Como es bien sabido, la actividad fotosintética de algunas
regiones del planeta ha cambiado en el transcurso del tiempo, a causa de la
acción humana y de los efectos del cambio climático. Por esta razón, en las
últimas décadas se han llevado a cabo, a escala global, estudios diferentes
sobre fenómenos que anteriormente solo se abordaban desde una perspectiva local
como, precisamente, la fotosíntesis.
Datos recogidos por el instrumento Global Ozone Monitoring
Experiment–2 (GOME-2), a bordo del satélite meteorológico europeo Metop-A, han
mostrado que la región del Medio Oeste de Estados Unidos presenta una mayor
actividad fotosintética que cualquier otro lugar en la Tierra, durante la
estación de crecimiento de las plantas en el hemisferio norte. Según un equipo
de investigadores dirigido por Luis Guanter, del Instituto de Ciencias
Espaciales en Berlín, estos resultados ponen de manifiesto que las observaciones
satelitales pueden ser utilizadas para mejorar las estimaciones sobre la
productividad agrícola y el impacto climático en el rendimiento de los
cultivos.
A través de un enfoque completamente nuevo, Guanter y sus
colaboradores han medido la actividad fotosintética en todo el planeta. Para
ello, han utilizado la tecnología satelital para registrar la radiación
electromagnética absorbida y reemitida por las hojas de las plantas como
resultado de la fotosíntesis. Este fenómeno, llamado fluorescencia, se produce
en las plantas cuando la luz solar excita los pigmentos fotosintéticos de la
clorofila.
Gracias a las observaciones realizadas por GOME-2, los
investigadores han dibujado, por primera vez, un mapa de la fotosíntesis
terrestre a gran escala.
FUENTE: INVESTIGACIÓN Y CIENCIA
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