martes, 10 de marzo de 2015

El ADN más antiguo identificado tiene 550 millones de años


Un estudio en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado las secuencias de ADN no codificante más antiguas que se conocen, algunas de las secuencias están presentes tanto en humanos como en parientes de los corales. La comparación de los genomas de múltiples animales ha desvelado que no sólo las proteínas que nos construyen, sino también algunas de las instrucciones de cómo y dónde usarlas estaban  están presentes en nuestros ancestros desde hace más de 550 millones de años.

El 5% del ADN de los vertebrados es codificante. Esto quiere decir que sólo una pequeña parte del genoma contiene genes capaces de generar ARN que sirva de mensajero entre el ADN y los mecanismos que se encargan de elaborar proteínas y el 95%  de ADN restante no codificante ha recibido durante muchos años el nombre de ADN basura.

las proteínas procedentes de ese 5%, sólo una parte, los denominados factores de transcripción, se encargan de controlar la expresión de otros genes, es decir, la producción de todas las herramientas del genoma. Así, cada tipo celular expresa el conjunto de factores de transcripción que hace el tipo celular  produzca todo lo que le hace funcionar.

El ADN no codificante (ADN basura) contiene las regiones reguladoras que son las que controlan cuándo, cómo, en qué cantidad y dónde se debe generar ARN a partir de ADN, un proceso que se denomina transcripción genética.

Estas regiones reguladoras son secuencias de ADN que actúan como pistas de transcripción  molecular para las combinaciones de factores de transcripción.

Durante la investigación se realizaron ensayos con distintos organismos, como erizos de mar, moscas de la fruta y peces cebra, que demostraron que una de las secuencias de ADN no codificante identificadas inducía a la expresión de neuronas en proceso de diferenciación en todos estos organismos. Si las herramientas son la evolución de los organismos ha de estar basada también en los cambios en la combinación de factores de transcripción y de las secuencias reguladoras a las que se unen. Si los humanos tenemos un mecanismo que también poseen los corales, probablemente también lo tuvieran nuestros ancestros comunes hace cientos de millones de años.

Fuente pais

No hay comentarios: