Una investigación sobre la Calidad de Productos Vitamínicos en Puerto Rico reveló que algunas multivitaminas que se venden localmente no son manufacturadas correctamente, representando un riesgo para la salud del que las consume.
La ausencia de vitaminas en el contenido del producto, la presencia de metales peligrosos, y las altas concentraciones de metales permitidos, fueron algunas de las irregularidades detectadas, dijo Ricardo Díaz, autor de la investigación que fue su tesis de maestría en la Universidad Politécnica.
Díaz, quien labora en la industria farmacéutica, explicó que la investigación la realizó en el 2013 motivado por la duda de que muchos productos vitamínicos no cumplen con las regulaciones federales ni tienen estudios clínicos de alto valor. Para su investigación, compró en algunos comercios locales 13 productos multivitamínicos para hombres, mujeres y niños. Dichos productos no se manufacturan en la Isla pero son de uso común a nivel local.
Acompañado por Rafael Nieves, director del programa graduado de la Universidad Politécnica, Díaz, dijo que los productos evaluados “no cumplen con la calidad, identidad, pureza, y composición de lo que dice la etiqueta de cada uno”.
No tienen vitaminas. La investigación reveló que ocho de las 13 multivitaminas examinadas no indicaron en la etiqueta su lugar de procedencia cuando la ley federal lo exige. Tampoco cumplieron con el contenido de las vitaminas que indicaba la etiqueta pues no encontraron vitamina A, C, D, K, B1, ácido fólico, B12, ácido pantoténico y otros.
La vitamina E solo se encontró en siete productos, y la vitamina B12 en seis. “Esto demuestra que los productos están adulterados. Las personas están tomando materiales que no tienen ningún beneficio”, indicó Nieves.
Metales peligrosos. Los 13 productos contenían metales peligrosos que no estaban mencionados en la etiqueta como titanio, plomo, cobalto, cadmio, antimonio, estroncio y aluminio, los que, según Díaz, están asociados a daños cerebrales, a un coeficiente intelectual bajo, irritación en la piel, daño a los riñones, anemia, entre otros efectos nocivos.
“Imagina una mujer embarazada tomando multivitaminas para mejorar su salud, está dándole plomo al niño.”, destacó. Se detectó además altas concentraciones de metales permitidos como zinc, selenio, cobre, manganeso, cromio, níquel, vanadio y hierro.
El máximo de hierro permitido en la formulación son 18 miligramos por litro, pero uno de los productos contenía 13,000 miligramos por litro.
Vital mayor regulación. Los entrevistados urgen al gobierno de Puerto Rico y a la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) a enmendar leyes para dar más garras a la fiscalización de las multivitaminas, pues según Nieves, las regulaciones para estos productos son más livianas en comparación con los medicamentos recetados.
De hecho, Díaz indicó que la Ley de Farmacias de Puerto Rico excluye a las vitaminas de esa fiscalización porque la delega a las agencias federales. Sin esa fiscalización local, dijo, se está permitiendo la venta de productos adulterados y peligrosos.
En ese sentido, la FDA reconoció que desde 1994 la ley federal no requiere regular las multivitaminas de la misma forma que los productos recetados. Pero, aún así sus fabricantes o distribuidores no pueden mercadear productos adulterados o mal etiquetados, según Nilda Villegas, especialista en asuntos públicos de la FDA.
“Bajo la Ley de Salud y Educación de Suplementos Dietéticos, el manufacturero es responsable de asegurar que los suplementos dietéticos que fabrica o distribuye son seguros y que las afirmaciones que hacen sean corroboradas con pruebas suficientes para demostrar que no son falsas”, dijo Villegas, al destacar que la FDA puede tomar medidas en contra de cualquier producto o suplemento dietético adulterado o mal etiquetado después de que llegue al mercado.
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