Esta noticia trata sobre una investigación realizada en el Instituto Wistar de Filadelfia (EE UU) que buscaba un medicamento contra el cáncer y obtuvieron ratones protegidos contra enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
En el artículo explican cómo roedores de laboratorio a los que se anuló la capacidad de producir una proteína llamada TRAP-1 mostraban una menor degeneración de tejidos asociada a la edad, menores tasas de obesidad y de desarrollo de tumores respecto a los ratones normales, por lo que vivían más.
El grupo estadounidense trabajaba sobre los efectos del gamitrinib, un nuevo medicamento antitumoral en periodo de experimentación que actúa sobre la proteína TRAP-1. En las células sanas, el gen TRAP-1 es un importante regulador del metabolismo cuyo papel consiste en modular la producción de energía en las mitocondrias (orgánulos celulares que funcionan como la central energética de la célula).
En las células cancerosas, el TRAP-1 se encuentra activado en exceso. Este gen produce una de las proteínas que, además de regular la actividad de las mitocondrias, es también un aliado involuntario de los tumores ya que sirve a las células cancerosas para repeler los tratamientos contra la enfermedad. De ahí su importancia terapéutica para combatir el cáncer.
En ensayos con ratones, los investigadores emplearon roedores incapaces de producir esta proteína para observar el resultado de eliminarla. Esperaban además de combatir el tumor que las células desarrollaran mecanismos alternativos para la producción de energía, al faltar un elemento clave en este proceso como el TRAP-1. Sin embargo no esperaban encontrar ratones con menores señales de envejecimiento. Éstos no sólo tenían menos tumores (de pulmón y sarcoma), sino que estaban más sanos. Los investigadores observaron "una incidencia significativamente inferior" de múltiples enfermedades asociadas a la edad como menor peso corporal, inferiores niveles de glucosa en sangre (asociado a la diabetes) o mejores resultados en inflamación crónica de pulmones, estómago, páncreas e intestino. También mostraron marcadores más favorables en degeneración de páncreas o por hígado graso.
Esta relación hallada entre un gen vinculado al cáncer y el envejecimiento ya había sido encontrada en investigaciones anteriores. Se trata de un trabajo de investigación básica, lejos aún de posibles aplicaciones clínicas. Aunque no por ello descarta su relevancia ya que este estudio servirá para comprender mejor el metabolismo celular y la longevidad.
Artículo de la noticia. El País.
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