jueves, 30 de diciembre de 2010

El club de la corbata ARN

En la imagen Francis Crick, Alexander Rich, Leslie Orgel y James Watson
Corbata de lana con un dibujo de la estructura del ARN bordado en seda verde y amarilla. En la solapa de la chaqueta, un pin con el nombre abreviado de un aminoácido. Estos dos complementos diferenciaban a los miembros de uno de los clubs de caballeros más eruditos y, a la vez más desenfadados, que han existido: el Club de la Corbata ARN.

Eran 20 miembros, como 20 aminoácidos existen. A ellos se sumaban cuatro miembros honoríficos que representaban los nucleótidos que forman parte del ARN (adenina, citosina, guanina y uracilo). Entre ellos figuraban químicos, biólogos, matemáticos y físicos. Todos destacaban en su campo. De hecho, ocho terminaron recibiendo un Premio Nobel a lo largo de su carrera.

Entre vino, cigarrillos y cartas, aventuraban teorías sobre la estructura molecular del ARN. Por aquella época no se conocían los mecanismos de replicación del ADN y como estaba este ácido implicado en la generación de las proteínas, ni tampoco el papel que desempeñaba el ARN en estos procesos.

Querían descifrar el código de la vida, es decir, querían entender cómo las cuatro letras (nucleótidos) que forman el ADN pueden combinarse para codificar 20 aminoácidos, los ladrillos que forman las proteínas. LEER MÁS...

Original: Cóctel de Ciencias

domingo, 26 de diciembre de 2010

Genomas de hace 3000 millones de años


Os dejo un interesante artículo para que vayáis entrando en materia de cara al próximo semestre:

Hace unos 580 millones de años, la vida en la Tierra experimentó un cambio radical. Fue entonces cuando se produjo lo que la Ciencia conoce como "explosión del Cámbrico", un periodo durante el que surgieron todas y cada una de las variedades de seres vivientes que, millones de años después, desembocarían en la diversidad biológica que observamos en la actualidad. Desde la aparición de aquellos primeros seres pluricelulares, los fósiles han ido dejando pistas a los paleontólogos para que pudieran seguir, desde entonces y hasta nuestros días, la evolución de miles y miles de formas de vida diferentes.

Pero, ¿Y antes? La vida, en forma de seres unicelulares, existe en la Tierra desde hace cerca de 3.700 millones de años. Pero todas las criaturas que vivieron antes de la explosión del Cámbrico eran demasiado "blandas" y ligeras como para dejar fósiles bien definidos. Por eso, establecer los caminos seguidos por la vida durante los 3.000 millones de años que precedieron al Cámbrico es una tarea extraordinariamente difícil. Sin embargo, toda esa multitud de seres primitivos sí que ha ido dejando tras de sí una gran cantidad de fósiles microscópicos: los de su ADN.

Y dado que todos los seres vivos han heredado sus genomas de otras criaturas más antiguas, resulta teóricamnete posible ir remontandose, en un extraordinario viaje hacia el pasado, desde el ADN actual hasta sus mismísimos orígenes, perdidos en la noche de los tiempos. Eso es precisamente lo que ha hecho un grupo de biólogos del MIT (Instituto de Tecnología de Massachussetts), sirviéndose de potentes programas informáticos y de modelos matemáticos especialmente diseñados para tal fin.

Utilizando genomas modernos, razonaron los investigadores, debe ser posible reconstruir su evolución en microorganismos antiguos. Y así, combinando toda la información disponible de las más completas librerías genómicas de la actualidad, e introduciendo esos datos en un modelo matemático desarrollado por ellos mismos, los científicos han logrado averiguar cómo esos genomas primitivos evolucionaron hasta los actuales.

Para empezar, Eric Alm y Lawrence David, científicos del MIT, rastrearon cientos de genes de cien genomas modernos hasta su primera aparición en la Tierra, de forma que crearon una especie de "genoma fósil" capaz de decirnos no sólo el momento en que esos genes empezaron a existir, sino también qué clase de criaturas los poseyeron. El trabajo sugiere que la totalidad de este "genoma colectivo", que comparten todas las formas de vida, sufrió una gran expansión entre hace 3.300 y 2.800 millones de años. Un tiempo durante el que, en efecto, surgieron hasta el 27 % de todas las familias de genes conocidos en el presente.

Debido a que la mayor parte de los nuevos genes que identificaron están relacionados con el oxígeno, Alm y David llegaron a pensar que fue precisamente el surgimiento del oxígeno el responsable de esta expansión. El oxígeno, de hecho, no existió en la atmósfera terrestre hasta hace cerca de 2.500 millones de años, periodo en el que empezó a acumularse, acabando con la vida de incontables criaturas anaerobias (que viven sin oxígeno) en un evento que la Ciencia conoce como "La gran Oxidación". Para Alm, fue precisamente ese "el acontecimiento más catastrófico en toda la historia de la vida celular, pero no tenemos ningún registro".

Una inspección más detallada, sin embargo, muestra que los genes capaces de utilizar oxígeno no aparecieron hasta el mismísimo final de la expansión del Arcáico de hace 2.800 millones de años, lo que es altamente consistente con las fechas que los geoquímicos han establecido para la Gran Oxidación. En lugar de eso, Alm y David creen haber detectado el nacimiento de la cadena de transporte de electrones moderna, el proceso bioquímico responsable de llevar electrones al interior de las membranas celulares.

