Las proteínas, como todos los nutrientes, son necesarias en una cantidad para realizar correctamente sus funciones:
- Contribuyen a la formación, crecimiento y reparación de todos los órganos.
- Forman también los músculos, la piel, los tendones e incluso las uñas.
- Participan en muchísimas funciones (sistema inmune, transporte de oxígeno, también puede servir de combustible, etc.)
Las enfermedades o problemas vienen cuando tomamos demasiadas proteínas. Las posibles consecuencias suelen ser:
- Enfermedades cardiovasculares. Las proteínas, sobre todo las animales, suelen ir acompañadas de grasas saturadas las cuales en exceso aumentarán nuestro colesterol.
- Obesidad. Ese aporte de grasa y calorías puede favorecer la obesidad. La típica hamburguesa grande aporta casi las calorías necesarias...para todo el día.
- Sobrecarga del organismo, especialmente del hígado y los riñones, para poder eliminar las sustancias de deshecho como son el amoníaco, la urea o el ácido úrico.
- Cálculos de riñón. La proteína animal ayuda a perder o eliminar calcio ya que además de mucho fósforo acostumbra a cocinarse con mucha sal.
- Cansancio y cefaleas. El exceso de amoníaco puede provocar cansancio, cefaleas y nauseas.
- Dificultad en la absorción del calcio. Un exceso de proteínas puede ocasionar un exceso de fósforo lo cual puede hacer disminuir la absorción de calcio. Podría ser una explicación a por qué hoy en día a pesar de tomar más leche y alimentos enriquecidos con calcio la gente continua sufriendo de problemas de descalcificación.
- El exceso de proteínas si además no va acompañado del consumo abundante de frutas y verduras provoca un Ph de nuestro organismo demasiado ácido y ello favorece la desmineralización ya que el cuerpo intenta compensar aportando reservas alcalinas o básicas (calcio, magnesio potasio)
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