El estudio no permite todavía explicar por qué la mortalidad de este brote está en el 50,5%, dicen los autores. La media está alrededor del 78%, añaden, aunque ha llegado al 90% (Congo, 2003). Pero la secuenciación genética es el primer paso para buscar esas explicaciones.
Este tipo de trabajos compara zonas concretas del genoma de los virus en busca de variaciones. El hecho de que estas muestras fueran muy uniformes señala que tienen un origen común. Además, la genética sirve también de reloj biológico. Una vez que se establece cada cuánto tiempo de media se produce una mutación, contando el número de cambios, se puede determinar el tiempo que hace que el virus se separó de un tronco común.
Los investigadores también destacan que al actual brote progresa de manera geométrica, con el número de casos duplicándose cada 34 días. Esta cifra se mantiene constante (con las variaciones estadísticas: va de 24 a 36 días). Los últimos datos de la OMS, referidos al 26 de agosto, lo confirman: en esa fecha había 3.069 casos registrados de los que han fallecido 1.552. De ellos, cinco eran coautores del artículo, y no lo han visto publicado. El recuento no incluye el último caso de Nigeria: un médico que se infectó por contacto con el caso índice (el hombre que llevó el virus al país), pero que ha muerto en Port Harcourt, con lo que es la primera víctima en Nigeria fuera de Lagos.
- FUENTE: EL PAÍS.
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