viernes, 17 de marzo de 2017

El proyecto que nos permitirá alterar nuestra genética y curar enfermedades con el móvil

Un proyecto de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, se ha aproximado a esa idea de comunicar nuestro cuerpo con un dispositivo electrónico e intercambiar información sobre nuestra salud e incluso alterar el comportamiento de determinados elementos.

Un científico señala cómo con los teléfonos móviles se puede hacer “todo, excepto comunicarse con la biología. La principal razón, bajo mi punto de vista, es que el modo de transmitir la información es diferente”. La microelectrónica se basa en sistemas eléctricos y electrodos; en biología, son las moléculas. “No hay conexión entre los dos”, recalca.

Demostrado en células bacterianas


La principal conclusión a la que han llegado los investigadores es que sí, se puede lograr. En concreto, ya lo han demostrado con células bacterianas. Según Bentley, lo que han creado sirve de enlace entre sistemas electrónicos y la biología y podría ayudar a programar dispositivos para detectar y tratar enfermedades.
Así, para detectar un hipotético problema, el dispositivo debería identificar ciertas moléculas.  Según explica Bentley, las bacterias segregan toxinas moleculares que se unen a nuestra piel mediante receptores moleculares. Ahora, hay que identificar esas bacterias, diferenciar sus actividades y determinar cómo responder.
Para que un sistema microelectrónico se conecte con los genes hay que aprovecharse de las moléculas redox, moléculas que hay en el interior de la célula y que pueden ser modificadas. El dispositivo cambia la redox, añadiendo o quitando electrones. Así fue como el equipo consiguió alterar las células bacterianas. De acuerdo a sus conclusiones, estos electrones también se convierten en moléculas que influyen en el fenotipo de grupos de células cercanos. Además, las señales eléctricas enviadas a través de estas moléculas también demostraron que se podía controlar el consumo de glucosa y regular la actividad enzimática.
Lo siguiente que ha de descubrir el equipo es cómo conectar el dispositivo móvil con las células. Bentley piensa en alternativas como un implante que, una vez instalado, transmita la información a un ‘wearable’. “Quizá haya un modo de detectar una infección externamente, con el dispositivo, como otra aplicación potencial”. Otra alternativa que plantea es, por ejemplo, tragar una píldora con un sistema microelectrónico que registre patógenos en el aparato digestivo y libere algún tipo de medicamento para combatirlos. Nosotros, desde nuestro dispositivo móvil, podríamos programar cuándo liberar esos componentes. Si contuviera bacterias beneficiosas, también se podrían liberar.
Bentley explica que los experimentos no han tenido un comité ético detrás y que no considera que haga falta. “Primero, solo lo estamos haciendo en bacterias; normalmente a la gente no le importan mucho las bacterias. Pero la extensión a células humanas… No es un problema tampoco, necesariamente. No creo que haya un verdadero problema ético aquí, en absoluto”.

La relación entre medicina y tecnología

Hasta ahora, tecnología, cuerpo humano y enfermedades están vinculados más bien de otra forma, sin incidir en la alteración de genes o células. Por ejemplo, al tomar una pastilla con una cámara incorporada que realice la misma labor que una endoscopia. Recientemente se ha sabido también que científicos japoneses han sido capaces de crear un robot que puede realizar o dejar de realizar algunas acciones según las señales de ADN que reciba. Como dice el estudio, “ganar la habilidad de medir, detener o mejorar estas señales biomoleculares permitiría el desarrollo de tecnologías avanzadas para estudiar y manipular el entorno biológico”.
Ahora, Bentley y su equipo buscan fondos y están en contactos con compañías para “dedicarse a ello”, a desarrollar esas aplicaciones o aparatos con los que alterar la biología. De conseguirlo, algún día podremos dar órdenes a nuestras células y genes para combatir nuestras propias enfermedades. Y todo ello con un simple toque sobre una pantalla táctil.

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