeno pueden variar enormemente,
pero un análisis más profundo de muestras de seis de los voluntarios con
los anticuerpos más prometedores reveló una sorpresa: cinco de ellos
contenían la misma especie de anticuerpos casi idénticos. Esta similitud
sugiere que estas moléculas son particularmente buenas en la lucha
contra el virus.
Cuando el equipo examinó el funcionamiento de estos anticuerpos
estrechamente relacionados contra Zika, destacó uno: Z004, un anticuerpo
de la sangre de un voluntario mexicano. Cuando se administró a ratones
que eran vulnerables al virus Zika, el anticuerpo los protegía de
desarrollar infecciones graves.
Para ver de cerca la interacción entre el anticuerpo y un fragmento
de la proteína de la envoltura del virus, los científicos del
laboratorio de Pamela J. Bjorkman en Caltech, Estados Unidos,
determinaron la estructura molecular formada cuando las dos unidades
interactuaban. Sus mapas detallados revelaron cómo el anticuerpo
pellizca una rugosidad en el virus cuando se une a él.
Mientras que algunos esfuerzos para desarrollar una vacuna usan la
totalidad o la mayor parte del virus para estimular el sistema
inmunológico, los investigadores creen que podría ser más seguro emplear
sólo un pequeño fragmento que contenga esta rugosidad o cresta. Zika no
es el único virus que muestra la cresta, ya que también está presente
en la envoltura de otros virus de la misma familia: ell virus del dengue
1, un pariente cercano de Zika y uno de los cuatro tipos de dengue,
tiene una rugosidad que es notablemente similar a la de Zika. Cuando se
enfrentó al dengue 1, Z004 también lo neutralizó.
Al evaluar las muestras de los brasileños, recogidas seis meses antes
de que Zika llegara por un equipo liderado por Albert Ko, de la
Universidad de Yale, Estados Unidos, reveló evidencia de infecciones
previas de dengue 1 en algunos y una posible explicación de por qué el
sistema inmunológico de ciertas personas mejoró contra Zika.
“Incluso antes de Zika, sus muestras de sangre probablemente tenían
anticuerpos que podrían interactuar con este mismo punto en la proteína
de la envoltura”, dice Margaret R. MacDonald, profesora asociada de
Investigación en el Laboratorio de Rice. “Parece que, al igual que una
vacuna, el dengue 1 puede preparar al sistema inmunológico para
responder a Zika”, añade.
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