domingo, 18 de febrero de 2018

Huevos de corral en los supermercados: ¿ecologismo o postureo?

Las grandes industrias renuncian a vender productos de gallinas criadas entre rejas y apuestan por opciones que, aseguran, son "más respetuosas con el bienestar animal"
Los llaman huevos de «gallinas felices». Y están ganando terreno en nuestro país. Puesto que son más supermercados y empresas alimentarias que deciden prescindir de los huevos de gallinas enjauladas  para «un respeto con el bienestar animal». Tiempo atrás  Mercadona, Carrefour o Nestlé se comprometieron  a que en 2025 todos los huevos que vendan o usen serán libres,  ahora Lidl ha subido la apuesta al anunciar que en sus lineales ya sólo hay huevos de gallinas que no se han criado entre rejas.
Estas propuestas han sido aplaudidas por las principales asociaciones animalistas.  Pero también ha sido criticada por la patronal de productores. Pero, podemos observar que es una muestra del cambio que está experimentando el sector de la alimentación,  y que no sólo es más permeable a ciertas reivindicaciones, sino que también está más pendiente de la imagen que proyecta.
«Es un paso muy importante para conseguir el fin de las jaulas en la producción de huevos en España». «Este sistema es uno de los más crueles y que más sufrimiento genera a los animales en la ganadería industrial», añade Moreno, quien subraya que el cambio «es imparable» y una «clara respuesta a la creciente demanda de los consumidores para una mayor transparencia y mejor trato para los animales en el sistema alimentario», señala Javier Moreno, cofundador y director de la organización Igualdad Animal, muy activa en la denuncia de esta práctica.

La Asociación Española de Productoras de Huevos (ASEPRHU) niegan, ambos argumentos. «En la Unión Europea las gallinas están bien cuidadas sea cual sea el sistema de producción» dado que la normativa es «la más exigente del mundo y protege mucho los derechos de los animales», clama María del Mar Fernández Poza, directora del organismo. 
Michaela Reischl, gerente de Responsabilidad Social Corporativa de Lidl España, asegura que la apuesta por los huevos de gallinas felices de la compañía se inició en 2013 tras constatar que el rechazo a los huevos producidos en jaulas «era una tendencia creciente en Europa» y porque «la sostenibilidad es un eje fundamental» de la estrategia de la empresa. No fue fácil plantearlo, asegura, «porque la gran mayoría de las gallinas ponedoras seguían estando en jaulas».
Uno de los principales productores europeos de huevos es nuestro país  ya que,sacó al mercado ese año 13.000 millones de huevos, 875 millones de los cuales llevaban impresos en su cáscara los códigos 0 y 1 (con acceso al exterior), según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
 Aunque los huevos libres siguen siendo un pequeño porcentaje de los producidos en nuestro país, se puede aprecia una tendencia al alza en el sector. En 2010, las granjas avícolas con sistemas alternativos a las jaulas suponían el 37,6% del total, mientras que en 2016 esa cifra se elevó al 56%.
Para Alberto Díez, portavoz de la Asociación para la Defensa de los Animales (ANDA), que las cadenas de distribución veten los huevos de gallinas enjauladas tiene una parte positiva: «El bienestar animal por fin es un argumento que se asume». Pero también un lado oscuro que hay que tener en cuenta: «Si el cambio significa que el sector va a pasar de producir huevos de código 3 a huevos de código 2 no supondrá nada».
En España, los huevos son el único producto que refleja en su etiquetado información referente al bienestar animal.  

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