Como humanos, a menudo desafiamos al sueño y nos mantenemos
despiertos cuando se exige nuestra atención, pero también experimentamos
un deseo inevitable de dormir en situaciones aburridas. Los mecanismos
cerebrales que determinan que el sueño sea regulado por factores
cognitivos y emocionales no se conocen bien. Ahora, un nuevo artículo
publicado en la revista Nature Communications por
investigadores de las universidades de Tsukuba y Fudan y la Universidad
Libre de Bruselas demuestra que una parte del encéfalo que se asocia a
la motivación y el placer, el núcleo accumbens, también puede
intervenir en el sueño. Los nuevos hallazgos explicarían por qué
tendemos a quedarnos dormidos en ausencia de estímulos motivadores, es
decir, cuando estamos aburridos.
Los investigadores utilizaron técnicas quimiogenéticas y ópticas para
controlar de forma remota las actividades de las neuronas del núcleo
accumbens, así como los comportamientos en los que estas intervienen.
Como resultado, el equipo descubrió que las neuronas de esa región
muestran una extraordinaria capacidad de inducir un tipo de sueño que es
indistinguible del componente predominante del sueño natural. Se conoce
como sueño de onda lenta, pues se caracteriza por ondas cerebrales
lentas y de alto voltaje.
«Se piensa que la adenosina, una sustancia endógena que provoca
sueño, es una sólida candidata para ejercer ese efecto en el núcleo
accumbens», comenta Yo Oishi, autor principal de este trabajo. Desde
hace tiempo se sabe que la adenosina se asocia a un estado de déficit
energético e induce el sueño por medio de los receptores de adenosina.
Se ha descubierto que un subtipo de ellos, los receptores A2A, se
expresan de modo destacable en el núcleo accumbens. De hecho, la
cafeína, el estimulante más consumido en el mundo, produce su efecto
también a través del núcleo accumbens al inhibir los receptores A2A. Los
compuestos que activan esos receptores en el núcleo accumbens podrían
ofrecer nuevas posibilidades terapéuticas para el tratamiento del
insomnio, uno de los problemas de sueño más frecuentes, con una
prevalencia estimada de entre el 10 y el 15 por ciento en la población
general y entre el 30 y el 60 por ciento en la población mayor.
http://www.investigacionyciencia.es/noticias/por-qu-nos-entra-sueo-cuando-nos-aburrimos-15678
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