lunes, 16 de marzo de 2015

Un estudio levanta la alerta de suplementos vitamínicos.

Una investigación sobre la Calidad de Productos Vitamínicos en Puerto Rico reveló que algunas  multivitaminas que se venden localmente no  son manufacturadas correctamente, representando un riesgo para la salud del que las consume.
La  ausencia de vitaminas en el contenido del producto, la presencia de  metales peligrosos, y las altas concentraciones de metales permitidos,  fueron  algunas  de las irregularidades detectadas, dijo   Ricardo Díaz, autor de la investigación que fue su  tesis de maestría en la Universidad Politécnica.
 Díaz, quien labora en la industria   farmacéutica, explicó que la investigación la  realizó  en el 2013 motivado por  la duda de que muchos  productos vitamínicos   no cumplen con las regulaciones federales  ni tienen   estudios clínicos de alto valor.  Para su investigación, compró en algunos  comercios locales  13  productos multivitamínicos  para hombres, mujeres y niños. Dichos productos     no se manufacturan en la Isla pero son de uso común a nivel local.
Acompañado por  Rafael Nieves, director del programa graduado de la Universidad Politécnica, Díaz,  dijo que los  productos evaluados “no cumplen con la calidad, identidad, pureza, y composición de lo que dice la etiqueta de cada uno”.
No tienen vitaminas.  La investigación reveló que  ocho de las 13 multivitaminas examinadas no indicaron en la etiqueta su lugar de procedencia cuando la ley federal lo exige. Tampoco cumplieron con el contenido de las vitaminas que indicaba la etiqueta pues no encontraron vitamina A, C, D, K, B1, ácido fólico, B12, ácido pantoténico y otros.
La   vitamina E solo se encontró en siete  productos, y  la vitamina B12  en seis. “Esto demuestra que los productos están adulterados. Las personas están tomando materiales que no tienen ningún beneficio”, indicó Nieves.
  Metales peligrosos.  Los 13 productos contenían metales peligrosos  que no estaban mencionados  en la etiqueta como  titanio, plomo, cobalto, cadmio, antimonio, estroncio y aluminio, los que, según Díaz,  están asociados a daños cerebrales, a un coeficiente intelectual bajo, irritación en la piel, daño a los riñones,  anemia, entre otros efectos nocivos.
  “Imagina una mujer embarazada tomando multivitaminas para mejorar su salud, está dándole plomo al niño.”, destacó. Se detectó además altas concentraciones de metales permitidos  como zinc, selenio, cobre, manganeso, cromio, níquel, vanadio y hierro.
El máximo de hierro   permitido en la formulación son 18 miligramos por litro,  pero uno de los productos contenía 13,000 miligramos por litro. 
Vital mayor regulación.  Los entrevistados urgen al gobierno de Puerto Rico y  a la Administración  Federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) a enmendar leyes para dar más garras a la  fiscalización de   las multivitaminas, pues  según Nieves,   las regulaciones para estos productos  son más livianas en comparación con  los medicamentos recetados.
De hecho, Díaz  indicó que la Ley de Farmacias de Puerto Rico excluye a las vitaminas de esa fiscalización porque la delega a las agencias federales. Sin esa fiscalización local, dijo, se está  permitiendo  la venta de productos adulterados y peligrosos.
En ese sentido,  la  FDA reconoció  que desde  1994  la ley federal no  requiere  regular  las multivitaminas de la misma forma que los productos   recetados. Pero, aún así sus  fabricantes o distribuidores  no pueden mercadear productos  adulterados o mal etiquetados, según  Nilda Villegas, especialista en asuntos públicos de la FDA.  
“Bajo la Ley de Salud y Educación de Suplementos Dietéticos, el manufacturero es  responsable de asegurar que los suplementos dietéticos que fabrica o distribuye son seguros y que las afirmaciones que hacen sean  corroboradas con pruebas suficientes para demostrar que no son falsas”, dijo Villegas, al destacar que la FDA puede tomar medidas en contra de cualquier producto o suplemento dietético adulterado o mal etiquetado después de que llegue al mercado.

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