Varias líneas de investigación recientes sugieren que las 
plantas tienen la facultad de la visión y que hasta podrían poseer una 
suerte de ojo, sumamente sencillo, eso sí.
La idea de que las plantas puedan tener 
"ojos" no es nueva en absoluto. En 1907, Francis Darwin, hijo del 
célebre Charles, planteó la hipótesis de que las hojas poseían unos 
órganos, ahora llamados ocelos, que son una combinación de células 
lenticulares y células fotosensibles. Los experimentos a inicios del 
siglo XX confirmaron aparentemente la existencia de tales estructuras, 
pero el concepto de "planta vidente" cayó en el olvido, hasta hace pocos
 años, en que parece haber resurgido.
En uno de los últimos números de Trends 
in Plant Science, František Baluška, experto en biología celular vegetal
 de la Universidad de Bonn, y Stefano Mancuso, fisiólogo vegetal de la 
Universidad de Florencia, exponen nuevos indicios sobre vegetales con 
capacidad visual. 
Para defender sus argumentos, los investigadores 
señalan en primer lugar el descubrimiento en 2016 de que las 
cianobacterias Synechocystis, microorganismos unicelulares que realizan 
la fotosíntesis, actúan a modo de ocelos. "Estas cianobacterias se 
sirven de la célula entera como lente para enfocar una imagen de la 
fuente luminosa en la membrana celular, como si se tratara de la retina 
del ojo animal", explica Conrad Mullineaux. 
Induce a pensar en que
 algo similar pueda existir en las plantas superiores.
Según trabajos recientes, ciertas 
plantas como la col y Arabidopsis, pariente de la mostaza, fabrican 
proteínas implicadas en el desarrollo y el funcionamiento de los ocelos,
 los rudimentarios ojos de las algas verdes. Estas proteínas se 
concentran en los plastoglóbulos, estructuras conocidas por otorgar a 
las hojas otoñales sus tonos ocres y rojizos. 
Si bien los indicios de estructuras 
pseudooculares en las plantas superiores son escasos, no cesan de 
surgir. "Jamás había oído hablar de la visión vegetal y no hubiera 
creído en ella de no ser por mi descubrimiento de que las cianobacterias
 operan como el ocular de una cámara", confiesa el biotecnólogo Nils 
Schuergers, uno de los artífices del estudio de 2016 sobre 
Synechocystis. El próximo paso será confirmar los experimentos que hace 
más de un siglo revelaron que las propias células vegetales pueden 
actuar a modo de lentes, y aún habrá que averiguar a qué fines sirve la 
visión rudimentaria de las plantas.
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