La enzima humana PrimPol,
presente en organismos lejanos como las arqueobacterias, favorece la reparación
del ADN cuando hay daño. Dicha enzima permite a las células hacer copias de su
ADN aunque esté dañado y evita roturas en los cromosomas.
El cuerpo humano
produce todos los días nuevas células para regenerar tejidos y reparar aquellos
que han sufrido lesiones. Cada vez que esto ocurre, las células hacen copias de
su ADN, que transmitirán a las células hijas resultantes.
La replicación es un
proceso muy delicado, (puede generar graves alteraciones en el material
genético asociadas a la transformación tumoral o el envejecimiento)
Investigadores del
Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y del Centro de
Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO, CSIC-UAM) han descubierto
cómo una nueva enzima humana, la proteína PrimPol, es capaz de reconocer
lesiones en el ADN y facilitar su reparación durante el proceso de copia,
evitando así daños irreversibles y fatales para las células y, por ende, para
el organismo.
Este trabajo
representa la continuación de otro previo publicado recientemente por los
mismos investigadores en el que describían la existencia y las propiedades
bioquímicas de la enzima PrimPol.
El ADN que reside en
el núcleo de las células es el portador de los genes, los manuales de
instrucciones que dictan el funcionamiento celular.
“La estructura del ADN
es muy estable, salvo en las aproximadamente ocho horas que dura la replicación
en las células humanas; entonces se vuelve más frágil y se puede romper”,
sostiene Méndez, jefe del grupo de Replicación de ADN.
Estas ocho horas son
por lo tanto críticas para las células: tienen que vigilar que la copia sea
fidedigna, y en caso de que ocurran errores o existan daños en el ADN, deben
repararlos de la forma más eficiente posible.
La enzima PrimPol evita que el proceso de copia se interrumpa cuando hay
daño
Las enzimas encargadas
de sintetizar la nueva copia de ADN son las ADN polimerasas. “Cuando una ADN
polimerasa se encuentra con un obstáculo en el ADN la copia se interrumpe y se
produce una parada hasta que se repara el error”, explica Méndez.
Esta interrupción
puede provocar roturas en el ADN, traslocaciones de fragmentos de unos
cromosomas a otros e incluso provocar la muerte celular o la transformación
tumoral.
La nueva investigación
demuestra que la enzima PrimPol evita que el proceso de copia se interrumpa
cuando hay daño: reconoce las lesiones y las salta, de modo que serán reparadas
cuando finalice la copia. PrimPol en una enzima evolutivamente muy antigua, y
se han encontrado proteínas similares en las arqueobacterias, una de las
primeras formas de vida que habitaron el planeta.
Identificada y
caracterizada esta nueva proteína en el ser humano, los investigadores avanzan
que ya están estudiando su papel en el desarrollo de enfermedades.
(Noticia del 20 de noviembre de 2013)
FUENTE: agenciasinc.es