El transporte de electrones es necesario para las criaturas que respiran oxígeno y para las plantas y muchos microorganismos durante la fotosíntesis, momento en que obtienen su energía directamente del Sol. Se cree que, precisamente, fue una forma de fotosíntesis basada en el oxígeno la responsable de generar el la cantidad de oxígeno necesaria para provocar la Gran Oxidación. Un evento, por cierto, sin el cual no existiría el aire que respiramos hoy.

La evolución de la cadena de traansporte de electrones durante la Expansión del Arcáico podría, pues, haber desencadenado diversos procesos clave en la historia de la vida, incluidos la fotosíntesis y la respiración. "Nuestros resultados -asegura David- no pueden decir si el desarrollo de la cadena de transporte de electrones fue la causante directa de la Expansión del Arcáico. Aún así, podemos decir que el hecho de tener acceso a una cantidad mucho mayor de energía capacitó a la biosfera para albergar ecosistemas microbianos mucho mayores y más complejos".

Alm y David investigan también la forma en que, después de la Expansión, los genomas microbianos evolucionaron. Observando los metales y las moléculas asociadas a los genes y la manera en que su abundancia y distribución cambió a lo largo del tiempo, los investigadores se dieron cuenta de que iba aumentando el porcentaaje de genes capaces de utilizar oxígeno, algo que resulta consistente con los registros geológicos.

"Lo que resulta realmente asombroso en estos hallazgos -concluye Alm- es que prueban que las historias de eventos muy antiguos pueden quedar registradas en el ADN que comparten todos los organismos vivientes. Y ahora que hemos empezado a comprender cómo descodificar esa historia, espero que podremos reconstruir con gran detalle algunos de los primeros eventos en la evolución de la vida".

Original: El Blog de Ciencia y Tecnología

sábado, 11 de diciembre de 2010

Crean ratones con genes de dos machos


La ingeniería genética es aplicada en diferentes campos, incluyendo la industria, la agricultura, y por supuesto la medicina. Pero con cada nuevo avance o descubrimiento surge el debate sobre si se deben seguir estas líneas de investigación o abandonarse alegando cuestiones éticas y religiosas. En esta ocasión, un grupo de científicos en Texas aplicó un proceso que involucra a células madre para crear ratones con genes provenientes de dos machos diferentes. Aplicado de la forma correcta, esto podría ayudar a especies de mamíferos en extinción, pero antes de considerar la posibilidad del traslado de este proceso a la genética humana, lo cierto es que debemos hilar muy fino para comprenderlo por completo. LEER MÁS...

Visto en: NeoTeo

jueves, 9 de diciembre de 2010

Transporte a través de membrana

Hace unos días os colgué unas animaciones sobre los distintos tipos de transporte  a través de la membrana plasmática. Os dejo en esta ocasión una que ilustra el transporte a través de las proteínas de canal, en un caso abierto y en el otro con apertura regulada.


miércoles, 8 de diciembre de 2010

martes, 7 de diciembre de 2010

Cooperación, altruismo, oportunismo...¿escrito en el ADN?


Hace unos días leí en Genciencia un curioso artículo del que reproduzco sus primeros párrafos. Si entráis en los enlaces podréis leerlo íntegramente. Es muy interesante.

Si bien el entorno puede influir en la manera que somos, nuestro altruismo, egoísmo y cooperación tienen una fuerte influencia genética.

Para probar esta teoría es necesario fijarse en los gemelos. Así que los investigadores Nicholas A. Christakis y James Fowler se dirigieron a un pueblo llamado Twinsburg, en pleno Ohio rural. Anualmente se celebra allí un festival que, desde 1976, concentra a un buen número de gemelos, festejando así el nombre del pueblo (twin significa gemelo en inglés). LEER MÁS EN...


Transporte de vesículas en el interior celular


domingo, 5 de diciembre de 2010

sábado, 4 de diciembre de 2010

Enlace o-glucosídico

Esta animación os puede servir para repasar el tema de los glúcidos:




viernes, 3 de diciembre de 2010

Arsénico por compasión

Felisa Wolfe-Simon, jefa del proyecto
No, no se trata de la película de Frank Capra protagonizada, entre otros por Cary Grant. En los últimos días una sorprendente noticia que puede revolucinar el mundo de la Biología ha sido difundida por científicos de la NASA: han encontrado en un lago californiano una bacteria que incorpora arsénico (un veneno para la célula) en muchos de sus procesos  metabólicos. Este descubrimiento abriría nuevos campos a la exo-biología a la hora de investigar formas de vida en otros planetas. Felisa Wolfe-Simon, geomicrobióloga y Becaria de Investigación de Astrobiología de la NASA, con sede en el US Geological Survey en Menlo Park, California, y sus colegas, informan en la revista Science de que una bacteria de la familia Halomonadaceae de proteobacterias puede usar el arsénico en lugar del fósforo. El hallazgo implica que “potencialmente puedes tachar el fósforo de la lista de elementos requeridos para la vida”, dice David Valentine, geomicrobiólogo de la Universidad de California en Santa Barbara. Si quieras saber más acerca de este hallazgo pulsa en los enlaces siguientes: