El ratopín rasurado, un insólito roedor del este de África, es una caja de sorpresas que parece inagotable. Desde hace años, los científicos vienen desvelando la lista de cualidades excepcionales de estos animales con la esperanza de poder transferir alguna de ellas a los humanos. Viven vidas larguísimas, 10 veces más que las de otros roedores, y, a pesar de ello, rara vez desarrollan cáncer. También parecen inmunes al dolor.
Hoy, un nuevo estudio desvela que la rata topo desnuda (Heterocephalus glaber) es también el único mamífero capaz de sobrevivir sin oxígeno y sin sufrir daños en sus órganos. En un estudio publicado en Science, un equipo de científicos de Alemania, EE UU y Suráfrica compararon la resistencia de los ratopines y los ratones de laboratorio a un ambiente con un 5% de oxígeno (el aire normal tiene un 20%). Mientras los ratones murieron en menos de 15 minutos, los ratopines aguantaron hasta cinco horas sin problemas aparentes.
En otro experimento, los ratopines fueron introducidos en cámaras sin oxígeno. Los animales perdieron la consciencia en unos 30 segundos, pero todos sobrevivieron hasta 18 minutos en un estado de animación suspendida en el que su ritmo cardiaco bajó de 200 latidos por minuto a 50. Cuando los animales eran devueltos a un ambiente normal se despertaban y volvían a su actividad normal sin aparentes problemas. Ningún ratón sobrevivió ni siquiera un minuto y algo parecido le habría pasado a casi todos los vertebrados, incluidos los humanos.
La falta de oxígeno causa daños irreversibles en muchos órganos, especialmente el cerebro y el corazón.Cuando los investigadores analizaron el tejido cardiaco y cerebral de los ratopines que habían sobrevivido a las pruebas de hipoxia no encontraron daños. El estudio desvela que la clave de estos animales para sobrevivir es que son capaces de cambiar su metabolismo habitual, basado en el consumo de oxígeno y glucosa, igual que el que usan el resto de mamíferos, a otro basado en la fructosa, otro tipo de azúcar, y que hasta ahora solo se había observado en plantas.
Estado vegetal
“En condiciones de falta de oxígeno severa, las ratas topo desnudas liberan fructosa en las células del corazón y el cerebro, y además estas células tienen transportadores y enzimas que permiten metabolizar la fructosa”, explica Thomas Park, investigador de la Universidad de Illinois (EE UU) y coautor del estudio. La mayoría de mamíferos solo tiene las moléculas transportadoras de la fructosa y las enzimas necesarias para procesarla en los riñones y el hígado, pero en los ratopines, esas mismas moléculas aparecen por todo el cuerpo. Esta capacidad “no se ha observado en ningún otro mamífero y está más asociada al metabolismo de las plantas”, resalta Park.
Los ratopines viven en colonias subterráneas que pueden superar los 200 individuos. Todos excavan y buscan alimento para servir a una sola reina reproductora, como las hormigas. Dentro de los túneles el oxígeno es muy escaso. La capacidad de reorganizar repentinamente los componentes fundamentales del metabolismo puede ser una adaptación evolutiva a este tipo de vida, señalan los investigadores.
El equipo de científicos investiga ahora si esta extraordinaria cualidad podría evitar daños cerebrales en las personas que sufren falta de oxígeno en el cerebro tras un infarto. “Lo que queremos hacer con esta información es ver cómo podemos utilizar la ruta metabólica de la fructosa en los ataques al corazón”, explica Brigitte Browe, coautora del trabajo. “Si podemos encontrar la forma de usar el sistema de la fructosa en lugar de la glucosa podremos proteger las neuronas”, explica Browe.
El estudio también ha demostrado que hasta para el asombroso ratopín hay límites infranqueables. Ningún animal sobrevivió más de 30 minutos sin oxígeno.
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