martes, 8 de abril de 2014

El primer cromosoma artificial

¿Cuál es el genoma mínimo necesario para que un organismo sea viable? ¿Qué genes o combinaciones de genes pueden eliminarse sin que ello resulte letal? Responder a estas preguntas ofrecería la posibilidad de diseñar y construir a la medida todo tipo de fábricas biológicas: nuevas moléculas de interés biológico o químico, o biocombustibles. Un equipo internacional de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, ha dado un paso importante en la búsqueda del genoma mínimo.

Los biólogos han sintetizado un cromosoma reducido (le suprimieron sus regiones silenciosas y no codificantes) de la levadura Saccharomyces cerevisiae y han demostrado que, una vez introducido en la levadura, este resulta funcional: cualesquiera que sean las condiciones de cultivo, la levadura equipada con el cromosoma sintético funciona de igual modo que las levaduras naturales. Pero sobre todo, han introducido en el cromosoma sintético secuencias genéticas adicionales que les permiten manipular cada gen no esencial del cromosoma de forma independiente.

De los aproximadamente 6.000 genes que componen el genoma de la levadura, unos 5.000 no son esenciales. Cada gen no esencial fue flanqueado por una secuencia que hacía desencadenar su rápida evolución o bien provocaba su eliminación. Una vez se ha acelerado la evolución de un gen, el enfoque permite seleccionar las variantes génicas más adaptadas para un propósito determinado. Los biólogos han observado así que ciertas combinaciones de variantes retardan el crecimiento de las levaduras, mientras que otras lo aceleran de forma extraordinaria.


Estos investigadores han ido más allá. En primer lugar, han demostrado que la estrategia puede aplicarse también en organismos eucariotas (con núcleo). Por otro lado, han ofrecido un enfoque sistemático para optimizar el genoma introducido. El trabajo representa un paso importante hacia el desarrollo de un genoma con una estabilidad controlada y constituye una proeza técnica en la síntesis y ensamblaje de una cadena larga de ADN.
FUENTE: INVESTIGACIÓN Y CIENCIA

No hay comentarios: